Sergio Escudero fue de esos refuerzos que encontraron en Belgrano su lugar en el mundo. Alejado de las canchas por una severa lesión, de la que el 14 de este mes se cumplirán tres meses, el ‘Chucho’ hace un rato que comenzó los trabajos de rehabilitación de la pierna “pero la ansiedad me está llevando a apurarme porque incluso ya hago los trabajos de campo”, sostuvo Escudero en el programa ‘Sentir Celeste’ de radio Impacto.
- ¿Se te vino el mundo abajo ante Argentinos Juniors?
- Me di cuenta enseguida que me había roto el cruzado. Si los plazos se cumplen, para el final del torneo ya estaría para jugar pero la idea es no apurarme más allá de que quiero jugar ya pero los médicos me retienen para que realice una buena pretemporada.
- Pero se te vence el contrato...
- Tengo hasta fin de año, pero por la lesión el club se portó muy bien conmigo. Belgrano me habló para renovar el contrato... Ni hablar, firmo con los ojos cerrados y ojalá me pueda quedar muchos años.
- ¿Cuál es tu sueño en Belgrano, lograr qué cosa?
- Lo más próximo es entrar a la Libertadores y después, conseguir un campeonato.
- ¿Se puede?
- Demostramos que sí. El equipo entró en un bajón pero también jugó bien. Hay que ser protagonistas porque no somos menos que nadie. Este grupo va a dar muchas alegrías. Además, yo me veo jugando esa copa con Belgrano, sueño todos los días con eso.
- ¿Quién es Ricardo Zielinski?
- Un técnico sencillo que nunca le mete al jugador algo raro en la cabeza. Su mensaje llega.
- ¿Es uno de los que te marcó en la carrera?
- Seguro. Apenas me trajo, dijo ‘te quiero recuperar, lo vamos a hacer y con las ganas que vos tenés, va a ser rápido’. Que te hable así un técnico, el jugador se tira de cabeza.
- ¿Talleres e Instituto se portaron mal con Armando Pérez?
- Con el fútbol de Córdoba. Era el momento para la unidad, para que Pérez pueda demostrar lo que es, lo que hizo en Belgrano. Igual, no tengo dudas que será más adelante presidente de AFA. Talleres e Instituto tendrán sus razones, pero nadie maneja las cosas como Pérez.
- ¿El golpe en Lanús, el 5-1, la eliminación, la humillación fue terrible?
- Sí porque salió todo mal. Si había un partido en el que todo debía salir al revés, fue ese porque las expectativas eran otras.
- ¿“Chiqui” Pérez fue el más afectado?
- Tengo una muy buena relación con él. Tiene muchas condiciones pero cuando no está concentrado, te dan ganas de ‘matarlo’ aunque es un gran jugador y se va a recuperar.
- ¿Los delanteros te tienen temor? Por tu físico, imponés respeto...
- En el saludo olímpico, si el delantero por mi lado es escurridizo, habilidoso, cuando le doy la mano se la aprieto fuerte y le digo “algo te va a doler”.
- Definí a Belgrano.
- Una de las cosas más importantes de mi vida.