Hay que dar un salto de calidad, de audacia, de hambre. El torneo lo demanda y Belgrano se le anima a los primeros puestos, mezclado en la discusión entre los grandes. El Pirata es una fiera y lo demostró con Victoria por 1 a 0 ante Tigre. Por Mauro Óbolo que acertó ante un horror del arquero, y por un Olave que terminó como figura.
Al comienzo Tigre le saltó encima y casi acierta en un par de zarpazos de Luna. Sobre todo en el mano a mano con el arco enorme como el cielo. Pero Obolo eclipsó a Luna.
Belgrano manejaba la pelota y tenÃa el terreno ante un rival que se agazapaba. Faltaba profundidad, la explosión de un Zelarayán ausente, la verticalidad de un Rigoni presente pero que no aparecÃa tanto.
Un par de minutos después Olave casi se empata con su colega en una mala salida, la pelota quedó boyando y Tigre no la capitalizó
Al final de la etapa, el Cuqui Márquez se hizo un nudo tras un envÃo desde la izquierda de Rigoni, quien también pisó el área un par de veces y en la última, Bolatti casi corona su correcto primer tiempo, y el remate se le fue por arriba.
Tigre estaba con sangre en el ojo y en el segundo tiempo puso a Rincón para atacar con tres. Oportunamente, la defensa Celeste se paró mejor, menos dubitativa.
Y con las réplicas a mano, Belgrano casi aumenta por un Óbolo que rondó el doblete al promediar la etapa. Esta vez ganó D’Angelo, mejor con los pies que con las manos. Y en otra contra feroz le quedó al Chiqui y optó por un centro cuando era para hundir el arco.
A los 39, sofocón. Galmarini peinó un corner e iba junto al palo y salvó a puro reflejo Olave. Era el empate, pero Belgrano sacó las uñas y se aferró a un triunfo para seguir entre los primeros en un campañón.