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Los dos caras de Belgrano ante Estudiantes

La Voz del Interior | 25/08/2018


Belgrano le ganó 2-1 a Estudiantes y logró su primer triunfo en la presente Superliga. Fue un triunfo necesario y justo, porque lo que hizo en el segundo tiempo sirvió para justificar la ventaja final que obtuvo sobre los platenses.

La gente se fue del Gigante festejando porque el equipo volvió al triunfo, sus delanteros marcaron después de seis partidos oficiales, logró el primer triunfo del torneo y en Paraná, Patronato se fue goleado 3-0 por Racing, con lo que en la tabla de los promedios tuvo una alegría doble.

Pero el Celeste fue un equipo partido en dos, porque cuando el balón pasó del medio hacia adelante, el repertorio del ataque fue bueno. Balboa tuvo potencia y definición, Suárez hizo de las suyas a cada rato, en especial en el segundo tiempo. Allí, cuando definió de manera exquisita, como para que todo el estadio enloqueciera.

Ahora, en defensa fue un desentono tras otro. Pareció una banda desafinada en la que cada uno fue por su lado y en el que los errores del primer tiempo no le costaron un gol en contra porque Estudiantes no acertó las que tuvo.

Por eso hay que hablar de los dos Belgrano, el que ataca con potencia y velocidad, el que encuentra a Brunetta pisando la pelota, el que muestra a Sequeira desbordando y metiendo centros, el que tiene a Suárez haciendo cosas para las que vino y que encontró a Balboa en el lugar justo para llegar al gol.

Pero esta la otra faceta, esa que tiene a Olivarez fallando por todos lados, por arriba, por abajo en la salida y el retroceso. Lo que hizo que también se desacomodara Martínez. Y entonces en un partido plagado de fallas, el visitante se encargó de no capitalizar las ventajas que dio el Celeste en ese primer tiempo.

En esa “cara fea” la pelota es mal jugada en el medio y en la salida, tanto que Rigamonti la empezó a revolear para evitarse dolores de cabeza.

Entonces, este Belgrano de dos caras que hizo las cosas bien en ataque y mal en defensa en el arranque del juego, se fue 1 a 0 al entretiempo. Después, en el inicio del segundo, cuando el Pincha empezó a amenazar que podía complicar a los locales, entró en escena Matías Suárez haciendo un gol de esos que son “para cerrar la cancha”.

Todos aplaudieron la jugada del “10” que realmente fue brillante. Sirvió para desatar el nudo de la garganta y dejar que los cánticos fueran empujados a los fríos vientos que cruzaron el Gigante.

Ganó el Pirata porque fue mejor que su adversario, pero debe mejorar en defensa y, en especial, en la parte izquierda. Y tendrá que serenarse en ataque para definir los partidos con tranquilidad.


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