por PirataD » Vie Abr 10, 2015 9:10 am
Kevin: adhiero a tu comentario y la verdad es que me quedaron sensaciones muy parecidas a las tuyas.
Creo, definitivamente, que a este partido los jugadores lo encararon y jugaron con displicencia, sin entender ni el rival que teníamos al frente ni la importancia de lo que nos jugábamos, sin apretar los dientes como corresponde, sin sacar la chapa de equipo de primera no para sobrarlo sino para llevártelo puesto con lo que mejor tenés.
No explotamos nuestras virtudes y salimos a hacer un juego conservador frente a un equipo que está entre los últimos y entre los que menos goles ha convertido en un torneo de segunda.
Después, casi que terminamos pidiendo la hora, o lo que es peor, conformándonos con el empate y esperando los penales. Cero actitud en el segundo tiempo, resignación, falta de protagonismo y de ir a buscar el triunfo. Entonces, cuando se nos vinieron encima con lo poco que tenían, el temor a quedarnos sin nada generó nerviosismo y apelamos a revolearla a la mierda y a meternos atrás como si estuviéramos jugando frente a Boca de visitante.
Analizandolo y sin entrar en comparaciones, creo que la actitud fue parecida en algunos aspectos a la que tuvimos contra Velez en el partido de vuelta de la Sudamericana. Llevábamos las de ganar allá, y ´sin embargo salimos a cagonear; cuando la cosa se nos complicó nos apichonamos de manera inexplicable, nos pusimos nerviosos demás y no estuvimos a la altura de las circunstancias.
Entonces se dá esa ambivalencia que por ahí señalaban: por un lado somos un equipo aguerrido que mete, que pone huevo y que se le planta a cualquiera, pero por el otro, cuando nos jugamos algo importante y tenemos que ser protagonistas, terminamos jugando como equipito chico y pareciera que se nos frunce todo.
Sé que venimos del infierno, de años de ostracismo y postergación, de descensos y puntajes paupérrimos, y sé también que hay que reconocer y agradecer todo lo que se evolucionó y se creció. Pero el problema que surge es que justamente ese crecimiento que experimentamos como institución y como equipo pone la vara más alta, demanda metas más ambiciosas que requieren a su vez de mayores esfuerzos, de exigencias más altas y de un verdadero cambio de mentalidad que es imprescindible cuando dejás de ser un equipo que vá de punto para ser uno que vá de banca y debe asumir el protagonismo en cada partido. Entonces, lo lógico es que el hincha también espere más, que ya no se conforme sólo con la permanencia o con la clasificación a una copa ( lo cual no deja de ser importantísimo y digno de reconocer). Ahora también queremos pelear arriba y tratar de llegar lo más lejos en la copa ( no nos conformamos con estar en la primera fase nada más), ahora queremos avanzar en la Copa Argentina y tratar de ganarla, porque en seis partidos podés hacerlo y clasificar de manera directa a la Libertadores, y porque hemos visto que equipos más chicos que nosotros y sin presupuesto han podido ganarla.
Por todo eso también el enojo es mucho mayor, porque nos jugabamos mucho, porque ahora queremos más y está bien que así sea, eso es una muestra de evolución y de progreso, eso significa que no queremos la chatura y que aspiramos a más. Y por lo que se vió en cancha pareciera que los jugadores no lo entendieron y que el técnico, si bien lo entendió, les sigue imprimiendo a sus dirigidos una mentalidad conservadora, mezquina, por no decir otra palabra.
Hemos mejorado mucho en lo futbolístico, estamos quintos. AHora el desafío es cambiar de mentalidad, es laburar lo psicológico también, es, como dice la canción, saber que se puede y creer que se puede, es confiar más en lo que tenemos y animarnos a más sin sobrar a nadie ni relajarnos.
Espero que se entienda lo que quiero decir. No soy desagradecido ni mal hincha; no bardeo a nadie ni dejo de reconocer lo hecho. Simplemente creo que ha llegado el momento de cambiar el chip y de asumir otra actitud, y que el hincha acompañe más, y que los dirigentes sepan aprovechar este momento histórico para contagiar entusiasmo en la gente, para acercarla más, para acrecentar el orgullo de ser hinchas de Belgrano y todo el mundo quiera ser parte asociándose.
Son todas patas de la misma mesa, y cada cual debe cumplir con su parte.