El Cordobazo no fue solo una jornada de movilización y lucha con trabajadores y estudiantes unidos resistiendo desde nuestro amado barrio Alberdi, el Cordobazo fue el comienzo de un proceso de avance de la clase trabajadora. Para comprenderlo resulta útil leer el balance que realiza Gregorio Flores, uno de los protagonistas de las luchas de aquellos años como obrero de Fiat, delegado y vocal del Sitrac (Sindicato de Trabajadores de Concord) y miembro del PRT:
“…con el Cordobazo se abre una nueva etapa política que va a estar caracterizada por las grandes movilizaciones de masas con la participación activa de la clase obrera. Es a partir de allí que surge una camada de dirigentes, delegados y activistas que, fogueados en el fragor de las barricadas y las tomas de fábricas, se va erigiendo como una nueva dirección con rasgos sobresalientes que la destacaron. Además de ser antidictatorial, antipatronal y antiburocrática, esta nueva dirección que desplaza a los viejos dirigentes tenía una profunda vocación democrática. Como había emergido al calor de las grandes movilizaciones, en asambleas y tomas de fábrica, la práctica de la democracia obrera era algo intrínseco a su propio origen. De allí que desde el primer día entendiera que su continuidad sólo era posible si se ligaba sólidamente a las bases. Por esta razón, la participación del conjunto de los trabajadores en asambleas en donde se tomaban las decisiones fue un hecho cotidiano. […]
Pero lo más relevante de esta nueva dirección fue su convicción de que para defender sus intereses de clase tenía que necesariamente transgredir todo el régimen jurídico y legal, por eso cuando tuvieron que proteger sus conquistas y sus derechos estos nuevos dirigentes, con el mandato de sus representados, actuaron en forma autoritaria respecto a la clase patronal y profundamente democrática en relación a su propia clase, violentando, por medio de la acción directa, el sacrosanto derecho de la propiedad privada. Se apoderaron de la ciudad, como en el Vivorazo, o se adueñaron de las fábricas tomando de rehenes a sus patrones para protegerse de la represión.
Después de más de un cuarto de siglo mamando el veneno de la conciliación de las clases y el “pluralismo”, estos nuevos dirigentes llevaron al seno del movimiento obrero las ideas del clasismo y el significado de la lucha de clases como un antagonismo irreconciliable entre los explotados con los explotadores. […]
Esta riquísima experiencia no quedó encerrada en las fábricas de Córdoba sino que traspuso sus fronteras y se instaló en los cordones industriales de Villa Constitución y un poco más tarde llegó al conurbano bonaerense donde se conformaron las Coordinadoras de Comisiones Internas, Cuerpos de Delegados y activistas, entroncando con una profunda tendencia antiburocrática que anidaba en las bases obreras.”
Estas destacadas experiencias de organización y lucha del movimiento obrero, conjuntamente con sus organizaciones políticas que buscaban disputarle seriamente el poder a la burguesía, fueron derrotadas en la segunda mitad de la década del `70, por la represión que impulsó la clase capitalista de conjunto a través de sus fuerzas armadas, policías y grupos parapoliciales, estrechamente vinculados con la burocracia sindical y los partidos patronales.
Coincido con lo que nota Benjamín en su post, respecto a que hoy se busca despojar del contenido ideológico que correspondió al Cordobazo y agrego -porque él seguramente va a disentir- el kirchnerismo ha apropiado como parte de su galería de símbolos cuyo contenido jamás podría coincidir con la política del PJ.
Precisamente para evitar esa manipulación, me resulta interesante a 42 años opinar sobre qué pasa hoy con la clasa trabajadora.
En los últimos años la clase trabajadora ha comenzado a recuperar cierto protagonismo. Pacientemente, se va avanzando con el desarrollo de procesos de lucha, el surgimiento de nuevos delegados e, incluso, la recuperación de algunas comisiones internas destacadas y sindicatos, por parte de grupos antiburocráticos, como sucediera, entre otras casos, en Fate, Kraft o con los trabajadores ceramistas en Neuquén.
Sin embargo, la burocracia sindical aún dirige cómodamente la amplia mayoría de los sindicatos y las organizaciones gremiales de los trabajadores. El rol que ayer ocuparon los Vandor y los Rucci, hoy lo ocupan los burócratas-empresarios de la CGT, que se alinean tras Hugo Moyano, y se encuentran integrados al aparato del PJ, y también la burocracia “progre” de la CTA, en sus dos versiones de Yasky y Micheli, ambos igualmente enemigos de la independencia de la clase trabajadora.
Sin dudas, continuar avanzando en la recuperación de las instancias gremiales que hoy están en manos de la burocracia sindical representará un avance cualitativo para el movimiento obrero en su conjunto. En este paso fundamental los trabajadores se enfrentan a las herramientas represivas de los capitalistas y su gobierno.
Como ejemplo de ello, hay que ver en estos últimos meses los docentes de Santa Cruz quienes en lucha por la dignidad de los trabajadores de la educación han pasado por inmumerables ataques: descuentos de sueldos, patoteada de la UOCRA, conciliación obligatoria, tentativa de reemplazar a los huelguistas y como si eso fuera poco el gobierno nacional les mandó a gendarmería para terminar con los bloqueos en Los Perales y demás accesos a los yacimientos. Pero su firmeza y la movilización popular encabezada por los alumnos que tomaron las escuelas en las cuencas carbonífera y petrolera, con auténticas puebladas en Río Turbio, Caleta Olivia, Río Gallegos, Pico Truncado, expulsaron durante dos noches seguidas al intento represivo del gobierno. A la lucha docente se le suma la de los petroleros combativos en Las Heras que también resisten la criminalización de su lucha y los avances del poder judicial en consonancia con la decisión política del gobierno para defender los intereses de las petroleras.
Estos trabajadores, igual que hace 42 años muestran con su propia vida que los cambos reales y de fondo se construyen con la lucha y no con la farza electoral ni la falsa representación de burócratas sindicales.
Las leyes son hechas por los ricos para poner un poco de orden a la explotación./Los pobres son los únicos cumplidores de leyes de la historia./Cuando los pobres hagan las leyes ya no habrá ricos. -Roque Dalton-