El viernes, dos horas antes de la partida del vuelo que sellaría con impunidad el vínculo entre los barras y la Selección, Ramón Ortiz se presentó junto a 21 violentos en el mostrador de South African Airways. Despachó el único bolso que llevaba y vio que le habían asignado el asiento 72, fila G. Estaba contento: iría sentado detrás del Gusano Ariel Pugliese, empleado del Indec desde la intervención de Guillermo Moreno, informal custodio de Messi mandado por la AFA y hombre con manejo en varias barras: Chicago, San Lorenzo y San Martín de Tucumán.
Al toque sonrió de nuevo: su amigo Daniel Salto, alias Cinco, mano derecha de Marcelo Aravena, capo del grupo Lomas de Zamora de La Doce, se sentaría detrás suyo. A su lado irían Eduardo Luis Cóceres, alias Loby, y Lana, dos personajes clave en La Doce del Abuelo que siguieron junto a Di Zeo hasta que éste cayó en prisión. No la iban a pasar nada mal en el viaje, pensó.
Tras los trámites de preembarque, se relajó. Y quizá por eso se fue de boca.
Mientras los medios estaban apostados cerca de la pista de Ezeiza esperando al plantel, los profesores de Taller de Radio II de Eter mandaron a sus alumnos a hacer de movileros para un programa interno de la escuela. Un par de ellos debían hablar con quienes viajaban en el mismo vuelo del equipo. Y entre los diversos testimonios, uno fue el de Ramón Ortiz. Y fue impactante. Porque el barra de La Doce dijo textualmente: "Yo viajo como parte de un grupo de 43 y somos la hinchada oficial de la Selección. Es mentira que estamos bancados por el Gobierno. Y tampoco por la AFA. Nosotros tenemos el arreglo directo con Maradona y Bilardo. Fuimos a ver todos los partidos de esta Selección, inclusive el último en Cutral Co, donde pasó lo de Palermo, que se accidentó (una esquirla de un petardo lanzado por la barra le lastimó la pera, pero para Ortiz "se accidentó"). Esto estaba programado hace un mes, el viaje, todo y nuestras cosas las arreglamos con ellos", tiró en el audio al que accedió Olé.
La confesión de Ortiz contradice las declaraciones del manager de la Selección, quien ayer le dijo al enviado de Olé, Sergio Maffei, que "Diego y yo no tenemos relación con la barra. Ni sabíamos que venían. Averigüen quién les vendió los boletos. Nosotros no fuimos".
Siguiendo la lógica de Bilardo, no parece tan sencillo conocer quién financió el viaje. Olé averiguó que los tickets fueron emitidos por el mayorista de turismo Eurovip’s y que un agente free lance hizo los contactos. Los pasajes, cuya fecha de regreso es 18/7, fueron pagados en efectivo, operación que se realiza cuando no se quiere dejar rastro sobre el origen de los fondos, que no pasaron por entidad bancaria ni crediticia alguna.
Otro hecho que pone de manifiesto Ortiz es que ellos fueron a todos los partidos desde que Maradona asumió como DT y el Narigón como manager. Cierto: en el proceso de Basile no había barra oficial, que se gestó a partir del debut del Diez ante Venezuela por la Eliminatoria. Ese día, Aravena organizó la entrada de 400 barras. Un dato sugestivo que no debería pasar por alto el juez Martínez de Giorgi, que lleva una causa sobre quién banca a la barra oficial, que usa ropa de la Selección, tiene un dirigente del Ascenso haciendo de nexo en AFA y toca bombos del sindicato Utedyc, filial Buenos Aires, que lidera el kirchnerista Héctor Garnier.
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