Que un defensor central brasileño venga a nuestro país para jugar al fútbol por estas tierras es casi tan improbable como que nuestros laterales crucen la frontera para jugar allá.

Pero lo casi imposible ocurrió. Y en Córdoba. Corría el verano de 1999 cuando La Voz anunció la llegada de Luis Fernando a Belgrano. El zaguero que había llegado al Ciclón para reemplazar a Oscar Ruggeri vino a Alberdi para aportar su granito de arena en un equipo que peleaba por la permanencia. Y que la obtuvo tras vencer a Quilmes en la promoción.

Tras un año y medio en Belgrano, el defensor siguió su carrera en Jorge Wilstermann de Bolivia y después poco y nada se supo de su vida.

Luego de varios días de búsqueda para dar con su paradero, Mundo D logró ubicarlo y el exfutbolista contó “en qué anda” y qué recuerda de Córdoba.

“¡Qué lindo que me llamen de allá! Son buenos recuerdos los que tengo de Belgrano, simplemente es un club muy lindo. Actualmente trabajo en una metalúrgica en Porto Alegre, nos dedicamos a la fabricación de acero y también hacemos saneamiento de agua”, contó Luis Fernando.

Chapecoense, su último nexo con la redonda

Luego de jugar en Belgrano y en el fútbol boliviano la carrera de Luis Fernando siguió en su país. “En 2002 jugué en el sur, en equipos que juegan en el regional. Hasta que en 2005 me retiré y pasé a ser ayudante de campo del Caxias do Sul".

Pero su amor por el fútbol seguía latente y tiempo después cumplió esa misma función en el Chapecoense, el club que lo vio por última vez ligado a una pelota.

“No quise seguir más la carrera de fútbol y empecé a meterle con la metalúrgica. Solo juego con mis amigos cada tanto en torneos para veteranos”, precisó.

“Coração” celeste

El fenómeno ocurre con muchos jugadores que no nacieron en Córdoba o que no hicieron inferiores en Belgrano. Pero que por algún motivo u otro se enamoran del club y de su gente partido tras partido.

Y aunque Luis Fernando no se considere un fanático de Belgrano, siente que parte de su corazón quedó en Alberdi: “Quiero aprovechar para mandarle saludos a todos los piratas. Tal vez no fui una figura importante en el club pero tuve mis participaciones cuando el equipo estaba peleando el descenso y pudimos quedarnos en Primera”.

La charla ya llega a su fin, pero el brasileño quiere llevar una vez más su mente a nuestra ciudad: “Me acuerdo siempre de Córdoba porque Belgrano fue un club que me recibió muy bien. Estuve casi dos años, la pasé bárbaro el tiempo que estuve. Extraño mucho porque todavía tengo algunos amigos que sigo hablando, incluso cuando podemos nos juntamos en Brasil, principalmente en verano en la playa. Es más, cada tanto me pongo a ver videos de partidos en Belgrano y extraño bastante”.

Y no es el único en su casa que añora los días en Alberdi. Su mujer también fue jugadora de la “B” pero en el equipo de vóley. Y el archivo de La Voz así lo demuestra. Son una pareja de “coração" celeste.