El sábado último pasado, cuando promediaba el segundo tiempo del empate sin goles ante Quilmes, Matías Suárez sumó sus primeros minutos después del desgarro en el cuádriceps derecho que lo marginó de las canchas por casi 20 días. Sin “el Oreja”, Belgrano no ganó y su ausencia fue sensible. Se notó demasiado.

Federico Lértora es otro de los que se extrañan en Alberdi. El volante central que llegó de Arsenal se había convertido en una pieza clave, hasta que tuvo que operarse por la fractura del cúbito de su antebrazo derecho.

Le dieron 45 días de recuperación, pero ya está realizando tareas livianas y todos esperan que pueda estar en plenitud física para la semifinal de la Copa Argentina, en la que Belgrano enfrentará al ganador de Boca-Rosario Central, que jugarán mañana en el Mario Kempes.

En cuanto a Mario Bolatti, que no pudo estar ante Quilmes por un dolor lumbar (sufrió un fuerte golpe frente a Godoy Cruz), ayer se entrenó al mismo ritmo que el resto de los futbolistas que no jugaron ante el Cervecero (los que sí lo hicieron se limitaron a tareas físicas regenerativas), por lo que se espera que esté en condiciones de reaparecer desde el comienzo ante Tigre el próximo domingo, a las 16, en Victoria, al igual que Suárez.

Otro por el que espera todo Belgrano es Fernando Márquez, quien fue operado hace 12 días (tobillo de su pierna izquierda). Los esfuerzos apuntan a que “Cuqui” esté en condiciones plenas de hacer la próxima pretemporada de verano, para reaparecer en plenitud en 2017.