Vélez eliminó a Belgrano de la Copa Sudamericana | Club Belgrano de Córdoba

Rescaldani marca el primero. El delantero cordobés, abrió el partido con un golazo de alta jerarquía.

Toda la bronca. Una noche para olvidar que se repite, cínica, en cámara lenta. Teté González no llega, es penal. Y Pratto ya toma carrera, Olave vuela a su derecha y esta vez no hay Potro Rodrigo ni nada. El golpe es seco, lapidario, anunciado. El 2-0 deja sin aire cualquier esperanza. Belgrano se corta con el filo la Copa que apenas si pudo degustar. Pero no está todo perdido... Pittinari sí pero el 1 de ellos vuela. Y al final Belgrano sangra en tierra ajena y mira como lo bueno, a veces, sólo dura un rato.

Pudo ser más largo todavía. Después de todo, las fronteras, a veces, son mentales. Y ahí fue Belgrano dispuesto a romper con la historia y los pronósticos. Decidido a viajar por América para hacer más grande su grandeza. Pero en el juego como en el amor, perder es una posibilidad. Y anoche, por la Segunda Fase de la Copa Sudamericana, Vélez no tuvo piedad: le sacó la ventaja (2-1) y le quitó cualquier ilusión. No alcanzó con las intenciones. Esa ansiedad lógica en el hotel NH City quedó adentro y jamás pudo enfocarse hacia afuera. Entonces el Celeste se pareció más al del torneo local donde hace tiempo no gana (nueve partidos) y nunca pudo repetir aquel equipo de presión que le había ganado al mismísimo Vélez 1-0 en el cotejo de ida.

El Pirata corrió y corrió sin saber bien a donde. Cómo si buscara el norte y en realidad se perdía cada vez más. Sabía que debía resistir pero la primera puñalada llegó antes de la media hora. Y entró de una manera exquisita capaz de desmoralizar a cualquier rival. Ese impacto quebró el plan inicial y la noche se le vino encima.

Otra velocidad. La imagen general del partido fue clara: Vélez jugó en otra velocidad y categoría con respecto a Belgrano. Y en esa diferencia el Pirata se fue anudando a las dudas de siempre y extrañó la fiereza de Juan Quiroga por la izquierda.

Todos creyeron que se podía. Hoy la espina dolerá como pocas veces. Es cierto, el logro histórico de clasificar a la Sudamericana también tendrá su flanco débil: disputó dos partidos con un equipo argentino sin poder salir del país. Esa particularidad será motivo de cargada por sus pares albiazules y dolerá buen tiempo.

El final mostró la hidalguía de siempre: ya no alcanzaría con las voladas de Juan Carlos Olave, ni el empuje de Lollo atrás; al límite corría González que llegó con lo justo desde lo físico ni la voluntad toda generosa de Guillermo Farré.

El tramo final fue la angustia hecha carne. Un drama que fue sacándole la lengua.

A esa altura, la Copa ya estaba rota y la noche, dolorosa, le quitaba de un tirón los sueños a Belgrano.

Viaje a Colombia. Vélez clasificó a los octavos de final y jugará contra la Equidad de Colombia. El 17 de septiembre se jugaría.