por trapitocab » Dom Nov 18, 2012 2:59 am
Lo bueno se hace esperar, suelen decir algunas personas… (Ahora el relato llega a estar chomazo y me echan del país).
El comienzo de la historia se da cuando partimos esa mañana del 28 de Septiembre desde Córdoba hacia Quilmes. Algunos salimos desde el magnífico Faro del Bicentenario, obra del ex gobernador Juan Schiaretti, que no sirve para nada, pero se ha convertido en la mayor referencia escogida por los ciudadanos; otros subieron en la mítica plaza Colon, en la que tuvimos que esperar varios minutos (muchos, para quienes somos impacientes) a que subiera el resto. Y ahí (si mal no recuerdo, lo tengo en duda si subió ahí o antes) es cuando se hace presente por primera vez en el coche este personaje al que llaman “Praliné”, ya que se presume que el mismo es vendedor de la riquísima garrapiñada que no falta en ninguna peatonal argentina. El bondi enciende su motor, y comienza la caravana hacia la ciudad bonaerense. Muchas conservadoras obstruían el pasillo, lo cual haría pensar que algunos de esos cuerpos no llegaría al destino en las mejores condiciones de lucidez. Mucho canto, mucho alcohol, mucho humo. Entre medio, este señor, ya relucía una energía que difería con el resto, lo que se traduce en “cuando todos queramos dormir, este va a hinchar los huevos”. Y así fue, si uno en plena siesta empieza a sumar el caloron abrumante que hacia, mas el aire acondicionado que estaba en 35º, mas las que se tomaron y los que se fumaron, mas la falta de hielo para los que aun le seguían dando al chupe, más que apenas que salimos de la plaza empezamos a hinchar los huevos, el resultado es que varios hayan palmado, o más bien, bajado un cambio, dado que creo que ninguno dormía. Llegamos a la Capital Federal, y como sabemos, la Ciudad Autónoma es un caos. Trafico a cagarse. Yo no estaba en mi mejor estado tampoco (por lo cual, pido que si alguno de los que lee estuvo en el colectivo y advierte algo erróneo, que me lo corrija). Ya por la zona más céntrica, y con el afán de demostrar que “somo lo más grande del fulbo nacional”, como los que aun teníamos energía para cantar eramos pocos, a uno de los tripulantes del barco pirata, hincha de Ferro (camiseta verde de Olave) se le ocurre “bue, aunque sea hagan la mímica culiaooo”, entonces de ahí en más, la bocha era hacer alta mímica, cosa que desde afuera se viera tremendo descontrol, pero adentro: naranja Fanta. Eso fue motivo de re cagarse de risa; la gente miraba y habrá pensado “que descontrol ese colectivo” “mira esa hinchada ta she loca”, hasta que aparecían un par de payasos haciendo la mímica de músicos también, haciendo toda la pantomima como si tocaran bombos y trompetas. Y ahí es cuando deben haber pensado “que hijos de puta”. De todos modos, más de uno se comió el verso del descontrol y la demencia. A Praliné, mientras tanto, parecía no agotársele la energía. Llegamos al barrio con nombre de cerveza y la cerveza con nombre de pueblo originario. Descendimos del colectivo, cada uno a su bola. La (poca) hinchada alentando. La barra que llega tarde. Partido, pum pum pum, golazo de Farré, clavamos empate. Nos fuimos. Y aquí es cuando empieza la parte de la historia en la que no se puede despegar la realidad de la leyenda. Salimos de la cancha. Todos los colectivos esperando a sus respectivos viajantes. Nos vamos a comprar una gaseosa en un quiosquito al frente de la cancha. Meta comprar gaseosa, meta hacer sociales (con la simpatía que nos caracteriza), meta boludeo. Pagamos y caminamos hacia el sector de colectivos. Mierda! Puesto que no había ni uno ya. No nos alteramos demasiado. Y digo “¿ese no es nuestro colectivo?”, y obtengo como respuesta un “naaa”. Pa colmo que no veo ni bosta de lejos, abro bien el diafragma, tengo un tiempo de 30seg de obturación, no pestañeo ni por puta, hago un esfuerzo infrahumano y logro leer en el culo del colectivo: “Beggia”. Acto seguido: “Corréeee la concha e´su madre se nos va el bondi!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!” Papáaaa, Usain Bolt era un porotazo al lado nuestro, corriendo al mejor estilo película de escape yanqui entre los autos, saltando lo que se nos cruzara, nos faltó no más cruzar por el techo de un móvil policial (nuestro colectivo era el último, por eso teníamos el chorizo de móviles y motos detrás cumpliendo el operativo) y la hacíamos completa. Pasamos 10cm el frente del colectivo y nos cruzamos: o se van con nosotros, o nos pisan y no se van nada. Gracias a Dios, se fueron con nosotros. Estuve 20 minutos tratando de recuperar el ritmo de respiración normal. No solo que se nos iba el bondi, sino que con lo que teníamos de guita, no llegábamos ni a San Telmo. Pero ya estaba, estábamos sentados en el colectivo, emprendiendo muy felizmente el retorno. Todo siguió con calma. Poco se cantaba, más bien se comentaban las jugadas del partido y demases. Y ahora reaparece el famoso Praliné, quien pronuncia “nos dejamos al rengo”. El resto de la muchachada respondió con risas. Insistió: “nos olvidamos al rengo”. De nuevo nada, solo risas. Nadie le daba pelota. Hasta que empezó con más insistencia “nos dejamos al rengo, lo dejamos allá, volvamos” – “cállate Praliné, deja de hinchar los huevos” – “de verdad lo dejamos, nos tenemos que volver, es de los nuestros” (claro, como un pirata iba a abandonar a otro). Todos se cagaban de risa, pero nadie tomaba el hecho con seriedad; Praliné taba chupado y verlo con una botella de gaseosa rellenada con cerveza gritando “nos dejamos al rengooo” no era muy creíble. Aunque mi abuela decía “los borrachos y los niños dicen la verdad”. Parecía que éste no la decía, o al menos, nadie le creía. Hasta que otro dice “es verdad, falta un chabón” y empezamos todos a cogotear, a ver quien faltaba, empezaron los murmullos y todos se fijaban si tenían a los que habían tenido en el viaje de ida a su alrededor. Praliné baja a decirle a Darío, pero éste no le cree. Praliné sube y sigue “nos dejamos al rengo, la concha e´su madre, como lo vamos de dejar, es de los nuestros, lo tenemos que buscar, como se va a quedar así, es mi amigooo”... Vuelve a bajar, Darío sigue sin creerle. Sube Praliné: “este culiado no me cree, le toy diciendo que nos dejamos al rengo, si vino con nosotros, como lo vamos a dejar”. Así que otro se levanto y fue a decirle a Darío que lo del rengo era verdad. Ahí Darío cree la historia (Praliné taba chivazo) y sube a ver. Darío le pregunta cómo se llama, Praliné responde “que se yo como se llama - ¿no es tu amigo? -No! Que va a ser mi amigo ese rengo culiado, encima lo dejamos allá - ¿no decís que es tu amigo, y no sabes cómo se llama? – Que carajo voy a saber cómo se llama ese rengo la reputa madre, si lo conocí acá, que le voy a preguntar el nombre, si no me lo quería levantar, era pa chupar no mas, y pa alentar, porque es de los nuestros” y la cosa se transformaba en una conversación de locos. El resto no dabamos más de las carcajadas. Aparentemente de verdad faltaba uno. Así que Darío baja y vuelve a subir con la lista. Toma lista al mejor estilo colegial, pero claro, nadie sabía como joraca se llamaba el rengo, así que nombro a todos, y por descarte, salió el nombre del rengo, el cual no recuerdo… Y si, la noticia se confirmo: FALTABA EL RENGO. Uhhh ahora había que aguantarlo a Praliné con su discurso, “no puede ser chabón, dejamos a uno de los nuestros (mientras se pegaba en el pecho, como si cantara el Himno Nacional), como le vamos a hacer esto, se quedo allá, no se rían manga e´culiados, ustedes porque no se quedaron, y el otro papudazo que no me creía, le toy diciendo, nos dejamo´al rengo, y ni pelota el gil, claro, baja el otro otario y si le cree, la concha e´su madre, tres horas diciéndole que nos dejamos al rengo olvidado, como lo vamos a dejar así, vino con nosotros, es de los nuestros, dejen de reírse hijos de re mil puta, te causa gracia que se haya quedado?? Por qué no te quedas vos y que vuelva el rengo… “y así estuvo como 40minutos. Mientras él despotricaba furiosamente, el resto estábamos sumergido en una tentación que en cualquier momento nos cagabamos encima, no por el pobre rengo, sino por este personaje que estaba chivazo. Después se la agarro con el que había viajado al lado del rengo a la ida “pedazo de culiado, ahora venís a decir que te parece que falta, 12 horas sentado al lado del otro y no te vas a dar cuenta, no te vas a acordar, papudazo” para colmo, citaba las palabras del otro con vos de lero lero “no se, no me acuerdo” y movía la cabeza como los perritos de los autos, ajajjajajajaj se iba a la bosta. Hasta que le preguntan qué fue lo que paso realmente. Y aquí voy a trasladar lo que me acuerdo de su relato. Y acá es donde se termina de ir a la bosta el muy hijo de puta.
Dice “estamos con el rengo, comprando una cerveza, yo agarro la cerveza y la empiezo a pasar a la botella de plástico, porque no nos prestaban el envase, entendé? Entonces el rengo saca la plata para pagar, y en eso siento un grito y veo que el colectivo se iba, ahí no mas dejo el envase y salgo cagando, y me subí al colectivo, pero el rengo no pudo correr y se quedo pagando” jajajajaja que manera de descostillarnos de la risa.
- “o sea que sos un culiado Praliné, estas tomando la cerveza que pagó el rengo”
- “No chabón, porque la compramos a media porque a mi no me alcanzaba entonces le dije si quería tomar una birra conmigo que pagábamos a media, y el chabón me dijo “la pago yo”, entonces se puso a pagarla, pero el colectivo se iba, entonces yo salí corriendo, no me iba a quedar ahí”
-“¿y por qué no le avisaste al rengo??”
-“ porque es rengo y no puede correr culiadooooo. Además tenía que pagar la cerveza”
Jajajjajajajajajajajajajajajaja, para colmo, los otros eran muy hijos de puta, y le preguntaban cosas para indignarlo y Praliné se sacaba y re puteaba. A todo esto ya habíamos pasado Retiro hacia como dos horas, a eso sumale el control policial que no te deja desviar ni nada, olvidate, chau rengo, se quedó en Quilmes no más.
-“porque no le dijiste a la policía que lo acerque hasta el colectivo”
-“porque salí cagando chabón, ¿no entendé? ¿Que queré? ¿Qué me quedara?
-“uhh Praliné vividor, tas chupando la cerveza que pagó el rengo, culpa de esa cerveza que estas chupando el rengo duerme esta noche en Buenos Aires… ¿Por qué no lo ayudaste y lo trajiste?”
- “y porque tuve que salir corriendo culiadooo”
Y Praliné que se sacaba cada vez que le decían algo. Para colmo, ya se había tomado la cerveza que había garpado el rengo, y ahora tenía sed y quería agua, pero había solo una botella de agua congelada, así que entre las puteadas, y sus suplicas por el rengo, gritaba “tengo seeeeeee, tengo seeee, descongélate la concha de tu madre, agua culiadaza, y me cago en el papudo este, tres horas diciéndole que nos dejamos al rengo, y el otro culiadazo diciendo no se, no me acuerdo quien venía a mi lado, pedazo de pajero, nos dejamos al rengooo, nos dejamos al rengooo, tengo seeeeee”. Lo más gracioso era que por ahí se contradecía, y cuando le hacían ver que la cerveza que se estaba chupando la había pagado el rengo, a quien ni si quiera había ayudado a llegar al colectivo, se enchivaba mas y puteaba peor. Hasta que en un momento el sueño se apiadó de nosotros (que al principio nos cagabamos de risa, pero después de una hora ya era suficiente) y recayó sobre el cuerpo de Praliné. Muchos nos dormimos, y otros siguieron hinchando los huevos. Pasamos Rosario, tengo entendido, y se nos queda el bondi. Me despierto porque sentí que se apago el motor, pregunté qué pasó y me dijeron que se había quedado sin combustible, así que pegué media vuelta y seguí durmiendo. En eso, el chiste que corría era “ya veo que el rengo se sumo a un auto y ya está en Córdoba” “culiaooo, el rengo va a llegar a Córdoba antes que nosotros” “ya veo que pasa el rengo en un auto a los bocinazos y nos dice, chau manga de otarios”. Jajajajaja, me cagué un rato de risa y seguí durmiendo. Cuando estábamos entrando a Córdoba, ya la mayoría estábamos despiertos, eran cerca de las 8 y chirolas, Praliné se despertó, no solo que había recobrado sus energías porque había descansado, sino que tenia mas alcohol (que no se de dónde sacó) así que empezó a hinchar los huevos, que había que cantar, que se yo, la cuestión que le decían “deja de hinchar los huevos Praliné, rajá de acá” y en un momento uno le dice haciéndose el dolobu “deja de joder rengo, eh! Digo! Praliné” ¿para queeeeeeeeeeeeee? Empezó de vuelta Praliné “el rengo! Nos dejamos al rengo! Como le vamos a hacer eso, era mi amigo, es de los nuestros, pobre rengo, no se rían manga de culiados, vuélvanse ustedes y quédense en Buenos Aires papudazos” Uno gritaba “para que lo hacen acordar culiaooo” y Praliné siguió con sus puteadas y sermones, hasta que se bajó, por suerte, antes que finalice el recorrido. Como nos hemos re cagado de risa por Dios. Gritaba “el rengoo, nos olvidamos al rengoo” al mejor estilo “nos fuimos a la Beeee”. De todas maneras, si el rengo llega a leer esto, quiero que sepa que siempre pensamos en él, y que rogamos que haya podido volver a la docta sano y salvo. Eso si, que nunca más se quede garpando birras. Jajajajaja.
~•TrapiTo•~ Nadie es capaz, no pueden borrar mis recuerdos, nadie es capaz de matarte en mi alma... Ahora descansá Feli, gracias por tanta vida hermano.
PALESTINA RESISTE