por cosquirogaheredia » Jue Sep 17, 2015 11:50 pm
Una enorme tristeza. Ni siquiera me deja caer la bronca contra alguien. Sólo tristeza. Y esta sensación de impotencia que te genera verlo al Chino con un partido abajo buscando un wing derecho para darle el pase y encontrarlo a Barrios y... volverse para atrás, sin ninguna chance de jugar a este juego a lo Belgrano.
No es el resultado, la goleada, la pelotudez del Chiqui y su cabeza, la mala suerte, la falta de liga... la impotencia más grande es sentir que mi Club todavía está atado a un recontra puto y miserable partido en que un grupo de heroes le ganaron a River una final y lo mandaron al descenso. Tal vez quienes tuvimos la suerte de verlo salir Campeón en sus campeonatos más importantes hace 40 años y algunos años más, tenemos en la piel ese deseo de verlo arriba. Y es aquí donde la dimensión de la hazaña se troca en ascenso. Simple, liso y llano. Sólo ascenso. Como los del Chiche y el Luifa.
No sé que pensará este grupo de jugadores, pero gladiadores no tuvimos. Tal vez el Chino y Federico, más allá de sus limitaciones, pusieron lo que su juventud les dio para poner. Y un arquerito recontratapado simuló convertirse en heroe algunos minutos hasta que sus compañeros defensores empezaron a boicotearlo. Y aunque la historia siempre tiene sus ciclos, no recuerdo un Belgrano tan amarrete, tan opaco en su juego, tan mediocre en su ofensiva y tan falto de personalidad para mostrar chapa de equipo como el que vi esta noche. Inconexo. Sin delanteros y perdiendo. Sin cambios. Sin... táctica. Táctica, lo único bueno, además de los puntos, que nos dió el Ruso en los buenos momentos.
A muchos les sirve. Los 50 puntos son importantes y consolidarse más aún. Pero a mi me viene faltando esa sensación de ilusionarme, sufrir, putear, llorar, sentir que mi camiseta es la misma que se ponen ellos. Con la sabida diferencia de que algunos lo hacen por 300, 400 o un poco más de lucas. Y cuando veo que algunos de estos ponen 100 bolsas de cemento, 15 o 20 lucas para remodelar Alberdi, me vuelvo a mi pensamiento y me digo que me faltan esos que iban a la popu con su entradita en la mano porque no les da para socios y que si pusieran 50 mangos sería mucho más que las 100 bolsas de cemento miserables con las que se llenan la boca de Belgrano.
La tristeza más grande es darme cuenta que el tiempo pasa y este Belgrano está cada vez más vacío de Belgrano.