Los resultados en
los partidos amistosos de verano de nada sirven. Lo importante pasa por otro
lado, por el juego. Hecha la aclaración, quedó demostrado que Belgrano está
renovado. Ganó 4-2 por penales luego del 1-1 en los 90 minutos. Se puso en
ventaja por Juan Brunetta, de penal, a los 6 minutos del primer tiempo; y se lo
empataron en la última jugada a través de Diego Becker. Ese gol sobre la hora
reavivó a los fantasmas de 2018, pero el temple de los jugadores en la
definición por penales ahuyentó los sustos.
El Belgrano de
caras nuevas, de manera de jugar distinta a la del año pasado, mostró algunas
cosas como para que el hincha se empiece a acostumbrar a lo que verá en las 10
finales que le quedan de Superliga, cuando defina si será o no un equipo de
Primera.
Se vio un claro
4-4-2 que, parece, será la forma de encarar los encuentros. Obvio que con otros
actores a los de la noche rosarina, porque se espera que al menos seis de las
siete incorporaciones puedan estar desde el inicio ante Unión, cuando se juegue
por los puntos. El equipo hizo un buen primer tiempo, con presión alta y
tratando de que el balón saliera rápido desde el fondo; con Brunetta como el
eje del juego y Suárez el abanderado de las ofensivas.
De los nuevos, dos
arrancaron de titulares: los defensores Herrera y Almeida. El central alternó
buenas y malas, aunque más de las primeras porque se lo notó con voz de mando:
le dio muchas indicaciones a sus compañeros en los balones detenidos. En lo que
defeccionó fue en la entrega de la pelota.
El lateral
izquierdo, Christian Almeida, estuvo menos firme de lo que se espera en la
marca y aunque su despliegue fÃsico fue muy bueno, no siempre alcanza con
correr. Pero se las ingenió para neutralizar a Herrera cuando se le vino. En
este juego de rostros poco habituales para la gente, el juvenil JoaquÃn Novillo
cumplió y mostró que puede ser tenido en cuenta en una emergencia de ser
necesario.
El que hace rato está, pero recién ahora se lo puede ver a pleno
tras su lesión ósea en la segunda fecha del torneo, es MartÃn Rivero. El
volante fue el mejor del en la mitad de la cancha y, junto a , Brunetta, fue de
lo más destacado.
Más allá que Central fue un adversario tibio, Belgrano hizo bien
las cosas para mantener al equipo de Bauza lejos de su arco, salvo en el
descuido final por el que llegó el gol de Becker.
Cuando fue el tiempo de Mauricio Cuero, no fue el de Suárez que
se retiró extenuado y con un golpe que le sacó un gesto de preocupación;
entonces el colombiano no tuvo socio en ataque, porque Sequeira y AlanÃs, por
las dos bandas, fueron imprecisos e improlijos. El ex Banfield trató de
imprimir velocidad a sus ataques, pero en soledad fue poco y nada. Siempre hay que
entender que a todos les falta bajar las cargas fÃsicas y ganar en rodaje de
juego, para que puedan ensamblarse y empezar a ser el Belgrano que Osella
quiere que se juegue el resto en las 10 fechas que se avecinan.
Fue un buen ensayo de Belgrano, que sirve para que se suelte la
tensión de los músculos. También para ilusionarse con que puede jugar mejor que
en 2018.