Porque lo digo, sencillamente porque según la Sra. Estela Carlotto, quién arremetió contra la Dra. Molina por decir la verdad sobre la difusa y poco clara determinación de lo que son "dictaduras" para las madres o abuelas de pañuelo blanco, habría "que hay que llamar a silencio a estas voces, tendría que disfrutar a su familia".
Osea, una mujer que supuestamente ha sufrido los embates de un estado totalitario ahora tiene la "autoridad" -no se donde la obtuvo- para "llamar al silencio" o directamente "censurar" de manera arbitraria las opiniones que son consecuentes con las de ella.
Ahora porque saltó la Sra. Carlotto a pedir que no hable a la Dra. Molina, sencillamente porque lúcidamente la médica cubana dijo lo que todos sabemos y que no entiende porque las madres y abuelas defienden a una dictadura de izquierda como la cubana pese haber sido víctimas de una dictadura de derecha.
Lógicamente el zurdaje autóctono no digiere como una enorme contradicción como la señalada y entonces erigiéndose en censores de lo que la población debe saber u oir piden llamar al silencio a aquellas voces que desnudan incoherencias alimentadas con odio y con el aval de una memoria hemiplégica que asusta.
En una entrevista publicada hoy por el diario Perfil, la médica aseveró que en Cuba hay "una dictadura de izquierda, mientras que la que hubo acá [en la Argentina] fue de derecha".
"Sé que no iban a hacer nada [las Madres] porque el que reverencia tanto a aquella dictadura demoniza a quienes pensamos diferente. Las Madres han sufrido mucho, han luchado por sus familias y eso merece el mayor respeto. No las quise irritar, y por eso no recurrí a ellas", puntualizó Molina.
Fuertes cruces entre las Madres de Plaza de Mayo e Hilda Molina
Me gustaría ver a las Bonafini y a las Carlotto manifestando por las calles de La Habana en defensa de los presos y asesinatos políticos y en favor de los derechos humanos y de la libertad. Allá está la agrupación de las "Damas de Blanco" -cuyos maridos son presos políticos- o Yoani Sanchez con quienes se pueden solidarizar y tender una mano para ayudar a quienes están oprimidos bajo un régimen totalitario.
Seguro que no pasan del aeropuerto y van derecho a la cárcel!! con sus pañuelos puestos como mordazas, o les cabe alguna duda sobre esto?
La Dra. Hilda Molina por su parte y desde que llegó se ha mostrado prudente, respetuosa y agradecida. Al país ingresó legalmente y nadie en el foro pareció alegrar dicha llegada, porque habría ahora de preocupar que la censuren salvajemente y a modo de amenaza.
Por otra parte la médica cubana no ha ofendido a la Argentina ni a ninguna de sus Instituciones, nada más ha expresado una opinión a un periodista argentino, que la publicó en un medio privado argentino "...sin censura previa..." (CN, art 14); distinto fue lo del señor Fidel Castro, en febrero de 2001, cuando llamó "lamebotas" al señor Fernando de la Rúa y a su gobierno: ese "comportamiento" sí fue una ofensa a la que, como ciudadano, jamás le otorgaré el beneficio "del olvido".
Reitero, como argentino le pido disculpas Dra. Hilda Molina por la intolerancia y el injustificado intento de censurarla que ha sufrido de una resentida parte de nuestra sociedad. Por favor no se llame al silencio y opine libremente, este es un país libre y no como algunos energúmenos lo quieren presentar ridiculizando nuestro Carta Magna montados en la ignorancia y la intolerancia.
Saludos