Al cumplirse el 15º aniversario del atentado a la AMIA, no hay ni presos, ni sospechosos, ni procesados, ni aquí ni en el exterior, por el crimen de terrorismo de Estado más brutal que se recuerde durante una democracia. A este resultado concreto se llegó después de tantos años de haber puesto la supuesta investigación del atentado al servicio de los intereses de Estados Unidos, Europa e Israel.
Por eso siguen la impunidad y el encubrimiento.