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Hay historias que se escriben desde los lugares más raros y que se inician sin saber cómo será su desarrollo, menos aún su final. Entonces, el paso del tiempo le agrega páginas una tras otra como para lograr que la misma se transforme en un mito.
Así se puede decir que fue la contratación, la llegada y el tiempo que lleva frente al primer equipo de Belgrano su entrenador Ricardo Zielinski, quien hoy está cumpliendo cuatro años como DT de la “B”.
El presidente del club Armando Pérez, en la tarde del 11 de diciembre de 2010 en el estadio de Almirante Brown anunció que el reemplazante de Luis “Chiche” Sosa en la conducción técnica del equipo sería Zielinski, técnico que provenía de Patronato de Paraná.
Y fue un 14 de diciembre por la tarde, alrededor de las 16.20, que el nuevo técnico, sus colaboradores y el presidente del club, en la sala de conferencias del Gigante, se presentaron en sociedad.
Pasaron desde aquella tarde hasta hoy 48 meses, con todos los logros, alegrías y sinsabores que pueden dar los 162 partidos en los que estuvo en el banco de suplentes conduciendo los destinos del Pirata.
Además, hoy todo indica que habrá 12 meses más de trabajo, como mínimo, que unirán al técnico con la entidad de Alberdi.
“Si por mí fuese, Zielinski me acompañará hasta el último día de mi gestión en Belgrano”, suele decir el presidente celeste y parece que así será.
Pero la leyenda de su llegada cuenta que fue Armando Pérez quien les dijo una vez a sus colaboradores: “Este es el técnico que Belgrano necesita”. Pero no lo hizo unos meses antes de la contratación, sino que fue en la ciudad santafesina de Rafaela el 15 de mayo de 2008, cuando el Pirata le ganó a Ben Hur 2 a 1 y el buzo de DT de los locales le pertenecía a Zielinski. La idea del gerenciador de aquellos tiempos, actual presidente hoy, no tuvo eco entre sus colaboradores, pero el tiempo le dio una oportunidad y a fines de 2010 concretó lo que había querido: la llegada del “Ruso”.
“Daba el perfil que yo quería y tuve que esperar hasta fines del 2010 para poderlo contratar. Hablé con mucha gente y todos me dieron buenas referencias del él. Sabía que es trabajador, que es honesto y que es frontal. Y eso a mí me parece clave, porque es la síntesis de una buena persona”, asegura Pérez, cuando se refiere a lo que le seduce del actual DT de la “B”.
Y fue nomás, una idea de Pérez que le dio toda la razón a lo que pensó, porque después de asumir hace cuatro años en el Gigante, se reunió con el plantel los primeros días de enero, se fue a Necochea a realizar la pretemporada y comenzó a ordenar un equipo que haría historia. Gesto adusto casi siempre, frontal para expresarse sobre los triunfos y las derrotas, poco amigo de las expresiones exageradas en las buenas y en las malas, “el Ruso” se puso a trabajar junto a Rubén Flotta y al profesor Alfonso Meoni, quienes hoy siguen junto a él.
Jamás se olvidará la página que lo recordará por siempre en la historia del fútbol: aquella que escribió junto a sus futbolistas el 26 de junio de 2011, cuando logró el ascenso a Primera en la cancha de River, decretando la caída de los millonarios a la B Nacional. Pero no menos trascendentales son su clasificación a la Copa Sudamericana en 2013, porque fue después de 80 años que club de Alberdi llegó a una competencia internacional.
Dos segundos puestos, muchos juveniles promovidos a primera y objetivos cumplidos en todas las temporadas son el certificado de continuidad del entrenador más longevo en su cargo en Primera División. Es un feliz cumpleaños para Belgrano y Zielinski, porque ambos armaron una sociedad que ha mostrado que, con trabajo y colaboración, los sueños pueden hacerse realidad.
