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Lo que dejó el Belgrano-Unión: una celebración de las buenas intenciones

La Voz del Interior | 28/01/2019


 

Tribunas colmadas y presión de la buena. La primera de las cinco finales que Belgrano tenía en Alberdi por la permanencia (ahora le quedan cuatro) mostró a la gente con la mejor predisposición y con ganas de entrar a jugar.

Pero los de afuera no juegan y, una vez más, el Pirata no pudo obtener esa victoria que necesita como al agua en el desierto. Por eso el 0 a 0 con Unión dejó sensaciones encontradas: en otro contexto no hubiera estado nada mal, sobre todo teniendo en cuenta el trámite del partido, que mostró al rival más entero en el final; sin embargo hoy no hay más lecturas posibles que los dos puntos que se escurrieron en casa.

A la hora de las explicaciones, claro que hay atenuantes. “Con (Maximiliano) Lugo me tuve que entender en el partido y no habíamos tenido ni una sola práctica en el mismo equipo”, declaró después del juego Diego Mendoza. El delantero llegó el miércoles último pasado y ayer fue titular. Del resto, la mayoría apenas tiene dos semanas de trabajo.

La zaga de defensores, como después recordó el entrenador Diego Osella, sólo había jugado el amistoso ante Rosario Central. En fin… Se entiende que el ensamble futbolístico todavía no sea completo.

Más llamativa fue la merma física que tuvo el equipo durante la última media hora de juego, algo que Unión estuvo muy cerca de aprovechar para traerse un triunfo que se le viene negando en los últimos 27 años (el último festejo Tatengue como visitante dente la “B” fue por el Clausura de 1992), aunque después Osella habló de un “desgaste propio del juego”, descartando que la pretemporada fuera la causa.

Pero los atenuantes no alcanzan en este contexto, con el equipo sumido en la zona de descenso. Belgrano no tiene tiempo. Y el tiempo es clave para permitirle a un grupo de buenos jugadores constituirse en un buen equipo.
En las tribunas todo pareció entenderse a la perfección. 
Los 30 mil que colmaron el estadio alentaron hasta la afonía, protestaron cada vez que Nazareno Arasa pitó en contra (le pidieron todo), se entusiasmaron cada vez que encaró Mauricio Cuero, y celebraron el buen criterio de Macelo Meli.

Claro que también sufrieron ante cada embate Tatengue, sobre todo en los minutos finales, y se molestaron bastante cuando la "B" rifó las jugadas de pelota detenida que dispuso.

Por lo pronto, a este equipo casi nuevo (debutaron oficialmente Marcelo Herrera, Joaquín Novillo, Christian Almeida, Gabriel Gudiño, Meli, Cuero y Mendoza) se lo vio menos susceptible a la presión de tener que jugarse tanto en cada partido.

Hubo más aplomo y esa deberá ser una condición para no dejar pasar más puntos, sobre todo en el Villagra. Y también se vio, con el correr de los minutos, una riqueza individual más importante. Se pudo, de a ratos, jugar con la dinámica que pretende el DT.

Sobre la dependencia

Lo de Belgrano no fue regular. Tuvo altibajos, pero a la hora del balance hay que poner en la columna del haber que los destellos de buen juego fueron posibles sin el único que, en las 15 fechas anteriores, había sido capaz de provocarlos: Matías Suárez.

Pese a la enorme repercusión pública que tuvo su salida de Belgrano y su arribo a River, el excapitán celeste fue totalmente ignorado por la gente. Ni siquiera fue un fantasma sobrevolando el Gigante. No fue nada y ése fue un signo de buena salud colectiva. Y, en el terreno de juego, Belgrano tampoco lo extrañó demasiado.

Pero, así como quedó claro que este Belgrano no depende de Suárez, el sentido común indica que tendrá que mirar otros resultados hasta el final para saber si se mantiene o no en la categoría, más allá de la autosuficiencia que pretende transmitir el entrenador.

La 16ª fecha se presentaba favorable, ya que hasta ayer no había ganado ninguno de los rivales directos. Después, la victoria de Patronato en el Monumental fue un trago tan amargo como inesperado.

La celebración de las buenas intenciones fue sólo eso. Belgrano debía ganar y no ganó. La peregrinación continúa y la gente lo sabe. Al final, la preocupación no se pudo disimular en el regreso por las callecitas de Alberdi, cuando caía la tarde, aunque la despedida fue con aplausos tibios y la promesa de estar siempre, “en las malas mucho más”.

 

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COMENTARIOS

Usuario: Anonimo
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Usuario Registrado Anonimo - 181.171....
BELGRANO QUERIDO estamos AL HORNO CON PAPAS, el NACIONAL "B" nos MIRA CON MUCHO CARIÑO; mirá DEFENSA y JUSTICIA con MUCHOS JUGADORES PRESTADOS y es un CLUB DE BARRIO, pero esta 2do y a 3 del PUNTERO y nosotros que somos GRANDES DE VERDAD no llegamos ni a dar ASCO y esto se lo tendríamos que preguntar al DICTADOR PEREZ y a su Perrito Faldero de JUAN CARLOS OLAVE
30/01/2019 00:55

Usuario Registrado Anonimo - 186.12.8...
Vamos belgrano tenés que meter un gol nada más a pasado muchos años muchos jugadores muchos dirigentes y lo único que quede la gloriosa gente
29/01/2019 23:20

Usuario Registrado Anonimo - 190.30.1...
28/01/2019 19:58

 
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