Belgrano, ante Lanús, por otro buen arranque.
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Dar el primer paso en Primera División, tras sepultar a River en la B Nacional, no fue sencillo y por ello aquella tarde de domingo en el estadio de All Boys, la cabecera este de Floresta mostró un celeste predominante y el grito pelado de la gente, quien fue a decirle al país que estaba presente y que Belgrano había regresado al lugar que se merecía.
Fue 1 a 1 con gol de César Pereyra y primer punto de una cosecha que sorprendió a los incrédulos del país y que luego escaló hasta los 31 para terminar con el Celeste sin perder con ninguno de los cuatro grandes que quedaban en Primera.
Ya en el segundo torneo, otra vez fue empate ante All Boys. El equipo de José Romero aguantó el cero en su arco y en el Gigante de Alberdi, el arranque del Clausura marcó un empate sin goles. Fue un torneo menos exitoso que el anterior, pero a cuatro fechas del final, el 20 de mayo de 2012, el Pirata le ganó a Vélez Sársfield en Liniers y el grito de Primera División se hizo escuchar, porque la barrera de los 50 puntos se superó.
Ya más cerca en el tiempo, el comienzo del Torneo Inicial 2012 puso a prueba el temple de los celestes, porque venció de movida al recientemente ascendido River y en el Monumental. Con deseos de venganza, el Millonario se volvió a retirar de su estadio con la cabeza gacha por morder el polvo de la derrota ante el Pirata, que le ganó 2 a 1 y terminó con 10 por la expulsión de Olave. Belgrano se fue de Nuñez festejando los tres primeros puntos de la mejor campaña de su historia.
Los 36 puntos sumados en el Torneo Inicial, con una fórmula efectiva y conocida, le dieron el sustento de asegurar en el Torneo Final (en la primera fecha la “B” perdió de local 2-1 ante River) el pase a la Copa Sudamericana 2013 y el objetivo de permanencia a 14 fechas del cierre de la temporada.
Belgrano arranca este año futbolero con el objetivo de seguir demostrando que llegó a Primera División para quedarse mucho tiempo, que no quiere que sea un paso fugaz por la máxima categoría y que la búsqueda de un papel “digno”, como dice el DT Ricardo Zielinski, en la Sudamericana, no es una utopía, sino toda una realidad de un proyecto que se gestó a fines de 2010 y que hoy entrega frutos en cada torneo.
