Sobre el partido, me quedo casi por completo con el análisis de Cuifa. Belgrano tenía que mostrar otra cara, tenía que apelar a otros recursos, porque este rival y los que vienen no se ponen colorados para meter 10 tipos adentro de su propia área. Y lo hizo, con paciencia y actitud, una combinación muy complicada de conseguir. Sobre todo porque normalmente se confunde la paciencia con desidia, con "falta de ambición", con "no ir al frente". Pero ayer Belgrano demostró que se puede tener huevo, ir al frente, y al mismo tiempo mover la pelota con paciencia.
Viendo las estadísticas del partido, tuvimos 60% de posesión, pateamos 19 veces al arco, y dimos 500 pases con un 83% de efectividad. Números que el Belgrano anterior no tenía. Y a eso me refería yo antes del partido, al convencimiento de jugar a otra cosa, incluso cuando las papas queman. Chapeau de nuevo para el Ruso, y que este sea el punto de partida para lo que viene.
Sobre los jugadores, creo que sintieron el golpe del miércoles tanto como nosotros, o por lo menos eso fue lo que mostraron en cancha. Y eso no tiene precio. Dejo algunas apostillas de algunas sensaciones que me quedaron...
Odio decir "te lo dije" cuando es algo malo, pero no puedo dejar de pensar en algunas conversaciones que tuvimos cuando el chiqui volvía a principio de año. El chiqui de Boca se sentía cola de león. No se sentía protagonista, sino un engranaje mas de un equipo lleno de figuritas de nombre. En cambio en Belgrano, el sí se siente protagonista, y era una cuestión de tiempo hasta que se sintiera con derecho de hacer estas cosas y pretender que la gente lo banque. Creo que la gente lo banca, o por lo menos yo lo banco, pero no es bueno tirar de esa soga, porque a la larga siempre termina mal para el club, para la gente y sobre todo para el jugador.
El caño que quiere tirar el Chiqui es un error por donde se lo mire. Tira un caño en un pésimo momento, con el equipo desarmado, y sin posibilidad de recuperarse. Lo hace al reves, es decir, con una dirección que si la pierde, no sólo pierde la pelota sino la posición. Y se lo hace a un defensor!! Y hago hincapié en esto último, porque siendo un jugador como él, tenés que saber, entender o tener la humildad necesaria para darte cuenta que si alguna vez tiraste un caño y salió, fue porque se lo tiraste a un delantero o un volante ofensivo que no sabe marcar. Un defensor, por mas que sea uno grandote y mas rústico que el chiqui como lo es Carli, tiene mañas y técnica para pararse y marcar. No le vas a tirar un caño así de fácil, porque si un rústico como el Chiqui le tira un caño así de fácil, quiere decir que cualquier volantito o delanterito mas o menos habilidoso se lo puede hacer, por lo que probablemente no estaría jugando en primera si así fuera.
No me canso de admirar todo lo que ha crecido Saravia en este semestre. De ser un pendejito corredor, de "pera pegada al pecho", y con muchos defectos en la marca; en seis meses pasó a ser un 4 aguerrido, frentero, de cabeza levantada, con mucho criterio, y con una fortaleza para marcar por arriba y por abajo que sorprende al punto de parecer otro jugador. Muy versátil el pibe, porque casi todo el segundo tiempo jugó de carrilero, en lugar de 4, y no tuvo drama de cubrir toda la banda. Y sobre todo me gusta que es ubicado, que sabe cuando pasar, cuando no, cuando tirar un caño, cuando no, y cuando hay que tener los huevos para ir al frente cueste lo que cueste, como en el gol...
El ruso arranco con 4411, que en la realidad era 451 porque Quilmes estaba tan atrás que el Chino tenía que bajar al lado de Farré. Con el correr del partido, y cuando Belgrano abrió mas la cancha y Quilmes tuvo que abrirse mas, el esquema mutó en 4231, ya con Rigoni y Velazquez claramente adelantados en la línea del Chino (y las sabidas excursiones de Velazquez como centrodelantero). Con los cambios del segundo tiempo, Belgrano terminó jugando 343, con el Chino y Saravia de carrileros (el Chino se perdió un poco en ese puesto), y Marquez, Obolo y Luján adelante, mas el aporte creativo de Parodi de doble 5. Ni en los partidos en los que vamos perdiendo le había visto una formación tan ofensiva. Y todo esto con el equipo funcionando y rindiendo, no fue acumular gente arriba para jugar a lo mismo. Claramente todas las variantes fueron VARIANTES, con peso individual, pero sobre todo con peso colectivo en el funcionamiento. Insisto, aplausos de pie para el DT que hizo lo que todos le pedíamos, y le salió...