Qué cambió en Belgrano: la visión de los que trabajan con el plantel | Club Belgrano de Córdoba

Cielo despejado y bien celeste. Así lució el clima en la mañana del lunes en Villa Esquiú, donde Belgrano tiene su predio. El plantel regresó al trabajo, tras el triunfo logrado en Bahía Blanca 2-1 sobre Olimpo. El clima en el Pirata también es inmejorable. El equipo sumó 14 de los últimos 18 puntos que disputó, con cuatro victorias y dos empates en la Superliga. Las sonrisas y el bienestar son situaciones que hoy sobran en el universo Belgrano.

Mientras el plantel entrenaba, todavía disfrutando del último éxito y ya comenzando a enfocarse en Lanús, quisimos conocer cómo viven este presente los otros “jugadores”. Aquellos que rodean al equipo y que conocen como pocos la intimidad del plantel. Y fuimos por las razones que ellos entienden aparecieron para explicar este presente.

El kinesiólogo Carlos Arbulú contó: “Cuando se arman buenos grupos humanos, con buena relación y feeling entre cuerpo técnico y jugadores, se suma un plus”.

Con 28 años dentro del club, agregó: “Aparte del trabajo del técnico y su capacidad para encontrar los valores o los elementos para hacer jugar al equipo, siento que han venido muy buenos chicos. Los jugadores que llegaron se ensamblaron muy bien a los que ya estaban”.

También ponderó el poder de los resultados: “A veces te acostumbrás a perder y eso es algo muy grave que muchas veces pasó. Todo eso te da falta de confianza. Pero afortunadamente ahora estamos atravesando un muy buen momento, como en la época del Ruso (Zielinski). Volvieron las sonrisas. Es que los resultados tapan todo; no hay dolores, no hay nada. El fútbol es así. Esperemos que sigamos así, pero confío que sí porque al grupo lo veo muy bien”.

Por su parte, José Luna, médico del plantel, aseveró: “El grupo de trabajo de Pablo Lavallén interpretó lo que este grupo necesitaba para estar cómodo, tranquilo y poder explotar. El trabajo de Méndez (el anterior DT) era bueno, pero era evidente que al grupo había algo que no le cuadraba. No sé bien qué es, pero no estaban cómodos”.

El facultativo, con 17 años en el Celeste, sumó: “Hoy se los ve confiados, con mentalidad de ir por más. Al equipo le faltaba soltura. Hoy se lo ve de otra manera en cancha. Están cómodos, contentos. Pablo supo leer esa situación y el grupo respondió”.

En tanto, el utilero Oscar Díaz argumentó: “Cambió la tranquilidad que aportan el profe y el técnico. Lavallén tiene una manera de dirigirse al equipo que cae bien. No digo que Méndez no haya sido tranquilo, o su equipo de trabajo, pero el actual cuerpo técnico logró tener llegada con el plantel. Y el grupo se armó, se unió de vuelta. Eso es algo que suele llevar tiempo y en la época de Méndez todavía no se había armado”.

Con 39 años dentro de Belgrano, añadió: “Hoy el plantel está consolidado. Te das cuenta cuando comen el asado y la manera en la que comparten diversas cosas. Y empezaron a venir los triunfos. En algún momento iban a llegar. Eso calmó las aguas y permitió salir adelante. Acá siempre se trabajó bien, pero no se daban las cosas. Es como en la vida; a veces se da, otras veces no... En Belgrano tenemos todo para que los jugadores estén cómodos. Queremos cuidarlos y hacerlos sentir bien”.

De la misma manera, el nutricionista Santiago Fernández Córdoba, que está en su segunda temporada con el equipo, analizó: “La modalidad de trabajo que tiene este cuerpo técnico hace que los chicos se sientan más tranquilos y puedan pensar en su trabajo específicamente. Y a determinados jugadores se los ve con más confianza y juegan más sueltos. El mensaje y el trabajo que expone este cuerpo técnico se acomodó a lo que necesitaba este equipo. La recepción del mensaje es más clara que antes”.

Por último, el fisioterapeuta Sebastián Schanton, con 9 años en Belgrano, sentenció: “Estamos muy contentos por este presente. El fútbol tiene estas cosas; a veces hay momentos malos y otros son buenos. A esos hay que disfrutarlos. Todo pasa por la integridad del grupo, en general. Y no solo los jugadores y cuerpo técnico, sino también por todas las personas que están por detrás. Acá se busca que todos estén bien y hay predisposición para que todo se haga como corresponde. Y cuando eso ocurre, después, los resultaY continuó: "Los entrenamientos y los formatos en Argentina hoy son muy parecidos. Pero el tema es lo emocional. Y eso nos damos cuenta por el contacto que tenemos con los jugadores. Cada uno tiene sus problemas, pero es clave cuando el grupo se encuentra bien. Se nota en la cancha cuando todos tiran para adelante”.dos vienen solos".