por FacuZara7e » Dom Sep 20, 2020 12:41 pm
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Belgrano y las "pifias" a la hora de reforzarse
La última década esta cargada de nombres que pasaron sin dejar rastro y aquellos que jugaron pero los hinchas quieren olvidar.
pocampo
PABLO OCAMPO
Domingo 20 de septiembre de 2020 - 08:10
El histórico ascenso de 2011 en la cancha de River, cuando Belgrano era el equipo de Ricardo Zielinski logró el retorno y el descenso del Millonario, sirve para hacer un antes y un después en lo que fueron las contrataciones del club cordobés. En estos 10 años hubo aciertos y “pifias” que son para recordar. A veces, la fortuna estará presente a la hora de contratar y, en otras, la falta de astucia o conocimiento.
Un pleno
En enero de 2011, con el equipo en segunda, “el Ruso” ocupó los tres cupos con Claudio “Chiqui” Pérez, Ribair Rodríguez y Cristian Tavio. Los tres terminaron como piezas clave en el equipo del ascenso. Y este fue el último pleno a la hora de reforzarse porque, después, siempre algo falló.
Con el equipo en primera, llegaron varios jugadores pero, entre ellos, hubo dos que no respondieron: Bruno Pezzella, quien no disputó ni un minuto, y Marco Pérez, un delantero con gran capacidad para fallar. El moreno jugó 16 partidos, completó 651 minutos y no marcó goles.
Un año después
En 2012, el equipo del “Ruso” seguía en la “elite” y el DT pedía un delantero de área. Allí alguien pensó en Juan Martín, aquel grandote que será recordado por haber atajado en la cancha de River en un 2-1 a favor de los cordobeses, cuando Olave había sido expulsado. Cuatro partidos y 56 minutos fue su aporte.
Con él estuvo el uruguayo Sergio Rodríguez, marcador central que jugó dos temporadas en la “B”, completó 29 partidos y nunca dio la seguridad que se esperó de él.
En 2013, dos fueron noticia por su magro aporte a la causa. Diego Ftacla, un volante de juego que deslumbró en Nueva Córdoba, no por su manera de jugar precisamente. Completó 18 minutos en dos partidos. Y_después Jonathan Santana, otro que aportó poquísimo, porque en dos partidos alcanzó 90 minutos.
Un trago con su nombre
En 2014, la “B” sorprendió con la contratación del hondureño Jerry Bengtson. Un delgado delantero que apenas alcanzó a completar 327 minutos en 15 partidos y marcó un gol. Su legado fue dejar en Güemes un trago con su apodo: “el Avestruz”, bebida que fue bautizada por un dirigente de aquellos años.
Carlos Soto, lateral, con un partido y 75 minutos, junto a Federico Pintos, quien no jugó, son de ese año.
En el 2015, un delantero fue “resguardado” en un departamento en barrio General Paz para poderlo sumar al equipo en cuanto el libro de pases abriera: Luciano Becchio llegó, jugó tres partidos (28 minutos) y un sábado por la mañana rescindió, tras dos meses en el club.
El 2016 tuvo a Adrián_Argachá, un lateral uruguayo que en 7 partidos completó 630 minutos.
Recta final
El verano de 2018 marcó algunos arribos que fueron especiales. “El Armenio” Mauro Guevgeozian jugó 11 partidos, marcó dos goles en 685 minutos y se fue en silencio. En ese mismo mercado arribó Jonás Aguirre, quien alcanzó la docena de partidos, un par de goles y nada más.
Pero la peor cosecha de malos resultados se dio a mitad de año en 2018: Adrián Balboa, a quien se le compró la mitad de la ficha (cerca de 450 mil dólares), hizo un gol, estuvo seis meses y fue prestado para que ya no regrese. Miguel Martínez vino y no pudo nunca sobreponerse a sus complicaciones físicas. Jugó 5 partidos antes de anunciar su retiro.
Otro de los del fondo que no dio resultados fue Hernán Menosse, quien estuvo medio año y se fue. Y el más recordado es Sebastián Olivares, “Cebolla” dejó su dolorosa marca y aún los hinchas lo sueñan. Por último, Matías Nani, quien jugó de central y de lateral por izquierda, pero demostró poco. En la línea media se contrató a Gastón Gil Romero, 9 partidos y 440 minutos, y Denis Rodríguez, que jugó apenas 469 minutos.
El último año
El 2019 es para los Piratas el año del descenso y el de Gabriel Gudiño (352 minutos); Anthony Uribe (“Matatán”), quien nunca se acomodó al fútbol nacional; y Diego Mendoza, recordado por no haber marcado ningún gol en 10 encuentros. Y_cómo olvidarse de Enrique Borja: llegó, se lesionó, casi no jugó y se fue.
Con el equipo en segunda, hubo algunas contrataciones que llamaron la atención: Carlos Franco sorprendió apareciendo para ocupar el lugar de Acosta, jugó poco y mal. Se fue en plena pandemia. Gabriel Peñalba no encontró espacio en el equipo y el parate terminó de empujarlo a dejar el fútbol. Gastón González no estuvo a la altura y Ricardo Noir tuvo un paso con demasiados altibajos.
Se fueron y colgaron
El marcador Miguel Martínez y el volante central Gabriel Peñalba son dos de los refuerzos que después de estar un tiempo en el Celeste, y de jugar poco, resolvieron dar un paso al costado, rescindir sus contratos y alejarse de la actividad.
Ausencia perfecta
El jugador uruguayo Federico Pintos, surgido en Defensor Sporting y con pasado en Godoy Cruz, llegó y fue titular a lo largo de un semestre en la reserva, pero no alcanzó a disputar ni un minuto en el equipo principal y se fue.
Vinieron y se fueron
En 2016, Mariano Barbieri llegó y estuvo un par de temporadas, jugó 32 partidos, pero nunca se afirmó. Y_Neri Bandiera es otro que jugó casi nada, apenas siete juegos y muy poquito para quedar en el radar de la gente.
Con saldo negativo
El peruano Hansell Riojas jugó poco y tuvo pocas chances. En el rubroi de no convencer, más allá de lo que jugaron se encuadra: Jonathan Ramis, Joel Amoroso y Epifanio García. Después, Mauricio Cuero y Marcelo Herrera, nunca se comprometieron con la causa. Juan Patiño no tuvo lugar en el equipo por decisión del DT.