Recién el lunes, en su regreso a las prácticas después del triunfo del sábado ante Defensa y Justicia por la Copa Argentina, Belgrano se puso a pensar en Boca, el rival que viene.

Y, aunque recién será la segunda fecha de un torneo de 30, la derrota en la jornada inaugura, ante Independiente, pone al Pirata en la necesidad de sumar en la Bombonera para no quedarse demasiado atrás.

La recuperación de Mariano Barbieri fue el dato distintivo en la vuelta al trabajo. El extremo derecho se movió junto a sus compañeros y ya está a disposición del DT Esteban González.

No es un dato menor, teniendo en cuenta que es una de las posiciones a las que “Teté” todavía no le encontró la vuelta. Y Barbieri, que todavía no pudo mostrarse mucho desde que llegó a la “B”, viene de demostrar en Arsenal que puede ser un aporte importante.

¿Cómo jugarle a Boca? “La impronta de ‘Teté’ es la tenencia, aunque sin perder la intensidad ni dejar de ser un equipo molesto para cualquier rival, como venía siendo Belgrano”, declaró ayer Guillermo Farré, el capitán que se recupera de una lesión y que tampoco podrá estar ante Boca, ya que aún debe purgar una fecha más de suspensión.

Y de eso un poco se trata: agregarle nuevos matices a la intensidad con la que Belgrano forjó su identidad desde que volvió a Primera.

Aprender del error
El triunfo ante Defensa dejó algunas lecciones importantes que Belgrano deberá capitalizar para no tener un mal paso por la Bombonera. Después de un primer tiempo en el que no supo recuperar la pelota ni darle un buen destino, el equipo se ordenó y justificó la victoria en el complemento.

¿Qué cambió? Fundamentalmente, la efectividad en la presión para recuperar rápido la pelota y mantenerla en campo contrario. Lo logró a partir de la salida de Claudio Bieler y el ingreso de Gastón Álvarez Suárez y lo potenció con Nahuel Luján en cancha.

Es que, por contradictorio que parezca, Belgrano fue más agresivo cuando no tuvo un “9” de área definido (Matías Suárez quedó de punta, pero por momentos cambió posición con su sobrino).

Claro que presionar bien alto la salida del rival implica riesgos y habrá que ver si “Teté” está dispuesto a tomarlos frente a Boca. En rigor, muchas alternativas no tendrá.

Es que, para este Belgrano, atacar a partir de la tenencia es la mejor forma de defenderse. Cuando el equipo perdió la pelota, se vio ampliamente superado (sobre todo, ante Estudiantes y durante el primer tiempo del sábado).

A diferencia de otros planteles que tuvo Zielinski, este no parece el más indicado para cerrarse, generar algún espacio y buscar una contra vertical.

Esquema
Al margen del esquema, que durante los partidos cambia en función de las necesidades (4-1-4-1 o 4-2-3-1), este Belgrano necesita de los 10 jugadores de campo trabajando para recuperar la pelota cuando la tiene el rival.

De lo contrario, sufre por igual el toque corto (demasiadas veces lo toma en inferioridad numérica) y el ­pelotazo (los rechazos casi siempre fueron cortos, dejándole al ­rival la posibilidad de una segunda jugada).

González viene haciendo hincapié en ese aspecto. Sabe que necesita de un equipo muy solidario durante los 90 minutos. El mensaje está, pero el equipo debe ser riguroso en la ejecución para no tener tantos altibajos dentro del mismo partido.