por agustin_alesso » Lun Ago 03, 2009 10:24 pm
Aqui les dejo un cuentito de mi libro...
Un abrazo y espero que les guste
Ni la violencia
En este mundo tan poco permisivo, donde la menor discrepancia se resuelve a golpes de puño, y el contrario deja de ser rival para convertirse en enemigo, existe un caso en el cual el amor pudo más…
Hay almas cuasi-famosas dentro del ambiente futbolero, otras que de vez en cuando saludan a algún conocido y otras que sin pena ni gloria concurren al estadio.
Este era el caso de Mariano Kirko, un hombre de veintisiete años fanático de Belgrano, que hacía lo imposible para ir a ver al conjunto que normalmente se viste de celeste, con su gorrito y su camiseta. Dicen los más viejos que en sus años de cancha, siempre lo habían visto con el mismo atuendo, como para no cortar la cabala.
Nuestro homenajeado era muy metódico, siempre bajaba por la Hualfin hasta la costanera desde allí caminaba hasta el puente lo cruzaba y haciendo un par de cuadras mas llegaba hasta su hogar.
Pero la última vez que Kirko asistió a la cancha todo fue distinto.
El Gigante de Alberdi albergaba miles de almas que aglutinadas se unían para presenciar el espectáculo mas importante del siglo.
De regreso a su hogar Mariano se vio en medio de la intolerancia, en medio de la violencia de la pasión, resultando herido de bala; como una burla cruel del destino la bala de la intolerancia y la violencia golpeo en el corazón futbolero dejándolo al borde del abismo.
Lamentablemente no existió milagro para él.
Miles de hinchas luego juran haber visto a Mariano arengando a los jugadores mientras hacen el precalentamiento, otros simplemente dicen que los ha abrazado para festejar un gol.
Yo he sido uno de ellos.
Y como si nada se retira de la cancha yéndose por el mismo camino, desvaneciéndose en el aire entre medio de toda esa marea de piratas.
Ni el odio, ni la violencia pueden cortar el verdadero espíritu del hincha.