Sergio Schoklender mató a sus padres el 30 de mayo de 1981. El 30 de mayo de 2011, treinta años después, intentó matar a las Madres: ese día dijo: “Yo renuncié, no me echaron”, y comenzó el escándalo. Las Madres no tuvieron, en décadas de existencia, peor enemigo: Schoklender dilapidó sus recursos, se enriqueció, favoreció a sus amigos e inició luego un histérico raid mediático, plagado de mentiras e inconsistencias.
La frialdad de la primera entrevista con Clarín (que muchos interpretaron como un “mensaje”, justo él hablando con el “monopolio”, como lo increparon por Radio Nacional) contrastó con las últimas en los programas de Maximiliano Montenegro y en el de Tenembaum y Zlotogwiazda. Su discurso se volvía errático y confuso y no podía responder preguntas simples; los nombres de las empresas y los testaferros se mezclaban, y –mientras una decena de periodistas de distintos medios chequeaban uno a uno sus dichos– su argumento se derrumbaba como un castillo de naipes.
Ya el Gobierno, que al comienzo había insistido en guardar silencio y señalar una conspiración, comenzó a virar lentamente su posición: primero fue Randazzo quien pronunció la palabra “dudas”, luego Timerman, quien rompió su habitual obsecuencia, y finalmente Cabandié, quien pidió que se hiciera justicia. El secuenciador de la Cámara Federal volvió a caer en el juez Norberto Oyarbide, que debería jugar semanalmente a la lotería: se volvería millonario en meses. Es cierto que sus posibilidades de salir en un sorteo se duplican, ya que se encuentra a cargo de dos juzgados (en uno de ellos como juez subrogante casi eterno, con un salario del 33% del titular) aunque fuentes inobjetables del Palacio de Justicia aseguraron a este diario que el sorteo tiene siempre una ayudita manual: el secuenciador elige un número con lógica random, pero se trata simplemente de volver y volver a prenderlo hasta que sale el numerito que tranquilice a todos.
“Esta vez vamos a ir a fondo”, aseguraron a PERFIL fuentes oficiales. El viernes, a pedido del fiscal de la causa, Oyarbide allanó a Schoklender y ordenó que se le impida salir del país. Así comenzó a ventilarse un secreto a voces: el Gobierno lleva años sabiendo de las irregularidades en la constructora de las Madres. Fue esa preocupación la que llevó allí a Felisa Miceli, después de la bolsa en el baño. El zorro en el gallinero llegó a ordenar las cuentas y, como se informó el pasado domingo, dio en 2007 y 2008 con sobregiros de 10 y 20 millones de pesos. Pero eso era sólo la punta del iceberg.
RAPI-SERGIO REMISES
Ana Valeria Schoklender, hermana de Sergio y Pablo, cambió su apellido a fines de los 80. Formuló, a la vez, un planteo de impugnación de herencia por desheredación. Era obvio: los hermanos habían matado a sus padres y no podían heredarlos.
—Usted salió de la cárcel en el 95 con lo puesto...–le dijo Maxi Montenegro a Schoklender en el Canal 26.
—No tenía nada. Y me dediqué a trabajar(...). Puse un estudio jurídico...
Si fuera cierta, la historia de Schoklender sería similar a la de Henry Ford o John D. Rockefeller: en 16 años –según él mismo aseguró–podría comprarse un avión o una Ferrari.
–Se ha puesto la mirada en usted porque se lo ha visto...–siguió Maxi.
—Porque vivo bien.
—Porque se lo...
—Porque gano bien.
—Porque se lo vio en un yate de 14 metros valuado en 420 mil dólares y viajando en aviones privados...
—En principio yo gano bien, tengo buenos ingresos.
—Empecemos desde el principio...
—No tengo aviones privados ni yates.
—¿No?
—Pero estoy en condiciones de tenerlos...
El hombre que se recibió de abogado y psicólogo en el Centro Universitario de Devoto se declaraba un “ingeniero frustrado” con visos de Thomas A. Edison: de pronto su fortuna se acumuló gracias a una serie de patentes que lo hicieron riquísimo. ¿Por qué en aquellos años de sombra no estudió ingeniería? Nunca lo aclaró.
Mientras insiste en que comenzó a amasar su imperio desde un humilde estudio de abogados, el pasado parece desmentirlo: es persona no grata en Río Tercero, donde desembarcó después de la explosión en la fábrica militar y logró que cerca de 200 víctimas le confiaran su representación. Schoklender llegó a Río Tercero con otros dos abogados, Daniel Marcelo Gillert y Carina Mermelstein; acordó honorarios y, cuando la causa pasó a la ciudad de Córdoba, desapareció sin dejar rastros. Su socio Gillert era también su cuñado, hermano de su ex novia Juana Gillert, quien declaró en el juicio por el parricidio reconociendo que Sergio le dijo, en el Hotel Normandie, “ya terminamos con los viejos”.
Al poco tiempo creó dos empresas, Regie Royale y Stylo Car, y logró durante unos meses encargarse del servicio de remises en Ezeiza, hasta que ambas empresas quebraron. En marzo de 2003, fue detenido por la policía por conducir un coche robado. El auto, según declaró, pertenecía a Stylo Car. Fue liberado por falta de mérito, pero siguió vinculado al sumario.
MELDOREK, LA PUNTA DEL OVILLO
—¿Vos no tenés nada que ver con Meldorek, definitivamente? –le preguntó Zlotogwiazda en TN.
—Meldorek es una de las tantas empresas para las que trabajo...
—Sergio, cualquiera se puede meter en el sitio de Meldorek y la única experiencia que cuentan es el trabajo que hicieron para las Madres de Plaza de Mayo –terció Tenembaum.
—No, señor.
—Pará, pará, vos eras el apoderado de la Fundación que le daba trabajo a Meldorek...
—No, señor, estás mintiendo –acusó Schoklender, imperturbable.
La empresa de construcción, reforma y reparación de edificios residenciales, servicios inmobiliarios y transporte aéreo de pasajeros Meldorek SA tiene domicilio en Alvarez Thomas 198, 4 piso departamento “M”. La misma dirección de Sergio Schoklender.
Meldorek nació, curiosamente, como un emprendimiento de la tercera edad: fue constituida por las señoras Raquel Averza, de 84 años, e Inmaculada Concepción Fazio, de 71, y avalada por la escribana Marta Cascales, esposa del secretario de Ficción Inflacionaria Guillermo Moreno. El 2 de marzo de 2005, sus autoridades cambian: el presidente es Daniel Laurenti y el director suplente Oscar Gabriel Castillo. La vida del amigo Castillo debe ser materia de estudio en las carreras de administración de empresas: es un ejemplo de movilidad social ascendente y, de evidente bajo perfil, debe ser uno de los empresarios mas importantes del país, por la cantidad de empresas que se encuentran a su nombre. Castillo tiene 41 años, es vecino porteño, trabajó en las firmas Staffing Servicios Audiovisuales, Novita y Lihue Ingeniería, hasta que se iluminó y comenzó su febril trayectoria empresaria.
En 2001 integró los directorios de: Clean Wash Argentina SA, Odifarel SA, Midial SA, Rulema SA, Dialto SA, Einyel SA, Kiwest SA, Maores SA, Padorix SA, Aplink SA, Cators SA, Jiansu SA, Maslim SA, Miuler SA, Yibril SA, España Gourmet SA, Yimray SA, Curatiss MD SA, Ranpak SA, Fedemole SA, Tamorexi SA, Dradan SA, Nidalf SA, Rojastan SA, Surmatex SA, Rivender SA, Etruscan SA, Grilraind SA, Carabagy SA, Marsiena SA, Pinciana SA, Calembel SA, Batister SA, Anorient SA y Dagorlad SA. Treinta y cinco sociedades anónimas.
En 2002 su vértigo lo llevó a participar de: Miskiter SA, Shiglis SA, Roskilde SA, San San SA, Sharetex SA, Sofelian SA, Punkiab SA, Strianex SA, Bonju SA, Laoden SA, Latoyar SA, Mostly SA, Bidles SA, Alfold SA, Scanning SA, Padorik SA, Peinsur SA, Ondamix SA, Noleter SA y Mileter SA. Veinte más.
Al año siguiente, 2003, su ímpetu aminoró: sólo actuó en Papelera Morgan SA, Abelyn SA y entró a Meldorek.
El 6 de diciembre de 2006, Meldorek tuvo un gran año: elevó su capital de 12 mil a 2.022.000 pesos. El 26 de febrero de 2010, fue nombrado Alejandro Abraham Gotkin como nuevo presidente de Meldorek, Sergio Mauricio Schoklender como director titular y Gustavo Adrián Serventich como suplente, y constituyeron su domicilio en Rosales 855 de Ramos Mejía. Gotkin es empleado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, en relación de dependencia, y en los últimos seis meses emitió cheques voladores por $ 453.384,46. Su trayectoria empresaria también es, cómo decirlo, errática o diversa. Participó en 1999 de Envío Express, una empresa de transportes de carga. Luego de Eagle Security & Investigations, de custodia y vigilancia. En 2003 de La Mailu, de explotación de cabañas, tierras y granjas y turística. En 2004, de Yturnet Systems, monitoreo de vehículos mediante satélites. Al año siguiente, de Urban Constructions y más tarde de una academia de esquí. En paralelo al crecimiento de la pauta oficial, participó de Fun Pro SA, de publicidad y propaganda, y el año pasado de Expedition SA, de embarcaciones y navegación marítima y fluvial.
Gustavo Serventich no sólo trabaja en Meldorek. También se encuentra vinculado a Amcor Pet Packaging Argentina SA, una empresa de plásticos con un capital de $ 30 millones y $ 31 millones depositados en el Citibank. Serventich es, a la vez, el piloto registrado en uno de los dos aviones de Meldorek, el Cessna que descansa en el angar Aviaser SA del aeródromo de San Fernando. El copiloto es Fernando Moyo. El avión de Serventich no tiene paz: el 2 de mayo de 2010, por ejemplo, voló Buenos Aires-Resistencia-Punta del Este-San Fernando en el mismo día. El otro avión de Meldorek es un Pipper Chayanne matrícula LV-MNR. Un pasaje al Chaco cuesta $ 983 en Aerolíneas. El mismo vuelo en Schoklender Airlines sale unos $ 28 mil.
Meldorek figura, también, en la lista de los “amigos del poder” que compraron dólares en los agitados meses de 2008, aquel célebre listado que Martín Redrado amenazó con dar a conocer cuando caminaba por la cuerda floja en su cargo del Banco Central. Meldorek compró casi $ 2 millones en dólares: 1.996.150, para ser exactos. Meldorek tiene intereses diversos: también es dueña del colegio de primera y segunda enseñanza Jean Piaget, en Chacarita.
FABRICA FANTASMA
—¿La compra de los terrenos fue hecha a nombre de Antártica Argentina? –preguntó Zloto mientras Schocklender carraspeaba. Se refería a los terrenos y la quinta de José C. Paz.
—Antártica Argentina era una empresa, una sociedad que habíamos comprado en algún momento. En realidad, compramos una sociedad que no tenía funcionamiento.
—¿Habíamos? ¿Quiénes?
—Compré yo y algunos compañeros que trabajan conmigo, ¿sí? Habíamos puesto un poco de plata cada uno.
—¿Compañeros en qué?
—Compañeros de militancia.
Ernesto Cerneaz, uno de los socios de Schoklender en Antártica Argentina SA, creó también la firma Phinisterre SA y fijó su domicilio en Hipólito Yrigoyen 1310, a tres cuadras del edificio donde se encuentran las Madres (y que está registrado a nombre de Schoklender). Phinisterre se dedica a actividades financieras y “construcción de todo tipo de obras”. En su web, en el apartado “arquitectura”, se menciona el “sistema constructivo M2”: el mismo que utiliza la constructora de las Madres.
Los terrenos de José C. Paz y la quinta de 19 cuartos ahora parecen ser de nadie: Schoklender no siguió pagándolos y aseguró haberlos donado a la Secretaría de Adicciones de la Provincia de Buenos Aires, pero el gobierno de Scioli lo desmintió, asegurando que los papeles de compra-venta estaban “flojos”. Los caseros, eso sí, están en relación de dependencia con la fundación de las Madres.
Igualmente confuso fue el destino de la fábrica de paneles “M2”, construida con fondos del gobierno porteño y que nunca se terminó de pagar. El primer cortocircuito entre Macri y las Madres sucedió a poco de asumir el jefe del PRO: suspendió los planes que habían comenzado en la gestión de Telerman y desató la furia de Hebe, que comenzó una protesta en la Catedral. Finalmente terció el gobierno nacional, que llamó a Macri por primera y única vez para girarle los fondos necesarios.
—Fue la única vez que nos dieron un peso y fue para las Madres– dijo a este diario una fuente del Gobierno porteño.
Los planes de las cien viviendas en la Ciudad siguieron, pero el asunto de la fábrica todavía está pendiente y puede transformarse en un escándalo futuro: también durante la gestión Telerman-Cerrutti, el 28 de febrero de 2007 fue creado el Consorcio de Cooperación entre la Fundación Madres de Plaza de Mayo y la Corporación Buenos Aires Sur Sociedad del Estado. La corporación tenía el 50%, las Madres la otra mitad y el acuerdo fue firmado por diez años. Todas las maquinarias y equipos de la fábrica fueron comprados con fondos públicos y las Madres aportaron la licencia de su método de construcción: el M2. Con la llegada de Macri, la relación se tensa y el consorcio se disuelve: firman un acuerdo para que las Madres compren la parte del Estado en $ 32.420.627.
Ya para ese entonces, la administración del Consorcio, que debía ser compartida, estaba sólo a cargo de Schoklender.
—Te imaginás que no podíamos participar de una empresa en la que encima no decidíamos nada y el que decidía era Schoklender– dijo a PERFIL una alta fuente de la Corporación Sur.
El contrato se rubricó en julio de 2008 y se estableció que las Madres pagarían esa suma en cuarenta cuotas mensuales, existiendo la posibilidad de un ajuste en la suma final, sujeto a una valuación del Banco Ciudad. Las Madres recién entregaron la documentación en 2011. Schoklender pagó las primeras cuotas y luego dejó de hacerlo. Al poco tiempo dejó incluso de pagar el alquiler del predio. El propietario del terreno demandó a la Ciudad por el alquiler y Macri y las Madres se cruzaron cartas documento. Finalmente, la Ciudad logró que el alquiler fuera responsabilidad de quienes ocupaban el terreno. Un dictamen de Pablo Tonelli, el procurador porteño, instó al Gobierno a iniciarle acciones legales a las Madres, algo que aun no se llevó a cabo.
“El consorcio nunca tuvo balances de las Madres y nunca se investigó si hubo malversación de fondos. El macrismo resolvió mal este asunto, no le hizo juicio a las Madres para evitar el escándalo”, afirmó a PERFIL el legislador porteño Fernando Sánchez, de la Coalición Cívica. Fuentes oficiales porteñas aseguraron a este diario que están dispuestos a llevar adelante la demanda, “como a cualquier hijo de vecino. De hecho, ya lo hicimos con el terreno y seguiremos adelante con la fábrica”, dijeron.
TIERRA ADENTRO
El talento de Schoklender en la ingeniería y los inventos fue en paralelo con su amor por la tierra: él, su ex mujer Viviana Sala y su hermano Pablo, aparecen como dueños formales de varios inmuebles.
Los Schoklender poseen seis inmuebles en el barrio La Lonja, de Pilar, son todas parcelas de una misma manzana, la rodeada por las calles Fernando Fader, Salguero, Seguí y Benito Lynch. Son terrenos de 20 metros de frente por 80 de fondo. El de Sergio tiene un valor fiscal de $ 125 mil. Pablo tiene dos superficie edificadas de 560 metros cuadrados por unos $ 500 mil y un terreno sin edificar de 44 mil. Y Viviana un terreno edificado de 230 metros y tres baldíos (dos de ellos en Del Viso). Como se dijo, Sergio es a la vez dueño de una parte del edificio de la sede de las Madres, en Hipólito Yrigoyen al 1500, y Viviana dueña de un departamento en Villa Ortúzar, un amplio dúplex con gym y todo.
La única marca que aparece a su nombre en el Registro del Instituto Nacional de la Propiedad Industrial es “MS Sistema Matrices Móviles”, en trámite desde enero pasado. Schoklender abonó al fisco en junio de 2010 $ 3.186 por todo concepto (IVA, Ganancias y Bienes Personales); entre julio y septiembre $ 4.432 cada mes, en octubre $ 6.372 y en diciembre sólo $ 544. En lo que va de 2011 registró pagos por $ 1.551.
Nadie, nunca, hirió a las Madres así.
Investigación: J.L. / Leonardo Nicosia.
jcv63 escribió:INTERESANTE COMENTARIO
Estimado Dr. Ud. que es Jefe de Gabinete, Contador y Abogado, debería conocer el principio jurídico "que nadie puede oponer como defensa su propia torpeza". Le explico lo que significa: la torpeza, falta de cuidado, negligencia, etc. no disculpa o perdona la falta. Nadie puede alegarla a su favor.La Sra. de Bonafini es la Presidente de las Madres y otorgó un poder al Sr. Schoklender, con lo cual es también responsable, jurídicamente hablando, de los hechos realizados por su poderdante. Y no quiero entrar en el análisis de que se utilizaron fondos públicos que debieron ser auditados por la SIGEN y la AGN, porque vamos a entrar en un terreno que conducen a Ud. en primer término, a la Ministra de Accion Social y a la Presidente, finalmente.
FeDe_PiRaTa escribió:Una fundación no es lo mísmo que el Estado. No hay jerarquias y responsabilidad indirecta por el subordinado. Demuestren con pruebas que Bonafini era complice.
FeDe_PiRaTa escribió:No. Supongo que te referis a un representante legal que actua en nombre de la empresa y ahi si lo que el haga en nombre de la misma tiene efectos vinculantes para vos tambien. Pero delitos tipificados en el codigo penal NO. El unico responsable del ilicito es quien lo hubiere cometido, no se extiende responsabilidad a nadie más. Nisiquiera tiene la obligación legal de denunciarlo en caso de tomar conocimiento de lo que ocurre. Todo esto en el plano legal, ahora si quieren defenestrarla porque les cae mal es otra cosa, pero no inventen cosas.
FeDe_PiRaTa escribió:Que viene haciendo desde hace mucho tiempo?; Porque se tendria que presentar de candidata para algo? Para hacer politica tenes que ser candidato de algo?; En serio pones en duda la honestidad de las madres y su compromiso social? Hay que tener mucha autoridad moral para hacerlo, sin duda.
jcv63 escribió:FeDe_PiRaTa escribió:Que viene haciendo desde hace mucho tiempo?; Porque se tendria que presentar de candidata para algo? Para hacer politica tenes que ser candidato de algo?; En serio pones en duda la honestidad de las madres y su compromiso social? Hay que tener mucha autoridad moral para hacerlo, sin duda.
Realmente , ni queriendo puedo pensar que que Hebe y cia ( madres ) trabajen y luchen por dinero legal o del otro.
Pero convengamos que esto que pasa , les quita entidad y es el resutado de haber prostituido su causa en manos de este gobierno , eso se paga y estan empezando a sufrirlo.
En lo referente a manejo de los fondos evidentemente adolecen de capacidad para desarrollar esta tarea ( vivendas sociales y otras cuestiones sociales) tarea que debe realizar el estado y no debe estar en manos de terceros con fines politicos propios , pero con medios economicos del estado argentino , Idem milagro sala , d elia ,, kolina , la campora .
Un abrazo
FeDe_PiRaTa escribió:Una fundación no es lo mísmo que el Estado. No hay jerarquias y responsabilidad indirecta por el subordinado. Demuestren con pruebas que Bonafini era complice.
EN VOZ ALTA
"La investigación debe hacerse a fondo, incluida Hebe"
Luis D'Elía
"Hay que ser muy mal parido para no estar a favor de las Madres"
Héctor Timerman
"Hay que saber llevar el pañuelo, porque atrás están los 30.000 desaparecidos"
Taty Almeida Madres-línea fundadora
"Me duele porque esto puede empañar la política de derechos humanos"
Marta Vásquez Madres-línea fundadora
EL SUEÑO FRUSTRADO DE LAS "CASAS PARA TODOS"
Frente a la Casa Rosada
El 2 de febrero pasado, la Fundación Madres de Plaza de Mayo estacionó frente a la Casa Rosada una casa móvil construida por Meldorek, la empresa que ahora se sabe es de Sergio Schoklender. Era para "obsequiársela" a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que visitaba a su par Cristina Kirchner. Y ofrecerle exportarlas a su país.
En el balcón
Cristina Kirchner sacó a Dilma Rousseff al balcón de la Casa Rosada, junto con Carlotto y Bonafini. La líder de las Madres luego agradecería el "gesto" de haberle mostrado la casa que le habían llevado.
El 24 de marzo
Schoklender fue orador en el acto por los derechos humanos en el Mercado Central. Junto a Moreno, Boudou, Giorgi y Mariotto anunció la construcción de una fábrica de casas móviles en ese predio (donado por el Gobierno).
ALEJANDRO “PITU” SALVATIERRA, PRESIDENTE DE LA JUNTA VECINAL DE LA VILLA 15, CUENTA SU EXPERIENCIA EN SUEÑOS COMPARTIDOS
“Creó más de 700 puestos de trabajo”
Trabajó en la construcción de viviendas que hicieron las Madres de Plaza de Mayo en Ciudad Oculta. Dice que les dieron trabajo a los que todos rechazaban y que el proyecto dinamizó el barrio.
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Por Laura Vales
Ciudad Oculta es el nombre con que se conoce la Villa 15. Está en Lugano, sobre el límite de la Capital Federal, en un apretado espacio de pasillos angostos y zanjas con restos de basura donde se las arreglan para vivir cerca de 16 mil personas. Para llegar a la casa de Alejandro “Pitu” Salvatierra hay que caminar en fila por uno de esos pasillos, hasta la manzana 23. Quien haya prendido su televisor cualquier día de diciembre pasado conoce la cara de Salvatierra, porque fue el referente de los vecinos que tomaron el Parque Indoamericano. Pero antes –justo hasta ese conflicto, porque a raíz de él lo despidieron– trabajó en el obrador que el Proyecto Sueños compartidos de la Asociación Madres de Plaza de Mayo tiene en el barrio. Salvatierra defiende el proyecto por lo que significa para la villa y para los que viven en ella.
–¿Cómo entró a trabajar?
–Yo salía de estar preso. Durante siete meses estuve buscando trabajo, pero por el tema de los antecedentes y de dónde vivía me rebotaban. Estuve dando vueltas por un montón de lugares, inclusive hasta traté de entrar a limpiar los baños en el shopping Spinetto, pero la empresa dijo que tenía la política de no tomar gente con antecedentes. Y estaba a punto de tirar la toalla cuando apareció la posibilidad de trabajar en la fundación de Madres. No en el obrador sino de sereno, en el elefante blanco: cuidaba el pañol donde se guardaban las herramientas, y así empecé a relacionarme con los vecinos, además yo también soy del barrio. Por eso vi que lo que tiene de bueno el proyecto no es solamente la entrega de viviendas, sino todo lo que rodea al programa, porque toman la misma cantidad de hombres que de mujeres y es toda gente que no tiene experiencia.
–¿Cómo se capacitan?
–Vienen los arquitectos y los técnicos para dar los cursos en el horario de laburo. Eso es lo teórico, y la práctica se hace con el electricista, o el gasista o el plomero, ayudando. Inclusive son cursos con certificación de los gremios, hay algunos que llegan a sacar la matrícula.
–Decía que trabajan la misma cantidad de mujeres que de hombres.
–Las mujeres colocan cerámicos, son electricistas, levantan paredes, revocan. El método de construcción no es el tradicional, con ladrillos, sino que se usa una pistola con la que se pone el material. Yo he visto competencias de mujeres contra hombres a ver quién revocaba primero y ¡muchas veces ganaban las mujeres! (se ríe). Pero fundamentalmente lo que hace la fundación es tomar gente de los mismos barrios donde se trabaja. Cuando Sueños compartidos llegó a Ciudad Oculta creó más de 700 puestos de trabajo, entonces muchos pibes que delinquían, que tenían problemas de adicciones, que vendían drogas, consiguieron por primera vez ganarse la vida dignamente. Entrás a todo un mundo que no conocías. Muchos tendrían que haber visto la cara nuestra cuando nos dieron las tarjetas para ir a cobrar, nunca habíamos tenido una tarjeta para cobrar un sueldo. Nos juntamos veinte y fuimos con una compañera administrativa de la Fundación que nos enseñó cómo cambiar los códigos y esas cosas para usar la tarjeta.
Cimbronazo
Si uno levanta la cabeza ve cables enredados contra el cielo y atrás la estructura del elefante blanco, el edificio abandonado en el que nunca llegó a funcionar el hospital más grande del país. En la vereda de enfrente están los departamentos del Sueños compartidos. Doscientos sesenta ya se entregaron y otros están en construcción. La salida de Sergio Schoklender de la Fundación y la separación de otras quince personas que están siendo investigadas con él por la Justicia generaron un cimbronazo interno en las cooperativas. En muchas hubo desconcierto y asomaron conflictos porque el pago de los sueldos se demoró unos días. Finalmente, los salarios fueron depositados este viernes y los rumores de que podría haber un paro, justo en medio de la situación de crisis para la Asociación, quedaron desarmados.
Salvatierra asegura que la gente “bancó porque no es tonta. Las condiciones de trabajo de la Fundación no se tienen en otro lado”. Como ejemplo, cuenta que su hija menor, Kiara, pudo nacer en una obra social. “El parto fue en un lugar espectacular, con todas las atenciones. Mis otros dos hijos habían nacido en el hospital público, con lo que eso implica. Uno se siente más digno. Por eso hay que tener dimensión de lo que significa que más de 700 personas de un barrio como el nuestro, de no tener nada puedan tener un trabajo... Mucha gente que estaba desocupada y se dedicaba a cosas malas ahora tiene una ocupación, cobra, muchas familias estaban dispersas porque había pibes que estaban metidos en el paco y las mujeres se habían ido con sus hijos, los dejaban porque estaban totalmente arruinados, pero ya con un trabajo se empezaron a ordenar en su vida, empezaron a cambiar, rearmaron su familia. Para el barrio fue un cambio: está el Tucumano, que tuvo que abrir otra sucursal de su carnicería, Mario el almacenero, que amplió dos veces el almacén. Inclusive hemos recibido testimonios de la Casa del Audio que tuvo que abrir otra sucursal, porque la gente a raíz de que tenía recibo de sueldo podía acceder a un crédito, empezó a consumir más. Si eso no es inclusión social, ¿qué es inclusión social?
–¿Cuál era el sueldo?
–El de convenio, que hoy está entre 2400 pesos y 2600 para el ayudante de albañil. Otra tema de las condiciones es que hay un comedor donde todos desayunan y almuerzan. Las mujeres que trabajan tienen una guardería gratuita para llevar a sus chicos. Son cosas que se pueden certificar y ver, cualquiera puede ver la guardería, el lugar donde los obreros comen, las condiciones en las que se trabaja.
Condenas
Contra el cordón, se oxidan los restos de un auto. Desde una ventana del tercer piso de los departamentos ya inaugurados alguien reconoce al entrevistado y le grita: ¡“Aguante Salvatierra!”. Desaparece y al rato vuelve a asomarse por la ventana, con un banderín de la Asociación de las Madres. Salvatierra dice que quieren que en el elefante blanco se instale una sede de la Universidad de las Madres. “Sería una puerta para ir para adelante.” Porque la desocupación bajó, pero los trabajos son en la construcción o en empresas de limpieza. “Para dar una idea, el pibe que asomó la cabeza es el que tiene una moto puede hacer motoflete, eso es lo máximo. Entonces, para salir, las generaciones nuevas tienen que aprender otra cosa. Si no, tenemos trabajo, pero nos condenamos a estar en el mismo lugar.”
–¿Cómo era la relación con Schoklender?
–Lo veíamos poco, la verdad, en ocasiones especiales, cuando se entregaba alguna vivienda o si había algún evento. Se dicen muchas cosas, pero para mí si hubo malversación no fue con el pago de los sueldos ni con los tiempos en que se tenían que hacer las obras, porque al sueldo lo cobramos y las casas se terminan a tiempo. Aparte, las condiciones de la Fundación, porque los pibes van, piden trabajo y nadie te pregunta nada, lo único que te preguntan es si tenés ganas de trabajar. Después, tenés que respetar las condiciones de cualquier trabajo, venir a horario, venir en condiciones de trabajar, respetar a tus compañeros. Si vos cumplís con las normas a ellos no les importa si tenés antecedentes, lo que les importa es que quieras trabajar. Si hubo malversación de fondos nosotros no lo notamos, siempre cobramos el sueldo.
–¿Y los aportes jubilatorios?
–Eso no sé.
–Se está investigando si no se hicieron esos aportes.
–Puede ser, puede ser que este tipo haya hecho eso.
–Como dirigente social, ¿cómo cree tiene que resolverse esto? Porque las irregularidades están.
–Yo pongo las manos en el fuego por la Fundación y en especial por Hebe de Bonafini, porque ella ha tenido un gran respeto por nosotros, un trato..., la preocupación por que estemos bien, que el almuerzo esté, que cobremos a tiempo, se enojaba cuando había un retraso en el pago. Si Sergio Schoklender y otros utilizaron el nombre de la Fundación y se aprovecharon de la confianza que se les brindó para hacer cosas raras con la plata, que vayan a la Justicia y que paguen el error que cometieron como cualquier otro ciudadano, pero que el proyecto siga. Da mucha pena que todas las miradas estén puestas sobre un idiota capaz de hacer una cosa así.
SagradoCeleste escribió:Me hubiese gustado ver a muchos de los "periodistas" que hoy atacan con tanta vehemencia a las Madres y Abuelas, durante la epoca de la Dictadura, a ver si les daban los huevos para atacar al gobierno como ellas si lo hicieron.
SagradoCeleste escribió:Me hubiese gustado ver a muchos de los "periodistas" que hoy atacan con tanta vehemencia a las Madres y Abuelas, durante la epoca de la Dictadura, a ver si les daban los huevos para atacar al gobierno como ellas si lo hicieron.
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