El técnico de Belgrano, Pablo Lavallén, aseguró ayer: “River quedó atrás, ya está. Ahora hay que pensar en el futuro y en Racing, más allá de que el viernes (por mañana) tenemos un amistoso que se toma con seriedad porque será ante nuestro público”.
Sobre la manera en que encarará la recta final del torneo, el entrenador de la “B” dijo: “No me gustan los equipos defensivos, porque sino hubiese ido a la cancha de River con una línea de cinco. Hay gente a la que le gusta sumar puntos de esa forma, pero a mí no, y no lo voy hacer nunca. Puede que en algún partido, faltando 10, lo pueda pensar, pero no cuando aún faltan 25 o 30 minutos”.
“El fútbol tiene dos facetas: ser ofensivo no es dejar cuatro delanteros, sino que cuando no tengo la pelota, debo defender con todo; y cuando ataco, lo hago con mucha gente. Quiero atacar con muchos jugadores y defender con más”, sostuvo el DT.
A 10 puntos de su objetivo, el técnico dijo que “no hay sistema que te asegure conseguirlos. Algunos dicen que es preferible jugar mal y sumar a jugar bien y perder. Eso es una tontería; aquí, si jugás bien, tenés más posibilidades de ganar y, si lo hacés mal, vas a perder”.
De cara a Racing, también dejó clara su idea: “Uno sabe cuando juega con equipos que tienen jerarquía y que, por más que te prepares, muchas veces esa jerarquía vence cualquier sistema o estrategia. Y Racing es hoy el equipo más peligroso de mitad de cancha hacia arriba del fútbol argentino”.
Otra vez, al hablar de los errores individuales en los que han caído sus dirigidos, el entrenador aseguró que “esto es fútbol y siempre hay errores. Algunas veces quedás expuesto y tenés que sacar del medio. Pero, bueno, nuestro trabajo es corregir errores, y convivimos con ellos”.
El DT señaló que “entre perder un partido por ir a buscarlo y perderlo por defender, prefiero que sea por ir a buscarlo. Me gustan los equipos que van a buscar los partidos. Me gusta ir al frente. Pero hay que saber evaluar los riesgos cuando las pulsaciones están altas; eso habla de una madurez individual y colectiva. Allí es donde aún no hemos sabido dar el salto de calidad para medir el momento del partido, con quién lo estás jugando ,y esas cosas”.
“Poner un central más faltando 15 minutos y perder el partido suena más a cobardía que a inteligencia”, agregó. Redoblando su concepto, el técnico dijo: “Me gustan los equipos que van al frente. Tendremos que hablar con los jugadores para entender que no hay que jugar palo a palo ante un plantel que está probado, como lo era River, sino replegar líneas y que queden expuestos”.
Para cerrar, aseguró: “No hay absolutos en esto, voy al frente y te ataco con siete. Después, si te hago un gol, defiendo con 11 y te ataco con tres; esto es así”.