En el minuto uno del partido que marcó su regreso al Pirata, Claudio Pérez salió desde el fondo con un caño al rival. Un ratito después, tiró un sombrero a centímetros del área propia. La gente no se contuvo y estalló en aplausos, ovacionando a uno de sus niños mimados. El amor entre el Chiqui y el pueblo celeste se puso a prueba por el tiempo y la distancia, pero, pese a haber pasado los dos últimos años en Boca, el lunes, en el triunfo 3-1 sobre Chicago, parecía no haber pasado ni un segundo entre su ida y su vuelta. “Fue algo así”, admite entre risas el defensor. 

Desde que la voz del estadio mencionó su nombre, la gente bañó en ovaciones al Chiqui, que se encargó de agradecer el cariño. “El recibimiento fue muy lindo. La gente demostró que siempre está presente, que alienta, y eso te hace muy bien dentro de la cancha. Ya sabemos que ellos me quieren así como yo los quiero a ellos. Conseguimos cosas importantes en los dos años que estuve acá. Ojalá este año podamos repetir”, se ilusiona.

El defensor de 29 años está confiado con el plantel que armó Belgrano para este año y se pone un objetivo alto: “Mi expectativa es la de pelear arriba. Es hora de que demos el salto. Tenemos un buen equipo, están los mismos chicos que cuando me fui y se mantiene la misma idea, que nos va a venir bien y nos va a traer muchos resultados. Ojalá podamos pelear arriba”. Y es que el buen comienzo ante Nueva Chicago invita a la ilusión. “Gracias a Dios salieron las cosas y pudimos ganar. Es importante arrancar el campeonato con una victoria”, afirma el defensor al respecto. Y también hace referencia a las adversidades que tuvieron en el primer tiempo: “Después de la expulsión y más que nada el penal, que para mí no fue y que encima vino de una jugada que no fue corner, se nos vinieron un poco pero lo aguantamos. Ya en el segundo tiempo hicimos un gran desgaste y nos salió bien”. 

Así como se defiende y asegura que el penal cobrado por el árbitro Ariel Penel no fue, admite que la expulsión de Barrios “a simple vista” fue correcta. “La expulsión, a simple vista, parece que fue. Son momentos de juego, dos segundos que no pensás y pasa eso, pero de los errores se aprende”. Al ser consultado si en el vestuario tras el partido hubo una charla con Pier, fue tajante: “Si nos dijo algo o no queda dentro del vestuario”.

Sobre su rendimiento personal, dijo: “Me sentí muy bien, los compañeros me ayudaron mucho; hicimos un gran esfuerzo. Ya conozco Belgrano, espero seguir respondiendo y mejorar cada partido”.

Para finalizar, el Chiqui no se olvidó de los damnificados por el temporal que azotó a Córdoba en los últimos días. “De todo se sale. Es una lástima lo que pasó. El miércoles (por hoy) vamos a recolectar cosas para los más necesitados. Ojalá hayamos podido darles a algunos de ellos una pequeña alegría”.

Sin Pier, otra vez a rearmar la defensa

Tras gozar ayer de una jornada libre, el plantel de Belgrano retornará hoy a las 8.30 a los trabajos en el predio de Villa Esquiú. Allí se espera los jugadores que formaron parte del encuentro ante Nueva Chicago realicen tareas regenerativas, mientras que para el resto haya una práctica de fútbol.

Pensando en el próximo compromiso del Pirata, el lunes a las 18 ante Lanús, el DT deberá rearmar la defensa dada la baja de Pier Barrios (la próxima semana se sabrá cuántas fechas deberá purgar). La opción más potable es el ingreso de Lema, que en el encuentro ante Nueva Chicago sustituyó a Rigoni para pararse en el lugar de Barrios. Chiqui Pérez salió con molestias, pero no sería de gravedad.