por PirataD » Mié Oct 14, 2015 12:24 pm
Se ha debatido largamente del tema de los precios en este foro y hay una importante cantidad de foristas que opinan que esta bien no bajar el precio de las entradas para no cagar al socio e incentivar de ese modo a que la gente se asocie. Más allá de que algo de cierto hay en esa postura, si nos remitimos a los hechos creo que está claro que no bajar los precios no ha generado el efecto de sumar más socios o de persuadir para que eso pase, y creo que existen otras alternativas para no perjudicar a quien ya es socio. De modo que acá volvemos al punto inicial de la discusión. Cuál es el futuro de un club? Dónde radica el gérmen de su grandeza futura? En lo que siembres hoy, fundamentalmente.
Los que hoy son chicos, serán los futuros hinchas, y de ahí es que considero fundamental atraer a la familia a la cancha, a los chicos sobre todo, y cobrarles un precio simbólico, como hacen en este caso las gallinas, para cubrir el monto del seguro de espectador, y no los precios muchas veces desmedidos que se cobra siendo que los pendejos hasta cierta edad lo que menos hacen es mirar el partido. Tenés que invertir a futuro, resignar si es necesario un poco de ganancia presente para asegurarte un mayor capital societario y económico el día de mañana.
El marco multitudinario, la cancha llena, son ingredientes que avivan la pasión, que renuevan el compromiso del hincha, que aumentan el orgullo de pertenecer y de identificarse con los colores de una camiseta. Entonces, apuntemos a eso también no con acciones aisladas sino con verdaderas políticas institucionales.
Y si no querés perjudicar al socio, no caigas en la más fácil que es subirle el precio de las entradas a los no socios, preocupate por incrementar los beneficios para quienes ya lo somos, baja el precio del día del club, por ejemplo, o cóbralo una vez al año nomás. No sé, son ejemplos simplemente que doy, no digo que sean la solución completa y definitiva, pero sí creo que se puede trabajar de otra manera y encontrar alternativas.
Hemos tenido años históricos que consitituyeron una etapa histórica y única de nuestro club. Aprovechamos realmente este incentivo para captar más gente, para profundizar el sentido de pertenencia, para generar más entusiasmo y a partir de ello generar más recursos? Definitivamente no lo hicimos, y ahí está el error garrafal que se está cometiendo, amén de las muchas e innegables cosas buenas que se hicieron.
No pretendo que perdamos nuestra identidad, que nos transformemos en vendehúmos y abandonemos nuestra humildad. Pero creo que sin ser infieles a nuestra esencia ni contradecir nuestros valores, se puede hacer hincapié en el tema marketing y empezar a gestionar explotando verdaderamente el potencial que tenemos.
Nuestro principal recurso es la gente y lo tenemos sin aprovechar, sin explotar en su real dimensión.
Como dice el dicho, no sólo hay que serlo sino además parecerlo. Nos falta creérnosla un poco más, creer en lo que somos y darnos la importancia que en verdad tenemos. Explotemos la marca Belgrano, demosnos la importancia que tenemos, prioricemos la cantidad por sobre la ganancia cortoplacista. Es un cambio cultural necesario e imprescindible que debe empezar desde la dirigencia.
Como hinchas tenemos la obligación y la responsabilidad de acompañar, pero lamentablemente no todos ( y esto sucede en todos los clubes) tenemos el mismo nivel de compromiso y de sensibilización con respecto al club, y por eso es necesario incentivar, implementar políticas que apunten como objetivo a lograr que la gente se comprometa más, se acerque, vuelva a la cancha y participe más activamente.
Repito, y perdonen que me haya ido por las ramas, pero, amén que históricamente fueron vendehúmos y no me interesa parecerme a ellos, en este tipo de medidas están acertados y deberíamos imitarlas. Es la forma de atraer la gente a la cancha, es la forma de lograr los llenos que no suman sólo para el folklore del futbol sino más que todo para sostener y aumentar la pasión y el orgullo de pertenecer.
Invirtamos en eso hoy, resignemos hoy parte de la ganancia y estoy seguro que en el futuro los resultados serán satisfactorios y el crecimiento no se habrá detenido.
No olvidemos que las primaveras no son eternas en los clubes, Y cuando nos toca hay que aprovecharlas para sembrar con miras a las épocas de poca bonanza.