frustrada posibilidad de ser uno de los candidatos a presidente de la AFA no pareciera haberle quitado fuerzas a Armando Pérez, quien continúa trabajando por Belgrano, mientras todavía apuesta a que un cambio es factible en el fútbol argentino.

El hombre de los cosméticos espera que en algún momento los dirigentes tengan una etapa de sinceramiento y puedan, de esa manera, enderezar el rumbo del deporte más popular en el planeta y que en estas latitudes tiene tantas dificultades.

Pero en lo netamente doméstico, con el final del torneo de los 30 clubes y con  Belgrano metido en la liguilla pre-Libertadores tras finalizar en el sexto lugar de la tabla de posiciones, marcó que el objetivo del grupo se alcanzó, pero ello lleva al presidente de la “B” a sostener: “Nuestro sueño era salir campeón. Pero no se pudo y debemos ser inteligentes para entender que una cosa es lo futbolístico y otra lo institucional. Estamos muy satisfechos con lo conseguido en los dos aspectos y eso es lo bueno, porque no sólo hablamos de un campeonato, sino de la vida misma del club”.

–Se logró el objetivo planteado, pero no el sueño...
–Claro, pero debemos aprender que no debemos poner todo en el nivel de un resultado deportivo. Porque si hubiésemos conseguido un título y debiéramos un montón de plata, no hubiésemos crecido en lo institucional, el plan de remodelación del Gigante de Alberdi no se hubiese puesto en marcha, en realidad no habríamos avanzado en el año y casi diría que lo hubiésemos perdido y nosotros todos los años venimos mejorando y yendo hacia delante, que es lo que pretendemos.

–¿Para 2016, el planteo será con objetivos por separados entre lo deportivo y lo institucional?
–Nosotros planeamos las cosas en forma conjunta. Debe ser así, sabemos que lo deportivo es muy importante y más en un club que se dedica plenamente al fútbol, pero el resguardo institucional es clave para el futuro. Todos los años tienen que tener un ordenamiento y en lo que se refiere al club debés mirar al menos cinco años para adelante.

–El café con Ricardo Zielinski se dio y el arreglo llegó tan rápido como en los cinco años anteriores. ¿Genera una tranquilidad especial que se haya dado ese primer paso en forma rápida?
–Y es un poco así, porque es como si fuésemos a armar un equipo, primero ponés el arquero y después vas colocando los otros jugadores. Con el técnico prosiguiendo en su cargo las cosas se simplifican, porque hay muchas reglas de juego que ya están bien claras, del lado de él y del nuestro. Las partes se conocen y sabemos qué piensan y qué quieren, entonces podemos trabajar en el crecimiento general en forma conjunta y ordenada.

"Con el técnico prosiguiendo en su cargo las cosas se simplifican, porque hay muchas reglas de juego que ya están bien claras", dijo sobre la relación con Zielinski.

El año que se inicia es el último completo que le queda a su gestión, porque en el primer semestre de 2017 deberá llamar a elecciones y de acuerdo con el estatuto vigente no puede ser presidente. ¿Pensándolo así, hay algo especial para el año próximo?
–Obligatoriamente ahora debemos esperar para saber qué torneos jugaremos, porque este año pretendíamos llegar a la liguilla y lo conseguimos. Entonces si clasificamos a la Copa Libertadores debemos encarar esa competencia muy seriamente. Por otra parte, nuestro crecimiento deportivo pide que se siga buscando mejores posiciones para el año que viene. También a ello le sumemos que al haber hecho las cosas en forma ordenada y no tener dificultades con el dinero, tenemos que continuar con seriedad y saber con claridad qué queremos conseguir en lo que al club en sí se refiere.

–Pero la remodelación del estadio es prioritaria...
–Seguramente cuando nuestro ciclo concluya, tendremos los plazos acordados de la primera etapa y si podemos ya habrá algo avanzado de la segunda. Hay que conseguir que las condiciones se den y buscar la manera de que lo planeado se lleve adelante.

–¿No le dan “ganitas” de modificar el estatuto y de que Belgrano tenga Pérez más allá de 2017?
–Lo veremos más adelante y dependerá en gran medida de lo que la gente quiera. No puede ser una decisión personal, sino que debe ser algo que los socios quieran y que será a su tiempo. Hoy tenemos que pensar en el 2016 y en solucionar los problemas que se puedan plantear.

–No pocas veces hablan de que a Belgrano lo conducen tres o cuatro personas, que el plantel es corto, que el presupuesto es de los más bajos y otras cosas más. ¿Es un milagro lo que logró el Pirata?
–Lo primero que me gustaría aclarar es que quién lo dice definiera milagro, porque lo que le podríamos demostrar que es trabajo y que Belgrano como está no es ningún milagro, es una realidad. Aquí hay mucha gente identificada con el club y cada área sabe bien lo que debe hacer. Y entre todas van construyendo la institución y haciéndola crecer. Responsabilidad, trabajo conjunto y mucho esfuerzo en todos los sectores, son lo que hacen el presente y el futuro de Belgrano. Aquí no hay ciclos que se terminan ni cosas como esas, lo que debemos entender es que el fútbol es un juego y se gana o se pierde. Entonces para los que piensan que cuando perdemos todo es un desastre o cuando ganamos un milagro, les digo que no es nada de eso. Somos un club ordenado que sabe lo que quiere, que busca seguir por el camino que eligió, que construirá una tribuna, que mejora en lo deportivo cada año y que los logros se dan con el esfuerzo de todos.

–¿Si los socios no llegan a cubrir las expectativas, el proyecto “Despertemos al Gigante” puede quedar trunco?
–Si los socios nos ayudan, entre todos vamos a hacerlo lo antes posible, si por el contrario no llegamos con su aporte, el club hará el esfuerzo y será nuestra responsabilidad que se cumpla con lo planificado.

–El año se termina y se venden sí o sí algunos jugadores…
–No tan sí o sí. Primero deben llegar las ofertas y las mismas deben ser lo suficientemente satisfactorias para el club, porque de lo contrario no vamos a desarmar el equipo para que el dinero recaudado no alcance para conseguir reemplazantes en los puestos vacantes. Por lo tanto, si las ofertas no son buenas, los jugadores no se van.

–¿Puede el fútbol sincerarse?
–Tenemos que hacerlo. Debemos administrar y entender que no es ganar y nada más. Si para obtener un título debiera endeudarme, no lo haría, porque Belgrano no puede pasar por lo que pasó (la quiebra). Definitivamente en algún momento el que debe no incorporará y todos seremos más sinceros.