por cuifa » Vie Oct 05, 2018 3:00 pm
Por mas que quieran sacarnos de nuestro lugar
y pienses que solo somos un puñado de idiotas
no no podras quitarnos lo que hicimos ya
ahora somos mas hermanos que antes
ya no podras mirarnos a los ojos mas
nosotros somos amigos, vos que solo estas
por mas que quieras tapar toda nuestra voz
nunca podrás callar esta canción
Y si despues no crees lo que te estoy diciendo
mira mis pies bailando al son de este ritmo
voy a vestirme de traje aunque me vea mal
voy a saltar toda la noche sin parar de silvar
esta lloviendo pero yo no me voy a mojar
mis amigos me cubren cuando voy a llorar
por mas que quieras tapar toda nuestra voz
nunca podran callar esta canción.
"Yo no me sentaría a tu mesa", se titula este tema de Los Fabulosos Cadillacs y nadie de nosotros se sentaría a la mesa de Galleres. Pero esta vez nos dieron una silla en la punta y allí estará el pirata que nunca abandona, enseñando lo que es el aguante en las buenas, las malas, las más o menos, las que sean.
Es que hay algo que nadie puede quitarle a BELGRANO y es su mística, su pasión. Una tribuna, una canción que nunca podrá callarse. Los pies bailando al son de "Esta es la banda de los piratas, la que te sigue de la cabeza, se mueve para acá, se mueve para allá", niños y grandes vestidos con el traje celeste; todos saltando todas las noches. Un conjunto de amigos felices y que se apoyan incluso cuando hay que llorar.
VAMOS BELGRANO, que podamos seguir mirándonos a los ojos y callar a los otros como siempre lo hicimos.
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Futbolísticamente, quería mencionar el tema del estado anímico como un factor clave en el fútbol. Yo creo que si no hubiéramos perdido aquella serie de la Sudamericana con Curitiba, no hubiéramos ingresado en el tobogán que hoy hace que estemos mirando de nuevo la calculadora.
Con esto me refiero a que si bien coincido en que el gran problema con Bernardi no son los resultados sino que uno no puede descubrir a qué carajo quiere hacer jugar al equipo, un triunfo puede ser un empujón para que la idea (si la hay) aparezca.
A veces no es sólo el trabajo en la semana, sino que el impulso que da un triunfo de este calibre es grande. Recuerdo por ejemplo el año 2006, cuando el BELGRANO de Ramaciotti venía a los tumbos, y metió un sprint final tremendo justo después de darle el vuelta el clásico a las gallinas.
Ese equipo de Rama, antes de ese derby, jugaba a lo mismo que jugó después, pero se le infló el pecho de tal manera que se tornó imparable.
No digo que un triunfo el domingo pueda provocar el mismo efecto, pero creo que sí ayudaría a que hasta la suerte nos sea un poquito menos esquiva.
Sdos.
Si el perro es manso come la bazofia y no dice nada, le cuentan las costillas con un palo a carcajadas!
Demasiados los moretones, muy pocos encantamientos, son tantos los cocineros que joden la sopa...
Bernardi probó tres variantes y así formaría Belgrano ante Talleres
