El futuro para una de las empresas referentes del sector del juego en España no parecía muy halagüeño. Una situación económica complicada ponía en cuestión la viabilidad de la empresa española que focaliza su actividad en productos de casinos, apuestas deportivas o bingos entre otros.

Recientemente, la empresa consiguió 200 millones de euros de un grupo de acreedores, lo que permite a la compañía española cerciorarse de que el futuro se presenta de un color muy distinto al negro. Todo se ha conseguido con un producto a priori controvertido, como son los bonos, ya que su pago no estaba asegurado en el largo plazo sino se lleva a acometer esta operación de reconversión acreedora.

Esta situación de dificultad a nivel económica se acrecentó con motivo de la pandemia. Todas las previsiones se difuminaron ante el cierre de muchas actividades, incluida la del juego presencial. Codere pudo ir sobreviviendo gracias al mercado online, el cual se ha convertido en el principal modelo de negocio de las plataformas de esta naturaleza. La restructuración del sector hacia la red de redes es una realidad, y Codere es un claro ejemplo de ello.

El camino para conseguir esta situación de tranquilidad financiera no ha sido fácil para la compañía española. La reducción de la calificación de solvencia de Codere por parte de Agencias de Calificación punteras a nivel mundial, como Standard & Poor's, restaba confianza a los inversores, y hacía más complicado obtener el dinero necesario para la viabilidad del ente mercantil en el futuro más cercano.

A ello hay que sumar el portazo de las instituciones públicas a la solicitud de préstamo por parte de Codere. La solicitud de 10 millones de euros al Instituto de Crédito Oficial (ICO) fue denegada, por lo que el pago de 27 millones de euros que Codere tenía pendiente con sus acreedores no pudo verse reducido desde este lado del tablero.

Pero todo no estaba perdido, y esta última maniobra por parte de los dirigentes de la empresa española, ha permitido garantizar la viabilidad en el medio y largo plazo de la compañía a nivel mundial. Codere ha adquirido cotas de globalidad no vistas antes en una empresa española de esta naturaleza. Además de en España ejerce su actividad con éxito en muchos países de Latinoamérica.

La situación económica adversa se nota para pequeñas y grandes empresas. Poco a poco estas compañías buscan la fórmula para poder seguir operando en el futuro. Para muestra la reinvención de Codere.