A Belgrano lo persigue un maleficio de los penales. Falla el Chiqui Claudio Pérez, infalible en su paso anterior por el club, y también Cristian Lema, quien traía en su foja de servicios ser un confiable ejecutante. “Es la primera vez que erro un penal”, afirmó el ex Quilmes, en referencia al disparo que le contuvo Sebastián Saja en el empate en cero del Pirata frente a Racing Club.

Más allá del mal trago, Lema recibió el respaldo del plantel, incluido Chiqui Pérez, su competidor directo, y está listo para asumir la responsabilidad nuevamente.

–Difícil entender lo que le pasa a Belgrano…

–Todavía me dura la bronca de lo que pasó con Racing. No dije nada porque suena a excusa, pero la cancha no estaba firme y en el punto del penal, había arena mojada. Tenía la sensación de que podía patinar y quise asegurar como contra Banfield, fuerte y que se levantara, y el disparo me salió mordido. 

–Te critican que el tiro salió anunciado.

–Lo que más bronca me da es que no lo pude patear bien. Si lo pateaba bien y me lo atajaban, mérito del arquero y nada que decir. Igual Saja estuvo bien y lo adivinó. Es una lástima porque si entraba podíamos manejar esa ventaja y traernos los tres puntos. Era un partido para ganarlo, fuimos muy superiores.

–Erra el que patea…

–Así es. El arquero no tiene nada que perder y puede terminar en héroe del partido, como le pasó a Saja. La presión la tiene el que patea, por eso debe ir con toda la fe.

–Al próximo penal, ¿lo pedís?

SEnDSeguro, el fútbol da revanchas y no me voy a quedar con este gusto amargo. Ojalá que se dé ahora mismo, contra Tigre. De todos modos, lo más importante es que al que le toque la meta y sirva para ganar.

–¿Con practicar en la semana es suficiente?

–No hay recetas. Podes practicar penales toda la semana pero en la cancha es muy diferente. Te puede hacer una mala pasada del campo de juego, como me pasó a mí. Lo principal es la decisión del momento y que no te falte la confianza.

–¿El Chiqui te va a dejar patear?

–Chiqui ya tuvo bastante crédito, je. Es cuestión de que el técnico elija uno o dos y en el momento se decide hablando.

–¿Olave también es un competidor?

–Ja ja, Olave patea en las prácticas y lo hace bien. Hay buenos pateadores, el Chinito Zelarayán también, todos saben la buena pegada que tiene. Y volviendo a Olave, estaría bueno que antes que retire tenga la posibilidad de tirar un penal y que se vaya con ese recuerdo. 

Entonces, para el zaguero su lema es patear de nuevo.

La banca del Chiqui

“Se habla demasiado de los penales, por eso prefiero no decir nada. Por eso prefiero quedarme callado, cuando entraban nadie decía nada”. 
Textual de Claudio Pérez, a quien le contuvieron dos tiros desde los 12 pasos en el presente torneo, más otro por Copa Argentina contra Instituto, pero había convertido nueve consecutivos antes con la casaca celeste.
“Si Lema quiere seguir pateando hay que dejarlo. Lo decide el técnico y lo hablamos en la cancha. Yo me tendrá que seguir encargando de los tiros libres nada más”, agregó el zaguero, con ironía.

Olave: No soy un gran ejecutor de penales

La “crisis” de efectividad en Belgrano a la hora de los penales, derivó en que hasta Juan Carlos Olave aparezca como postulante. El arquero manifestó en repetidas ocasiones que no le gustaría retirarse sin haber convertido un gol, y un disparo desde los 12 pasos le otorga esa chance.

Sin embargo, el Juanca respeta la prioridad a Cristina Lema. “No podemos dudar por una vez que falló. Además, Saja estuvo muy bien, es un gran arquero y usó la intuición. Al Chiqui Pérez le habían agarrado un poco la mano y eso hace mermar la confianza, por eso asumió la responsabilidad Lema y nosotros lo respaldamos”, remarcó el referente Celeste.

De todos modos, acepta el desafío: “Si el equipo lo necesita, claro que me animo a patear. No soy un gran ejecutor, a veces cuando saco del arco le erró a la cancha, y soy de los que piensa que el arquero está para atajar. Si me necesitan voy, pero patear penales no es mi virtud. Antes que hacer un gol, prefiero atajar un penal”.

Jugando para Gimnasia y Esgrima de La Plata, estuvo a punto de hacerse cargo en una situación similar. “A un compañero le atajaron un penal y el árbitro cobró otro en el mismo partido. La gente pedía que fuera yo y claro que me gustaría hacerlo, porque quiero sentir la sensación de un anotar un gol. Pero Timoteo (Griguol) me mandó al arco y señaló a mi compañero, el Canario Olveira, para que pateara de nuevo. Lo hizo y ganamos 1 a 0. Así demostró liderazgo, dando confianza”.