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La Bida sigue igual

Día a Día | 04/06/2013


El camino de tierra inalterable. Por Circunvalación los autos van a mil y quizá lleguen tarde a ninguna parte. En Villa Esquiú el sol cae lento como siempre. Entonces los perros –dos negros de raza dudosa– juegan a masticar el aire. No hay mayores ruidos. Allá, en la cancha 1 del predio, las voces de los jugadores de Belgrano rompe la quietud.

Podría ser una práctica más. Pero no lo es. Es la primera después de la clasificación a la Copa Sudamericana 2013. El partido con Lanús es historia. Sin embargo el ambiente está como si nada hubiera pasado. No hay agrandes. Ni divos. Tampoco hinchas. Ellos ya hicieron el aguante la noche anterior en el Aeropuerto.

Juanca Olave trota y elonga junto a Melano y Mansanelli. Mientras, varios de los suplentes y algunos juveniles hacen un picadito de fútbol formal con gritos que despertarían a cualquier doña de la siesta.

Pero no hay agrande. Pese a los flashes y las crónicas, todos transitan igual que antes. La gloria no los cambia. Aunque hay risas. Como la de Jorge Velázquez, que aprovecha el clima para llevar a su hijo Facundo a la práctica.

“Es algo lindo venir con él, que disfrute y, a su vez, disfrutando del bueno momento que vivimos”, le cuenta el volante por la izquierda a este diario. Verlos jugar en el césped es un signo de que todavía el fútbol puede disfrutarse.

“Por suerte le gusta el fútbol. Todavía no tiene puesto, es chico, sólo quiere jugar y correr detrás de la pelota”, cuenta el ex Unión. Mientras, Facu atraviesa el pasillo que da al vestuario y repite: “Soy hincha de Unión y de Belgrano”. A sus seis años se mezcla con los jugadores, que le hacen bromas.

“Va al cole a la mañana, y hoy aproveché que se podía y lo traje. Pateamos, se divirtió y se cansó”, confiesa entre risas Velázquez, quien confía que esta noche (por ayer) el sueño llegue rápido para el nene.

Lucas Aveldaño sale disparado. Pide disculpas por no poder hablar. Es que le toca hacer de niñero porque su esposa Pamela tiene facultad. Estudia acompañamiento terapéutico.

Al rato lo sigue Luciano Lollo, su compañero de zaga. Casi siempre se va último, pero hoy habrá mates con su esposa Vale. Mientras, Oscar Díaz, el utilero, va juntando chombas para lavar con una dedicación admirable.

A los juveniles, la clasificación no les hice volar la cabeza. Al menos por ahora. Renzo Saravia sale presuroso para llegar a su casa y descansar.

Después vendrá la Play Station y la cena de Flavia, su hermana. “No voy a pedir nada especial”, comenta entre risas. El 4 sigue siendo el de siempre.

Acaso esa sea la mística de Belgrano. No cambia aún cuando los resultados lo inviten a una vida de despilfarro y fiesta. Alcanza con mirar a Juan Quiroga y César Carranza. Entrenan diferenciado con el kinesiólogo Matías Sampietro y transpiran porque quieren quedarse en la institución.

A un costado, Martín Zapata juega con el césped. Debe pensar en las tardes cerca del río Paraná en su Santa Fe natal. No lo volvió loco el último logro. “La clave de todo es el grupo. Acá nadie se la cree ni vamos a cambiar ahora. No tenemos porqué cambiar”, deja claro.

En silencio, Osvaldito Romero, encargado de limpieza, barre como si bailara un lento. Junta poca mugre y muere en el tacho de basura que está en el ingreso al vestuario. En su oficina, Abraham Rufail, vicepresidente del club, hace garabatos en unos papeles. Diego Bustos hace lo propio y conversan animosos sobre el equipo.

Paso firme. Podrían aparecer rimbombantes declaraciones. Pero no. Apenas si Iván Etevenaux camina con sus muletas y piensa cuánto tiempo falta para que su fractura sea recuerdo. Lo mismo Gastón Turus que, pese a andar rengo, tiene la fuerza de antes.

La mayoría de los juveniles salen con tortas de frutillas. Las manos que las elaboran corresponden a la esposa de Oscar. Salen chochos. Como Sergio Rodríguez, que se lleva el termo a todos lados.

Al Picante Pereyra todavía le duele el tobillo derecho. Pide masajes y Bertachini, el masajista, labura para recuperar al delantero del golpe del 1 Granate.

Es cierto, el médico Sergio Luque es la tranquilidad en persona. Pero ayer tenía una risa distinta. Todos cargándose entre sí. Todos igual que siempre.

“¿Por qué vamos a cambiar?”, responden los jugadores de Belgrano cada vez que se los consulta. La música en el vestuario suena como siempre. Ni más alta, ni más bolichera. Es que Belgrano no quiere marearse, pese al éxito. La Bida sigue igual y ese es el mejor síntoma para no perder la esencia.

Nueve. Son los puntos que quedan en disputa. El plantel apuesta a sacar todo lo que queda hasta el final.

Cómo sería la Copa Sudamericana 2013

El 3 de julio se presentará el certamen en Buenos Aires y se definirá el reglamento. Si se juega como en 2012, la cosa sería así... Los argentinos son seis: el campeón de la temporada (Vélez o el ganador del Final) y los cinco primeros de la tabla de la temporada, en la cual no se consideraron a los que compitieron en la Libertadores 2013 (Newell’s, Boca, Vélez, Arsenal y Tigre). Por esa tabla, los que clasificaron son Lanús, River y Belgrano. A los otros dos lugares los pelean Racing, San Lorenzo y Godoy Cruz.

Los argentinos se eliminan entre sí en una primera instancia. ¿Cómo? Se ubican del 1 al 6, con ventaja para definir de local para el que tenga la mejor ubicación. El 1 es para el campeón de la temporada y, del 2 al 6, según terminaron en la tabla que clasificó al certamen. En esa tabla, el 2 es para Lanús, el 3 para River, el 4 para Belgrano, el 5 para Racing y el 6 para San Lorenzo. Los cruces serían: Vélez o el campeón del final vs. San Lorenzo, Lanús vs. Racing y River vs. Belgrano.

Por ahora, todo es potencial porque hay rumores de que Boca sería invitado al certamen.

Se reitera, si se mantiene el formato de 2012 (edición que ganó San Pablo de Brasil), el torneo se disputará en seis etapas, con partidos de ida y vuelta. La etapa en la que se eliminan los argentinos es la llamada Fase Eliminatoria. Los tres equipos que quedan pasan a la llave de octavos de final y, allí, ya sí se eliminan con los equipos del resto del continente.

¿Cómo llegan los equipos del resto del continente? Por Brasil clasifican ocho a la Fase Eliminatoria y pasan cuatro a los octavos de final. Entre los clubes de Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay (nucleados en la Zona Sur), se forma una Fase Eliminatoria que los incluye. Lo mismo sucede entre los clubes de la llamada Zona Norte: Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.

Así, en los octavos quedarán tres equipos argentinos, cuatro de Brasil, el último campeón (San Pablo) y los ocho que queden las Zona Norte y Sur. ¿Cómo se determinará quien lleva el 1 o el 16 para las llaves y así definir en casa? Por sorteo.

Mundo Pirata

»Lo que viene. El sábado, a las 16, recibe a San Martín en el Kempes, en juego válido por la 17ª fecha del Final.

»El 11. El DT Zielinski esperará la evolución de Quiroga, con una molestia en el sóleo de la pierna derecha. Si llega, podría retornar en lugar de Rodríguez. El resto, el mismo que jugó ante Lanús.

»Entradas. La venta arrancará el jueves, de 10 a 18, en Alberdi. Serán populares para socios activos y sólo una por persona. En tanto, viernes y sábado, en mismo horario y lugar, plateas para todo público. Los precios: Popular $60; Gasparini $80; Ardiles $100; Menor $15; Jubilado y Dama $30.

»Entrena hoy. El plantel practica hoy por la mañana en Villa Esquiú. Ese mismo turno repetirá hasta el sábado.

»Ausentes con aviso. Ayer Esteban González y Rubén Flotta, DT alterno, se ausentaron, con permiso previo.

»Al límite. Olave, Lollo y Pittinari tienen cuatro amarillas. Una más y deberán purgar una fecha de suspensión.

»Chip. Tanto para pagar la cuota de mayo como para que el Socio Kempes active el Chip, el Centro de Socios atenderá de lunes a viernes, de 10 a 20.

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