por Willy » Vie Jun 01, 2018 5:33 pm
Sin que Bernardi sea particularmente de mi agrado, les propongo dos juegos para analizar la llegada del nuevo entrenador.
El primero:
Busquemos una alternativa en vez de Bernardi. Porque todos estamos de acuerdo en que esperábamos algo mejor que él para este momento decisivo del club. Ahora, miremos el mercado. ¿A quién hubieran traído? Somos un club que no tiene mucho para ofrecer a un entrenador con espalda, chapa o prestigio. No vamos a jugar ni una copa internacional, ni la Copa Argentina, y vamos a pelear el descenso el año que viene. ¿En serio se piensan que un técnico como Alfaro (el único que generaba un cierto consenso) va a venir a Belgrano? Tiene ofertas de Huracán, que juega Libertadores, y Peñarol. Entonces, repito: ¿a quién traían? ¿Osella? Cambia totalmente el estilo al que viene acostumbrada la base de este plantel. Además de que, honestamente, no garantiza nada. Tampoco es Sabella o el Patón Bauza, para que amerite cambiar la idea. ¿Asconzábal? ¿De verdad les parece mucho más que Bernardi? Las otras opciones que se mencionaron eran Sensini, Gorosito, Pumpido... A estos no hace falta ni analizarlos, ¿no?
Es muy fácil putear la contratación de un entrenador. Pero propongamos alternativas, gente. Porque putear por putear es muy fácil. A mí no se me ocurre nadie. Era o un tapado o los que mencioné en el párrafo anterior.
Segundo juego:
Hagamos memoria y repasemos la recepción que tuvieron los últimos entrenadores de Belgrano, y sus posteriores resultados:
-Zielinski. RECEPCIÓN: Indignación general. Venía con el único currículum de ascender con Chacarita e irse luego de perder todos sus partidos en Primera. Era el técnico de Patronato, un equipo que lejos estaba de aspirar a jugar en Primera como ahora. Arrancó con muchísimas dudas y se hacía fila para putearlo. RESULTADOS: Hoy es, quizás, el mejor entrenador de la historia del club.
-Teté González. RECEPCIÓN: En general, optimismo. Siempre se había mostrado como alguien que entendía el juego, que venía preparándose hace varios años en la reserva y entendía lo que quería Belgrano por la cantidad de años que tenía en el club. En general, se vio como una sucesión natural que el club tenía pensada hace tiempo. Llegábamos con un colchón de puntos interesante para probar el nuevo estilo. RESULTADOS: Decepción. Lo único bueno que consiguió fueron las dos semanas en que le ganamos a Unión, Estudiantes y Coritiba allá. Antes de eso, muchas dudas y pocas ideas. Después, un bajón estrepitoso del que nunca pudo reponerse, luego de la caída por la Sudamericana en Córdoba.
-Madelón. Acá el único "acierto" de la hinchada. Llegó con muchas críticas y su paso fue paupérrimo.
-Méndez. RECEPCIÓN: Excelente. Coincidencia en que era el técnico que necesitaba Belgrano. Inclusive, en los primeros partidos, nos enamoró su carácter fuerte, y sus declaraciones de compromiso con el club. Lo queríamos, en general, por mucho tiempo en Belgrano. RESULTADOS: Otra vez, decepción. Se fue por la puerta chiquita, con declaraciones contradictorias y un equipo que tenía buenas intenciones y mostraba mucha actitud pero nulo juego.
-Lavallén. RECEPCIÓN: De nuevo, lluvia de críticas. Venía con pasos por equipos menores y salidas intempestivas sin muchas explicaciones. No tenía grandes resultados en lo númerico y era visto como un desconocido total. RESULTADOS: Pese a la salida espantosa, existe un reconocimiento general por sus resultados, tanto en lo numérico como en el juego. Sin dudas, el mejor entrenador post-Zielinski.
¿A qué quiero llegar con esto? En primer lugar, ningún técnico te garantiza nada. Son sobradas las muestras, tanto en Belgrano como en otros equipos, de entrenadores a los que le va muy bien en un equipo y les va pésimo en otro. Las razones las podemos debatir otro día, pero en general a los técnicos que les va bien en todos lados son inalcanzables para nosotros. Los demás, repiten sus altos y bajos en los diferentes clubes por los que pasan (como Bernardi, al que le fue muy bien en Godoy Cruz y pésimo en Arsenal). Lo segundo que quería decir es que tenemos que reconocer que los hinchas nos equivocamos seguido en este aspecto. Hagamos un poco de autocrítica, veamos cómo fue nuestra reacción con los últimos técnicos de Belgrano, y cómo nos equivocamos seguido.
Con una mano en el corazón, no pienso que la de Bernardi sea una elección descabellada. Insisto en que no es de mi total agrado, y que me hubiera gustado un técnico estilo Alfaro (que, repito, era imposible de traer). Pero creo que, de los traíbles, es el mejorcito. Tiene pasos por clubes importantes de Argentina, una idea de juego similar a Lavallén y Méndez, dos participaciones en Copa Libertadores (con pase a octavos de final con Godoy Cruz, y lo echan luego de perder contra el campeón Gremio), y un balance numérico (46%) más que aceptable. Las críticas y las dudas las tenemos todos, y no las voy a repetir acá porque ya las sabemos. Pero veamos el vaso medio lleno, hagamos memoria y, sobre todo, apoyemos, porque no queda otra en este momento.
Abrazo.