Desde antes de los 10 segundos de partido, cuando Melano le cometió infracción a Guiñazú, Belgrano demostró que iba a pelear cada pelota del superclásico de Córdoba como si fuera la última. Eso era lo que había pedido Sebastián Méndez tras la derrota ante Banfield: "Debemos luchar más los partidos".

El entrenador, en el banco, insistió en cada momento con la presión alta de su equipo, para que la redonda no le llegue limpia a los volantes de Talleres. Ahí acertó el DT, que con gestos continuos pedía marca pegajoza a los volantes albiazules.

Se hizo un juego friccionado y sin llegadas, porque la "B" le impidió a la "T" implementar su idea, y a la hora de generar, las ideas en ofensiva carecieron ya que nunca se conectaron Barbiero, Melano y Suárez.

En el complemento nada cambió. Belgrano apostó a ganarlo. Con sus limitaciones, pero siempre lo fue a buscar. Sin embargo, en un error en el medio, una contra precisa le dio a Talleres la chance de ponerse arriba en el marcador.

Parecía complicado el panorama. Pero, había una ficha que Belgrano tenía en cancha. Que no es de esas a la que puede apostar siempre. Pero es una de esas que cuando hay que sacar a relucir el juego Celeste está. Guillermo Farré, en un pelota más que sucia en el área, que ya había besado el palo izquierdo de Herrara, puso el 1-1 merecido por la entrega Celeste.

Las claves de Méndez

• -Alta presión para anular el sistema de creación del medio albiazul.
• -Cortar el circuito de Talleres cuando la pelota superaba la primera línea defensiva (la de los delanteros y volantes externos).
• -Un dato no menor es que a partir de la buena implementación de sus sistema defensivo, no necesitó de tantas buenas intervenciones de Acosta para evitar goles del rival.
• -Convencer a sus jugadores de que pueden pelear los 90 minutos a pesar de estar abajo en el marcador o imprecisos en la creación.

Lo que le faltó a Belgrano

• -Creación de situaciones de gol a partir de la conexión de sus delanteros. Juego asociado entre los volantes y los atacantes.
• -Ante la falta de ideas, no pateó casi nunca de media distancia (salvo para terminar las jugadas y evitar una contra).
• -Recién en los últimos minutos se desprendieron los laterales.