Leonardo Madelón sabe que aún falta mucho. Que los partidos importantes todavía no llegaron. Pero a la vez siente que el camino que transita su Belgrano es el correcto.

Desde su llegada, el DT pregona la idea de regreso a las bases. Quiere que el Pirata vuelva a destacarse por su agresividad, pragmatismo e intensidad. 

Sin demasiado tiempo para aplicar sus intenciones en el poco tiempo que estuvo en el semestre pasado, en el que apenas tuvo un leve margen de maniobra, inició la actual pretemporada con otra convicción. Y a juzgar por los amistosos que ya llevan jugados, el equipo parece haber asimilado esa idea.

Los resultados además acompañan: Belgrano acumula seis amistosos en 2017 y no perdió en ninguno de ellos.

En Chile, empató 1-1 con Deportes La Serena (gol de Matías Suárez), venció 2-1 con un equipo alternativo a Universidad Católica (Alanis y Álvarez Suárez) e igualó 1-1 con la U de Chile (Bieler), en donde jugó con uno menos gran parte del partido precisamente por la expulsión del Taca.

Ya en Córdoba, derrotó 1-0 (gol de Bieler) a Instituto, 2-0 (Bieler y Melano) a Sportivo Belgrano y por el mismo marcador (Velázquez y Álvarez Suárez) a Estudiantes de Río Cuarto. Incluso si la estadística se ampliara a los remanentes la B permanecería invicta, ya que dio cuenta 3-0 de Sportivo y aplastó 6-0 al elenco riocuartense.

Pero más allá de los resultados, lo realmente válido es la identidad que de a poco está formando el equipo de Leonardo Carol. El equipo está corto, recupera rápido la pelota y demuestra tener varias opciones al momento de atacar. 

El aporte de los nuevos

Los refuerzos Lucas Melano y Claudio Aquino se acoplaron rápido al grupo y demostraron ser funcionales a la idea de equipo dinámico que quiere el DT.

Melano, por el momento, se está ganando el puesto de volante/extremo por derecha mientras que Aquino la pelea de un poco más atrás, pero cada vez que entró se asoció bien con el resto.