Belgrano empató con Atlético de Rafaela | Club Belgrano de Córdoba

ucas Melano intenta en la noche de Aberdi; se fue reemplazado por César Pereyra (Nicolás Bravo).

Hay noches que te sacan la lengua. Capaces de invitarte a bailar un rato y cuando abrís los ojos, lo entendés todo: sólo bailabas con el viento, con las ganas de querer y no poder. Hay noches que se van rápido mientras sentís una rara carga en todo el cuerpo. Primero porque te reíste de los otros (Talleres) pero también con la otra carga, la de saber, otra vez, que el 0-0 ante Atlético de Rafaela fue una molestia producida por un equipo que no jugó del todo bien. Como cuando una mina te da el celular al oído, y vos, canchero, te fías de acordártelo. Y al otro día todo es niebla.

Ojo, Belgrano fue como manda su apellido. A los golpes, con el mentón expuesto sin importarle si venía la piña rafaelina. Se pareció al guerrero de otras noches yendo contra el arco de la avenida Colón en el segundo tiempo. Mezclado entre el humo de los choris y empujado por su gente. Pero esta vez no hubo un a lo Belgrano. Apenas abrazó un punto sin sabor: la B acumula tres partidos sin ganar con dos empates y una derrota.

Acaso como si la vestimenta que lució ayer el Pirata fuera una señal. Es que el equipo del Ruso Zielinski calzó remera-pantalón-medias negras y la noche, también negra y ventosa, comenzaron a pintar el panorama desalentador. En el Gigante y después del flojo segundo tiempo ante Unión, el equipo volvió a quedar en deuda desde lo futbolístico.

Es cierto, en las tribunas nadie pudo reprocharle “actitud” ni poner “un poco de más”, pero las ideas para herir al “abroquelado” visitante nunca tuvieron el orden ni la claridad necesarias para adueñarse del partido. De hecho, la fiesta arrancó con cánticos alusivos al ascenso a la B Nacional de Talleres.

“Che Talleres pecho frío, ponete lo que quieras, sos campeón del Argentino”, fue el hit elegido por los Piratas. Sí, la idea inicial fue burlarse de los rivales de toda la vida, entre la ironía y el sarcasmos. “Lo festejaste como nunca, sos vergüenza nacional”, fue otro himno que cayó pesado sobre el campo de juego. Pero el viento, justamente el viento, fue llevándose la burla para que viniera la propia carga. La de ver sobre el césped un equipo todo actitud que arrinconó a Rafaela por el simple hecho de ir. Está claro, nadie puede quejarse de lo logrado hasta acá este equipo. Pero a la hora de poner en la balanza las últimas presentaciones, los hinchas piden un poco más. Quisieron alivianar esa carga la desfachatez de Renzo Saravia (jugó por primera vez en Alberdi y la rompió) ni el orden criterioso para leer el juego de Esteban González en mitad de cancha.

Tampoco el intento generoso de Juan Quiroga mientras estuvo en cancha. Eso sí: nadie dejó de alentar ni ponerle picante porque allá lejos, en barrio Jardín, festejaban “lo que no tenés que festejar”. Pero acá también Belgrano bailaba con una Crema que, lejos de caer rendida, no tuvo nunca fecha de vencimiento.

El final encontró las trompetas de la barra sonando hermosas. Carrasposas, dolidas, como sacando un aliento de doble lectura: la carga contra sus primos albiazules, pero también la carga de la bronca por no poder ganar en casa. Tanto que al final se escuchó el feliz cumpleaños mientras la noche escondía su lengua traicionera.

El 2013. El 2013 de Belgrano: 14 partidos, ganó 3, perdió 4, empató 7, hizo 10 goles y le metieron 10. Vía @mauricoccolo.

Dos rachas. Belgrano lleva 4 sin ganar (hizo 1 gol). Atlético de Rafaela completa 7 invicto (ganó 4, empató 3). Vía @mauricoccolo.