Carlos Bueno: Estoy a la orden del DT.
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–Hay una apuesta grande por vos. Que traés los goles, que sos el indicado, ¿cómo te llevás con eso?
–Ojalá fuera la respuesta que estamos esperando todos. Veremos cómo arranco yo individualmente en el sentido de jugar y también cómo rinde el equipo. Una cosa es tener buenos delanteros y no llegar; otra es llegar una vez y hacer un gol. Yo me mantengo en calma, estoy tranquilo. Es evidente que no estoy ciento por ciento (físicamente) pero el día que me toque jugar trataré de enfocarme en hacer el gol. Pero todo va de la mano: si el equipo hace un buen partido, chances vamos a tener.
–No depende sólo de Pereyra, Maggiolo o Bueno...
–Es que el fútbol es colectivo. El equipo que crea cinco chances, una tiene que hacer. El delantero tiene otra tranquilidad cuando se generan chances. Quiero tratar de hacer lo mejor. Físicamente me falta, pero es lo que hay, lo que tengo.
Carlos habla pausado. A sus 33 años, y con 180 goles en 401 un partidos, aprendió a medir las palabras. Ya hablará de su personalidad y la relación con periodismo. Pero Boca golpea la puerta y Belgrano busca goles en los clasificados del diario. Es que en el último Torneo Final metió sólo 14 pepas y estuvo entre los menos goleadores.
–¿Pesa que tengas que cargar con el arrastre de otros delanteros que no convirtieron: caso Cuqui Silvera, Víctor Aquino o César Carranza, por citar algunos?
–Es normal. Yo sinceramente no veo tele, no escucho radio ni leo diarios. No es que no me guste, pero en casa estoy con mi señora e hijo, todo el tiempo estoy haciendo cosas en casa. Entonces no me doy ese tiempo para preocuparme si hablan o no hablan. Sí me preocupa saber cómo estoy. Uno nunca va a cargar con la mochila de los demás. Uno tiene que cargar con lo suyo y hoy me toca a mí. Cargaré con lo que pueda pasar conmigo de acá en adelante. Hoy me hago cargo de que soy el delantero y, si mañana me toca jugar, hacerme cargo de que tengo que hacer goles.
–Llegaste y te lesionaste al poco tiempo. Qué hay de eso y cómo vivís con el rumor típico: “Tiene 33 años, vino roto, está grande”...
–Ya sé cómo se maneja el periodismo. Trato de hacer oídos sordos porque sé cómo se manejan ciertos periodistas y no pongo a todo el mundo en la bolsa, no generalizo. Pero uno conoce el periodismo mala leche. Ya escuché rumores diciendo que venía lesionado. Esa es una gran mentira. Yo entrené el día antes de viajar y me lesioné en la pretemporada.
–Se te nota tranquilo, no querés ni te interesa renegar.
–Tuve mi momento de discutir, de querer pelearme con todo el mundo y tener mi razón. Hoy estamos en una edad donde le esquivamos a todos y tratamos de hacernos los pelotudos para no entrar en conflicto y tratar de dejar esa fama de loco, peleador.
–No te gustó la etiqueta que te endilgaron.
–No. Pero uno por algo tiene su personalidad, sé lo que soy. Un tipo espontáneo que sé cuándo tengo que actuar. Mis compañeros, donde estuve, me han conocido. Lo que puedan decir escapa de mí. Yo trato de mostrar lo mejor a mis compañeros y que ellos estén cómodos conmigo. Tengo una manera de ser particular, cuando no me gusta algo lo digo, por ahí no lo pienso o lo digo en caliente. Pero me pongo tranquilo al saber que yo mismo he mejorado mucho en ese sentido, pienso mucho más en frío, no actuar tan rápido y apaciguar todo.
–Ayer volviste a hacer fútbol, o sea que si DT Zielinski te necesita, ¿puede contar con vos?
–Sí, estoy. No sé si para jugar los noventa minutos, setenta, pero estamos a la orden del técnico. Entrené bien, pero falta tener aire, un poco más de resistencia física.
–¿No sentís la presión a tus espaldas?
–No siento esa presión como la pasé en otro lado. Pero internamente me presiono porque uno vino para jugar, lo contratan y me tocó vivir esta lesión que nadie quiere pasar. Pero hay que ser realistas, asumir las cosas, me sacrifiqué y trabajé suficiente para poder estar a la orden.
Carlos Bueno no se achica. Sabe que perdió terreno en la pretemporada pero está con ganas de demostrar lo que sabe. Hacer goles. Y dejar atrás las sombras de otros que no pudieron lastimar las redes.
La bio de Bueno. Viene de jugar en Universidad Católica (Chile). Allí disputó 13 partidos y convirtió cinco goles. En 2012 pasó por San Lorenzo (17 cotejos, ocho goles). También anduvo por Querétaro (México) donde clavó 23 tantos en 48 encuentros, entre otros clubes. Además jugó en la selección uruguaya donde registra 13 goles en 24 presencias. Jugó la Copa América y fue campeón de la Copa Portugal con el Sporting Lisboa. Tiene 33 años.
