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Todavía es un chico, el mismo que admiraba a Riquelme y ensayaba sus gambetas, pero ya no “un pibe” en términos futbolísticos. El 5 de abril, Gastón Álvarez Suárez cumplirá 23 años y ya cuenta con un puñado de experiencias, de esas que hacen crecer rápido, como el ascenso en Chile, con San Marcos; o el descenso al Federal A, con Sportivo Belgrano de San Francisco. El sábado último pasado, ante Sarmiento, el zurdo convirtió su primer gol con la camiseta de Belgrano y pudo festejarlo con su primo, Federico Álvarez, en una suerte de profecía autocumplida. Aunque le queda otra: sumar a ese clan familiar y futbolero a su tío, Matías Suárez.
Realmente estoy muy feliz. Esperaba jugar y tratar de aportarle al equipo, pero no encontrarme tan pronto con el gol. Además, el triunfo llegó en un momento difícil del equipo. Veníamos de un bajón y convertir tres goles te levanta la confianza”, le dijo a Mundo D, iniciando una charla que lo mostró como es: cerebral, analítico y con toda la ilusión.
"Fue un sueño cumplido hacer el gol y poder abrazarme con mi primo. No me lo esperaba"
–¿Con el primo se entienden de memoria?
–De chicos, con “Fede” jugamos mucho, también en partidos de potrero. Después nos tocó jugar en Unión San Vicente y en la reserva de Belgrano. Pero lo que pasó el sábado fue distinto a todo: jugar juntos en la primera, donde siempre quisimos estar, ante nuestra gente... Fue un sueño cumplido hacer el gol y poder abrazarme con mi primo. No me lo esperaba.
–Falta que se sume Matías...
–Creo que estamos muy cerca de que vuelva el tío. Ojalá que se sume pronto y que, cuando venga, nosotros sigamos acá, para poder jugar los tres juntos.
–¿Tuviste contacto con él después del partido?
–Me mandó un mensaje para felicitarme por el gol. Me dijo que había estado muy bien, que siga así y no le afloje... Matías no se pierde ni un solo partido de Belgrano. Hizo instalar un servicio de televisión especial para poder ver los partidos en Bélgica.
Polifuncional
–¿Cuál fue el mensaje de Zielinski cuando entraste?
–Me pidió que cumpla la misma función que Jorge (Velázquez). Siempre que juego en ese puesto trato de buscar alternativas para que me llegue la pelota. El partido estaba abierto, había espacios y pudimos jugar. Me pude encontrar con “el Picante” (Pereyra) y “el Cuqui” (Márquez), que saben mucho.
–¿A qué le adjudicás la irregularidad de la campaña y del rendimiento del equipo?
–Más allá de que tenemos partidos buenos y malos, como el resto, creo que el fútbol está muy parejo. Colón nos goleó y después perdió por goleada. Fijate lo que le cuesta a los grandes hacer pie en el torneo. Cada partido es una historia distinta.
–¿Creés que resignaron muchas posibilidades por los puntos que quedaron en el camino?
–Todavía estamos a tiempo de todo. Creo que ganando un par de partidos más nos podemos acomodar muy bien. De local nos estamos haciendo muy fuertes, pero nos cuesta de visitante. Tenemos que trabajar en eso y mentalizarnos en sumar fuera de Córdoba.
–Fuiste volante central, enganche, media punta y, finalmente, volante por derecha. ¿Es útil ser polifuncional en este fútbol con pocos “especialistas”?
–Por empezar, jugar en distintos puestos me dio más recursos. Pero, además, creo que a los técnicos les entusiasma que uno pueda cumplir más de una función.
–¿Lo tenés “entusiasmado” al “Ruso”?
–(Risas) Voy de a poco. Lo primero es ganarme un puesto entre los 18. Y ojalá me pueda hacer un lugar entre los 11. Lo que me toca es entrenarme duro y hacer las cosas bien para estar preparado cuando me toque jugar.
–Un punto fuerte de tu juego es el remate. ¿Te vas a animar a alguna pelota detenida?
–Claro que lo voy a pedir. “El Polaco” (Etevenaux) está pateando muy bien, pero se lo voy a pedir igual.
