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La idea de permanecer por siempre, de afianzarse en el círculo superior, de parecerse a los Vélez, los Lanús, esos equipos que pareciera que nunca más bajarán ronda no sólo en la cabeza de la dirigencia celeste.
La Copa Sudamericana es el próximo anhelo de los hinchas. Los 46 puntos en la temporada ubican la “B” en una posición expectante entre los que aspiran a la segunda cita internacional del calendario.
Pero, como dijo Esteban González, la idea que prima es que ese sueño se convierta en realidad pero no a cualquier precio, sino como el corolario de una sumatoria que ayude a afianzarse en Primera.
“El objetivo de llegar a la Copa tiene que ser consecuencia de sumar puntos, de consolidar a Belgrano. Si no sumamos puntos de acá al final, y nos clasificamos porque los demás equipos no suman, estaremos en un doble problema. En tener que pelear otro año más por mantener el equipo en Primera y jugar una competencia de mucha importancia”, razonó “Teté”.
En ese sentido, el volante sostuvo que el ingreso a la Sudamericana constituye un “objetivo secundario” luego de dejar al club en Primera por varios años más. Además explicó cómo se enfocará el equipo hasta el final del torneo.
“Quiero marcar una diferencia entre afianzarse y lograr la salvación porque salvarte, te podés salvar un año o dos, pero al tercero... En cambio si sos un equipo de los que se olvidan de pensar en el descenso en base a puntos y se proyectan en otra cosa arrancás con otros objetivos. Esa es nuestra lucha”, graficó.
En nuestro país existen miles de ejemplos de clubes grandes que dejaron atrás su pasado de gloria y hoy, merced a sus bajos promedios producto de pésimas campañas, naufragan en la incertidumbre. Independiente es un caso testigo.
Dos años atrás festejó la obtención de la Copa Sudamericana, sin embargo, hoy sufre una pesadilla y es un serio candidato al descenso.
“Teté” emparenta ese tipo de realidades con procesos interrumpidos producto de múltiples cambios de técnicos, jugadores y hasta dirigentes. En suma, con una falta de coherencia que marque el rumbo.
“Nuestro fútbol atraviesa un momento de paridad y eso hace que resalten Newell’s, Vélez, Lanús. Son los clubes que vienen repitiendo procesos con jugadores, técnicos y lineamientos dirigenciales. Independiente sufrió cambios en esos tres aspectos. Boca, lo mismo. Creo que cuando los procesos en el tiempo tienen continuidad, hay coherencia, orden y un proyecto, a la larga son exitosos. La ansiedad por conseguir resultados que tienen los equipos grandes no los dejan trabajar tranquilos”, agregó.
La base del éxito de proyectos puede encontrarse en las divisiones inferiores. El sábado en Mendoza, Belgrano dio un nuevo paso en ese sentido al presentar en su banco de suplentes a cinco productos de su cantera: César Rigamonti, Renzo Saravia, Lucas Pittinari Lucas Zelarayan y Giuliano Bardín.
“De un año a esta parte varios de ellos vienen siendo parte del plantel y van teniendo mayor espacio. Se lo van ganando en cada práctica y en cada minuto que les toque estar. Es un motivo de orgullo y otro paso en el crecimiento del club”, cerró “Teté”.
