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Belgrano empató 0 a 0 con Independiente

Día a Día | 27/05/2013


Melano le mete la cara interna del pie derecho a la pelota, pero la comba no sale como el punta celeste esperaba.
Melano le mete la cara interna del pie derecho a la pelota, pero la comba no sale como el punta celeste esperaba.
Diablos! No va entrar la pelotita en toda la tarde.

Los hinchas de Belgrano ayer volvieron a practicar las vocales. Ahh, uhhh, Ohh. Es que el equipo estuvo “ahí” de completar el abecedario del gol. Pero le faltó la última letra para escribir la mejor palabra. Entonces el inicio de festejo se quedó atragantado.

Corren un puñado de minutos. Lucas Melano, a toda velocidad, le gana a Morel Rodríguez. Hasta tiene tiempo de pasar por Hernando y picar un salamito. Encara para el arco, en la platea se van parando como si fuera una escenografía armada, pero Luquitas se frena de súbito. Su cintura se quiebra y todo se diluye en la nada.

¡Diablos! ¿Por qué frenó?

La gente está tensa. Sabe que el Rojo en el fondo tiene más dudas que un Evatest mirado con un solo ojo. Que en cualquier momento viene. Perciben que a Morel le pesan los años y Tula a los gritos pide concentración. En la otra orilla, el uruguayo Sergio Rodríguez mete un bochazo como puñalada. Van 40 minutos y Melano, otra vez, les gana a todos. Encara al arquerito Rodríguez y Mela define con el pie abierto, de emboquillada, y la bola se abre presumiéndole al arco. Después contaría en vestuarios: “Tuvimos varias situaciones, pero no pudimos acertar. Yo tuve una, quise acomodarla y se me abrió”.

¡Diablos! ¿Cómo no fue gol?

Al rato Fernandito Márquez remata alto. Esta vez no hay uuhh ni nada. El primer tiempo se traga las pocas chances y abre la esperanza para los segundos 45 minutos.

Maldito palo. El segundo tiempo arranca al ritmo de Melano. Vuela por el césped (blando) del Mario Kempes y deja atrás, no sólo a los defensores, sino también a sus propios compañeros. Tanto que su desborde termina por frenarse a la espera de Farré que no llega a conectar de cabeza. El abuelo revolea la bolsita de pururú y hace como si cabecera. Al final, el nieto se queda sin comida y lo mira feo.

¡Diablos! Una sola te pido.

El DT Zielinski escucha al Bicho Flotta. Les hacen señas a los suplentes. El Picante Pereyra se quiere comer la cancha. Van 16 e ingresa en lugar de Márquez. Todos se codean cada vez que el Picante entra. Como si intuyeran señales benévolas. Encima el Ruso no se conforma, lo quiere ganar. Ahora es Julio Constantín, el ayudante de campo, quien llama al Chinito Zelarayán. El pibe mete un pique, bordea la pista de atletismo. El Bicho lo abraza como si fuera el padre. Transcurren 24 y todavía el gol no llega.

¡Diablos! Independiente propone poco, pero Belgrano no le acierta.

El Chino entra enchufado. Tira gambetas, recibe de espaldas, encara. Construye pared con el Picante, el pibe se perfila con derecha. Otra vez todos se paran en la platea porque el gol se dibuja en el aire. Pero un defensor la desvía y el uhhh baja atronador desde la Artime.

¡Diablos! El partido se termina y la clasificación a la Sudamericana todavía no llega.

Queda una última oportunidad. A pura desfachatez, el Pica deja a dos defensores pidiendo pido, pisa el área, arquea su cuerpo y de costado saca un remate exquisito de zurda. La bola va, esta vez sí entra seguro. Los grones lo gritan, claro, no hay forma, pero la muy histérica se estrella contra el travesaño sobre los 39. “Lo que puteé, iba bien la pelota. Hice lo que tenía que hacer, pero a veces le pegás bien y no entra. La idea era acomodarla al palo más lejano, la enganché bien, capaz si le pegaba mal, entraba”, grafica César que todavía se lamenta.

¡Diablos! No hay tiempo para nada más. O casi.

Porque el travesaño le sirve la pelota a Farré que se encuentra con un regalito. “La paro y lo único que pienso es en empujarla. Voy pensando en colocarla con cara interna, esa era la primera idea. Cuando veo que el arquero se viene hacia mi lado, creí que con cara interna el remate iba a ser débil y opto por pegarle con el empeine, de zurda, y bueh, se fue arriba”.

¡Diablos!

Todos se quedan con bronca. Los hinchas se van masticando un chori y se tragan todos los casi gol. Ya habrá tiempo de escupirlos.

Todo llega en algún momento. Es cuestión de tiempo.

54 mil personas. Fiesta de tribunas colmadas, con una recaudación de 1.639.925 pesos. Según la planilla oficial, se vendieron 32.151 entradas y asistieron 19.812 socios. Hubo pulmones en las dos plateas y en una franja de la cabecera de Independiente, pero todo fue en paz.

Clasificar en Lanús. Belgrano está casi adentro de la Copa Sudamericana 2013, torneo al cual ya clasificaron Lanús y River. Si el Pirata hubiera ganado ayer, hubiera clasificado porque Godoy Cruz no pudo ganarle a Racing Club.

Ahora las cosas están así: Belgrano le lleva 12 puntos a Colón y a Godoy Cruz cuando justamente quedan 12 puntos en juego. Para no depender de ningún resultado, Belgrano clasifica al certamen continental si el domingo a las 16.10 le gana a Lanús en Buenos Aires.

Aún perdiendo o empatando también clasificaría si se dan otros resultados en la fecha que se viene.

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