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El Ruso, en su casa

Día a Día | 18/05/2014


Pasadas las 11 de la mañana en Buenos Aires el clima todavía no se decidía ayer. Ni muy frío ni un sol caliente ganaban la pulseada. Pero él estaba bien seguro y tenía una posición tomada: seguir en Belgrano. Así lo había maquinado el DT Ricardo Zielinski, aunque faltaba la reunión con Armando Pérez para conversar algunos temas y entonces sí dar su palabra.

En las primeras horas del mediodía se concretó la reunión. Y si bien se extendió pasadas las 17, las partes interesadas tenían todo cocinado. De hecho, el propio entrenador había manifestado su clara intención de continuar al frente del equipo. ¿Faltaba más? El propio Armando Pérez había dicho una y otra vez que su objetivo era retener al técnico más éxitoso en la historia de Belgrano.

18 Rusos. Se de ir a los detalles se trata, la letra chica del contrato dice que Zielinski pondrá el gancho hasta diciembre de 2015. 18 meses para trabajar incluyendo el torneo de transición y uno más con la reestructuración de la competencia. De esta manera el Ruso llegará a los cinco años en la institución. Sí, todo un dato en estos tiempos de técnicos descartables. De hecho es el más longevo en términos de continuidad entre los 20 colegas que están en la elite del fútbol argentino.

“Yo quería seguir. Siempre tenía las ganas y de parte de Armando también estaba la intención. Todo salió como estaba pautado”, le comentó Zielinski a Día a Día desde Buenos Aires.

A la hora de argumentar los motivos que lo llevaron a decir “sí” otra vez, el Ruso expresó: “Me siento cómodo en Belgrano. Es un equipo grande y la idea es continuar con el proyecto. Además uno conoce el club y cree en seguir trabajando”.

Según se puedo averiguar, el ex entrenador de Chacarita y Patronato tuvo ofertas tentadoras de otros clubes, pero él prefirió quedarse. “La plata acá no es problema”, supo declarar en alguna oportunidad. Y ayer con la el acuerdo no hizo más que demostrar su coherencia y el compromiso que tiene con el club y también con el propio presidente.

Una base sólida. Fiel a su estilo, Zielinski prefiere hablar con su trabajo más que con el discurso. Y dejó claro (sin profundizar en el asunto) que la base del plantel continuará y que los referentes tienen su lugar.

El encuentro que sostuvieron con amena charla no tuvo puntos específicos. “Fue una conversación en términos generales. Con el correr de los días vamos a empezar a definir cuestiones vinculadas a los jugadores”, anticipó el DT.

¿Dio nombres? Jamás. Esa es otra de sus características. No dar nombres propios y hablarlo cara a cara con quien corresponda puertas adentro del vestuario. Pero sí aseguró que “algunos se irán y habrá que evaluar la situación de otros”. 
Más allá de los términos específicos del contrato, el Ruso quería cerrar todo para empezar a desandar la planificación. “Lo importante era darle para adelante”, sostuvo mostrándose contento por la renovación en el Celeste.

Objetivos claros. Siempre prefirió caminar sin atolondrarse ni marearse con las metas. “Todos los equipos cuando arrancan la competencia sueñan y tiene la ilusión de lograr lo más lindo. Pero hay que ser medidos”, volvió a repetir y aseguró, que tal como ha pasado desde su llegada, se “ajustará al presupuesto para no poner en problemas al club”.

El Ruso sigue en Belgrano, que es algo así como su casa.

El técnico Zen que un día se ganó el respeto de todos

La mayoría de los periodistas se relamían esperando las frases bombas cuando vino a Belgrano y en Patronato lo tildaban como un “falluto”. Todos esperaban que tirara frases motivacionales de libros auto ayuda y gritara para que escuchen los de afuera y no los de adentro. Pero el tipo se llevó el silbato a la boca, habló bajito y con los que hacía falta. Así Zielinski llegó, se acomodó y fue contando quién era, pero sin contarlo. O sea, trabajando. Un técnico en estado Zen: equilibrio mental y espíritu medido para no morder la manzana del pecado –que tristemente los periodistas a veces deseamos– y mantuvo una línea en su discurso. Lo pincharon siempre, respondió casi nunca. Conservó aun en los peores momentos su estado de autodisciplina. Ni se ahogó con las malas energías y resultados ni se empachó del éxito. Y trabajó duro. Hasta ganarse el respeto.

Números. Ricardo Zielinski debutó en 2011. Belgrano jugaba la B Nacional y se estrenó con un 1-1 ante San Martín (SJ). Desde entonces hasta el último cotejo ante All Boys, el último viernes, el Ruso dirigió en total 142 partidos con 53 triunfos, 55 empates y 34 derrotas. Llegó a la cifra histórica de los 36 puntos en el Inicial 2012, clasificó al equipo a la Sudamericana. Ah, ascendió bajando a River.

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