por agustin_alesso » Jue Ago 13, 2009 12:01 am
Lo admito, odio a mi vecino.
Siempre me educaron con la premicia que no hay que odiar pero no puedo negarlo, lo odio.
Me molesta y de sobre manera que las personas mas antiguas del barrio hablen maravillas de él, acaso son ilusas o simplemente se ciegan a darse cuenta de la verdad.
Este hombre, si así puede llamarse, es lo peor que le pudo pasar al barrio, mancha la intachable humildad de este lugar.
Voy a empezar a enumerar uno por uno los motivos por los cuales yo pienso que este despreciable ser debe dejar de estar en el barrio y desaparecer para siempre…
Lo primero que me molesta es que su integridad es muy dudosa, siendo los dos, los primero en este barrio nuestra infancia fue totalmente humilde, siempre fuimos los motores de este barrio, la gente nos miraba y depositaba su futuro en nosotros, al principio no fue fácil, cada uno por su lado tuvo que pelearla para poder avanzar día a día en esta vida dura pero existe una vital diferencia entre los dos, yo soy honesto.
Yo me baso constantemente en lo que rige la ley de esta sociedad y nunca intente pisotear o pasar por encima a nadie.
Cabe aclarar que este señor no piensa lo mismo que yo, haciendo alarde de sus amistades peligrosas logro lo que a mi me costo años hacerlo, compro su lugar en este barrio.
Con plata del Estado, ese Estado asesino de los años 70 maligno y detestado por todos nosotros, compro un terreno y siguió siendo ayudado con la compra de materiales y la construcción de su casa.
Pero las vecinas parecen haberse olvidado de eso ya que dicen que su casa hizo que el barrio creciera, supuestamente hizo que los visitantes vinieran a borbotones a vanagloriarse en nuestro vecindario.
Hasta la gacetilla del barrio habla de este señor con palabras alabadoras, no ponen en tela aquella relación negra que su pasado tristemente celebra. Argentina realmente un país generoso!
Nadie me felicito cuando yo pude hacerme, años después, una casa parecida a la de él, nunca nadie valoro el esfuerzo que me llevo aquella empresa, fueron años de luchar contra las trabas de la ley, de que mis principios hallan dado dura batalla a las tentaciones de la corrupción, ladrillo por ladrillo lo conseguí con el sudor de mi frente no con una firma en un escritorio, pero acá eso no vale, acá la honestidad es algo que solamente los idiotas suelen aceptar, aunque déjenme decirles mis queridos lectores que yo duermo tranquilo, mis hijos también y los que me siguen pueden inflar el pecho al nombrarme.
Mi rivalidad con este vecino comenzó desde temprano, la primera vez que nos vimos cara a cara fue en el bar, fue durante una partida de truco en la primera mano le cante un envido, aceptando me canto sus puntos 33 son mejores dije celebrando mi victoria, pero a él no le gusto para nada, gritando que mi arrogancia y aduciendo que yo era un tramposo se retiro y desde ese día se genero una rivalidad que hasta el día de hoy perdura.
Esa reacción que tuvo me mostró como era su personalidad, un tipo que nunca iba a ir de frente, que siempre iba a intentar perjudicar a los que me rodean y a mi, desde ese día comenzó a sentir envidia de mi e intento imitarme, pero para ello tuvo que recurrir a las bajezas, cualquier iniciativa que tomara en el barrio era asquerosamente copiada por este despiadado señor.
Un hombre que llego al poder comprando jueces! El muestra contento su estrellita de haber pertenecido al consejo de deliberantes, otro merito que las vecinas me echan en cara, ya que yo nunca eh pertenecido a dicho establishment.
Pero lo que las vecinas no quieren saber, a la gente a veces la verdad le hace mal y prefieren no aceptarla, que ese cargo que ocupo este hombrecito fue rechazado por otros Señores con un pasado mas ligado a la política que la del ya mencionado vecino, y otra vez las gacetillas se ocuparon de ocultar las trampas que han existido en la final de esa votación, las coimas a los presidentes de mesa pero eso quedo en el olvido ya que el "éxito" volvió a callar este oscuro proceder.
Cuando su vergonzoso proceder parecía acabar ocurrió algo que termino de destruirlo.
Mancho la tranquilidad sostenida de nuestro barrio trayendo cono habitante de nuestras cuadras a un vendedor de drogas, les prometió a las vecinas acciones sociales que ingenuas aplaudían, les pinto sus casas, le arreglo un poco la humedad pero no las ayudo a conseguir trabajo, simplemente les vendió espejitos de colores como solemos en decir en las calles de mi barrio.
Gracias a Dios las vecinas cada vez son menos, El horripilante vecino y el vendedor de drogas están sufriendo un triste final y no queda otra cosa que su próxima desaparición, por eso es el tiempo de que la gacetilla enaltezca mi persona, con la honestidad como bandera, fiel a mi pasado, demostrare mi grandeza totalmente ocultada para la gente de este barrio y desde ahora en mas haré sentir orgullosa a esta comunidad
Quiero aclarar que recien lo escribo y todavia no lo eh corregido pero como soy ansioso lo subo ya sin ninguna correccion jejeje. Espero que les guste.
Un abrazo pirata!