por cuifa » Lun Jul 27, 2015 11:30 am
Sensaciones muy encontradas me deja este partido. Por un lado, que no merecimos perderlo ni de cerca. Por el otro, que tampoco lo merecimos nosotros por no saber qué hacer en nuestro momento más favorable. En el medio, que creo que BELGRANO no está para más de donde está pero que, a su vez, está muy por encima del rendimiento que se podría esperar de acuerdo a los jugadores que tenemos en el plantel.
Empecemos por el vaso lleno: Boca, BO-CA, un equipo que tiene, como mínimo, 10 veces más presupuesto que nosotros, nos ganó de casualidad. Porque tuvo su mérito, quizás, en saber defenderse y llevar a BELGRANO al juego que más le convenía, pero hicieron un gol por puro azar y luego se salvaron un poco por malas definiciones nuestras y otro mucho por muy mala fortuna. BOCA, insisto un equipo plagado de tipos con currículum y categoría muy superior a los nuestros, nos vino a respetar. Y no cuando estuvo con nueve, sino desde el minuto cero. ¿Es eso un motivo para estar contento? No, más vale. La bronca no te la sacás fácil, pero marca una pauta de a dónde estamos y qué estamos logrando.
Estamos peleando la punta y el ingreso a la Libertadores en, probablemente, uno de los torneos más competitivos del mundo que, además, este año tiene la vara 50 metros más alta que de costumbre. En otras palabras: estamos compitiendo a altísimo nivel en el torneo de más alto nivel de los últimos años. Y eso, por más que duela una derrota, hay que valorarlo.
Ahora bien, no se puede negar la parte vacía del vaso, que es dejar pasar un tren que incluso frenó en la estación y nos esperó media hora para que nos subamos y no pudimos ni supimos hacerlo. No siempre pasa que un árbitro le heche DOS jugadores a BOCA (la verdad que Abal me sorprendió para bien, lo único para reprocharle fue todo el tiempo que le dejó hacer a Orión), por caso. Y eso no podés no aprovecharlo.
¿Por qué dejamos pasar el tren? Desde mi punto de vista, creo que el equipo jugó un casi excelente partido en defensa -Álvarez claramente le ganó el puesto por goleada a Pier- y uno muy malo en ataque. Salvo Parodi que estuvo enchufado todo el partido y -aunque erró un gol hecho- fue el mayor generador de fútbol, el resto de los que habían sostenido la generación de juego en los partidos anteriores puntuaron a menos de cuatro. Prediger no apareció, Márquez volvió a ser Márquez, Óbolo súper desinflado y el Chino jugando como un nenito caprichoso de cuatro años. Así se vuelve muy complicado.
Y encima el equipo no entendió lo que claramente quería el Ruso con los cambios: abrir la cancha y encontrar los espacios por adentro. O sea, hacer salir a la defensa de Boca del área y moverla de lado a lado hasta poder entrar por adentro. El Ruso no puso jugadores por afuera para tirar centros, eso es lo que leyeron mal los jugadores. Si el Ruso hubiera querido centros, lo pone a Becchio. Zielinski leyó lo que tenía que leer: con dos más, lo que tenés que hacer es aprovechar los espacios. Abrirlos y ocuparlos. Pero los nuestros pareció que escucharon a Arruabarrena porque le hicieron el partido fácil, metiéndose al embudo de los centros al pedo.
Aquí abro un paréntesis: caerle a Luján es ser muy mala leche. Claramente lo excedió el marco y te la debo meterte a la cancha con 45.000 monos rodeándote. El gato la rompe, como lo hizo en aquel partido que dimos vuelta contra Quilmes. Sólo hay que ejercitar un poquito la memoria y, si es posible, pensar un poquito antes de hablar.
Cierro paréntesis y rememoro que el mejor momento de BELGRANO fue tras la expulsión de Pablo Pérez. Y el peor, probablemente en función de las oportunidades que generaba el contexto y que no aprovechamos, fue tras la roja a Peruzzi. Fue como que los jugadores se miraron y pensaron: "Boludo, tenemos dos más, tenemos que ganarlo sí o sí". Y el "sí o sí" significa "como sea" y el "como sea" se traduce a menudo en pésimas decisiones. Así como hablar sin pensar lo que uno dice te lleva a problemas, jugar sin pensar es lo mismo.
En definitiva, BELGRANO no supo resolver un partido que le era extremadamente favorable. Pero tampoco es que jugando con dos más se comió cuatro. Y del otro lado, no olvidar, estaba el equipo más caro del fútbol argentino de la última década. Y seguimos ahí, peleando el ingreso a la Libertadores, algo que sólo logrará 1 de cada 7 equipos de los que participan del torneo de primera. La bronca del corto plazo, que es el partido de ayer, puede amainar si miramos el mediano plazo que es el torneo y la consideración propia y ajena que tenemos. Y mejor aún, creo que si miramos el largo plazo, hacia atrás todo lo que se ha logrado y hacia adelante la proyección con los jugadores que van surgiendo y la consolidación futbolística del club, podemos volver a sonreír tranquilos.
Sdos.
Si el perro es manso come la bazofia y no dice nada, le cuentan las costillas con un palo a carcajadas!
Demasiados los moretones, muy pocos encantamientos, son tantos los cocineros que joden la sopa...