El 18 de febrero de 2017, Lucas Acosta jugó su primer amistoso para el lado de los titulares. Aquella mañana lluviosa en Villa Esquiú significó el inicio de un ciclo en el que el guardameta llegó a la consolidación sin haber alcanzado aún 12 meses defendiendo el arco de Belgrano.

“Locura” se calzó el buzo de titular en 33 partidos oficiales: 16 en la temporada 2016/2017, 14 ahora en esta Superliga y tres en la Copa Argentina. Lo que significa un total de 2.970 minutos, además de haber conseguido 11 veces concluir con el arco sin goles.

Acosta no dejó de jugar ninguno de los encuentros que la “B” ha disputado en el último año desde su llegada a la titularidad.

“Intento ser el mismo de siempre, no agrandarme, sostener la humildad que me dio la chance de llegar aquí arriba. Por eso tengo que seguir trabajando y corrigiendo defectos. Muchas veces pueden decir que la rompí, pero lo mismo busco los defectos que se tienen y trato de corregirlos”, sostuvo el guardameta.

La falla ante Olimpo (sacó mal y Tellechea marcó el gol bahiense) lo llevó a pedir disculpas. Así lo explica: “Sentí que debía hacerlo, aproveché que en el grupo se estaban sacando una foto todos juntos después del triunfo y lo hice”.

En unos días se cumplirá el año desde que el entrenador Leonardo Madelón le dio la oportunidad de ser titular y el arquero no la dejó pasar.

Es difícil que se hubiese imaginado este presente aquel día de febrero. “La verdad que no, uno siempre quiere jugar, pero me imaginaba algo más tranquilo y hasta con menos responsabilidad”, dijo.

“De repente me tocó jugar y hasta ser capitán. Lo he tomado con mucha responsabilidad y al principio me costó bastante, pero por suerte hoy empecé a disfrutarlo”, agregó el jugador de 22 años. Y sostuvo: “Sigo siendo un pibe (se sonríe), más allá de que me he dejado la barba...”. Javier Sodero (entrenador de arqueros) le pide que se afeite para “que no parezca más viejo”, cuenta Lucas.