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Su ausencia ante Lanús no pasó inadvertida. Y, aunque no alcanza para explicar una actuación floja y una derrota dolorosa, para muchos, fue determinante. “¿Puede volver ante Boca?”, preguntaban los hinchas en las redes sociales. Por eso, cuando el médico José Luna anunció ayer que tenía el alta médica, muchos sintieron que la suerte del Pirata puede empezar a cambiar, justo antes de recibir a Boca. González, en diálogo con Mundo D, se lo toma con calma.
–¿Se sufre más afuera que adentro?
–Me tocó ver el partido en casa y la verdad que es feo por la impotencia de no estar, más allá del resultado. A eso sumale la bronca de ver que el esfuerzo de mis compañeros no era recompensado con nada. Adentro, uno toma decisiones constantemente. Afuera, todo es impotencia y nerviosismo. Se vive de otra manera porque las sensaciones son otras.
–¿Qué impresiones te dejó el equipo? ¿Hay algo positivo para rescatar?
–En los primeros 15 o 20 minutos, lo vi bien al equipo. Creo que nos habíamos parado en el campo mejor que Lanús. Después, el partido tomó un trámite lógico, con ellos asumiendo el protagonismo y nosotros contragolpeando, aunque nos costó recuperar la pelota en el medio para salir rápido. Así y todo, estábamos controlado el partido hasta el primer gol. Y después, en el segundo tiempo, el segundo gol les dio mucha comodidad. Todos sabemos que a Belgrano no le queda bien el disfraz de ser protagonista y salir a buscar el partido. Igual, el 3-0 fue exagerado.
–Más allá del resultado, se instaló la preocupación porque pareciera que, si a Belgrano le convierten un gol, se le hace casi imposible revertir su suerte. ¿Lo sentís así?
–Partamos de la base que el partido ante Lanús fue atípico para Belgrano. En más de 100 partidos, es la cuarta vez que nos hacen más de dos goles. Hubo partidos que estuvimos abajo en el marcador y nos repusimos; pero en el fútbol argentino, en general, el equipo que toma la ventaja lleva las de ganar. No somos un equipo de ir a buscar alocadamente o desesperarnos. Nos cuesta como les cuesta a todos. Y el domingo, la realidad es que el primer gol nos condicionó.
–¿Ayuda en lo motivacional que la chance de una pronta revancha sea ante Boca?
–Puede ser, pero al mismo tiempo nos exige. Sabíamos que teníamos un arranque complicado. Si te tocan Lanús, Boca y Newell’s, uno sabe que puede ganar, perder o empatar, pero fácil nunca va a ser porque, seguramente, son los mejores equipos de la competencia. Tenemos que tratar de hacernos fuertes en nuestro juego y reducir a cero el margen de error ante este tipo de equipos, porque los mejores te facturan cualquier desconcentración, como nos pasó ante Lanús.
–¿Te sentís recuperado como para ser titular ante Boca?
–Hoy (por ayer) hice fútbol reducido con normalidad y le dije al médico que me siento en condiciones. Es más: el partido pasado también me sentía como para jugar y lo hubiera hecho de haber sido un juego definitorio; pero, como era la primera fecha, se decidió que no valía la pena arriesgar. Uno siempre quiere estar y más ahora para borrar la mala imagen que dejamos el último partido.
