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El partido fue mal jugado, chato, lleno de imprecisiones y dueño absoluto del conservadurismo de los dos que permanentemente esperaron el error del rival que nunca llegó.
Un primer tiempo opaco, en donde las aproximaciones llegaron por pelota parada como un cabezazo de Sergio RodrÃguez que pasó cerca del primer palo, tras centro de Lucas Zelarayan; y un tiro libre directo al arco de Jacobo Mansilla que manoteó Juan Carlos Olave, quien segundos después salvó un tiro de esquina que se cerraba.
El complemento no cambió. Acentuó la lucha pero nada de juego. Tanto que la primera acción elaborada llegó a los 28’ con un derechazo de Sebastián Carrera. Un taco de MartÃn Luque casi sorprende a Olave y un disparo cruzado de Emiliano Rigoni no fue gol por poco. Pero la polémica llegó a los 38’ cuando un tiro de esquina derivó en una preciosa chilena de César Pereyra, quien depositó el balón en el arco pero Néstor Pitana cobró cualquier otra cosa menos gol. Sobre el final, una maraña de jugadores celestes le fue a protestar al juez mundialista qué habÃa cobrado.
