Newell´s 2 - Belgrano 0: golpes contra BOS | Club Belgrano de Córdoba

Sangra la cara de Gastón Turus porque un bastonazo de un policía rosarino le cae de lleno. Sangra de la bronca Olave porque a los hinchas Piratas lo sacan a los balazos de goma. Otra vez, como en la última visita en Rosario, los visitantes se fueron entre bastonazos y un cielo lleno de piedras. Ah, antes y después, en el campo, el equipo del Ruso también se golpeó: cayó 2-0 jugando mal.

Una noche para el olvido. Por la violencia, primero. Y después por otro flojo rendimiento de los dirigidos por el Ruso Zielinksi. Que hace rato no es aquel equipo del Inicial (salvo con San Lorenzo en el 0-0) con contracción en la marca, esa presión capaz de comer piernas, ideas; ni con la inteligencia para leer los partidos. Con River, en la 1ª jornada, jugó con uno más y le hizo peor.

Es cierto, con Colón ganó pero los propios jugadores admitieron que había sido el peor partido. Y ayer, ante el Newell´s del Tata Martino, volvió a verse un equipo incómodo, molesto, quisquilloso. Que se reflejó en la mirada adusta de Melano cuando salió, en la impotencia de Lollo expulsado. En la ya preocupante mudez futbolística de Jorge Velázquez o en lo lejos que queda el arco contrario para llegar al gol o generar peligro.

Más allá de los puntos. En el arranque del Inicial, Belgrano venció a River (2-1) y luego empató con San Lorenzo, Colón y Newell´s. Es decir sumó seis unidades. Ahora, el Celeste lleva cuatro puntos. Sólo dos menos, pero ayer en Rosario volvió a mostrar cierta ingenuidad para cortar al rival. El primer gol de Ignacio Socco lo mostró: a Belgrano le duelen las pelotas a sus espaldas y hay indecisión para tomar las marcas.

Anoche, cuando Belgrano se miró al espejo en la Nueva Chicago, sintió que algo no anda bien. No pasa por una cuestión de actitud. Todos ponen, pero hay una baja en el rendimiento individual que repercute por lógica en lo colectivo.

No hay que confundir: la violencia nada tiene que ver con el juego. Adentro de la cancha, la Lepra fue superior. Pero afuera, Belgrano volvió a recibir el golpe cobarde, acaso retratado en la sangre de Gastón Turus. Golpes contra Bos...