El Hacha quiere recuperar esa imagen de guerrero.
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El Hacha se ha vuelto invisible. Habla poco con sus compañeros en la práctica, se baña rápido y sale sin hacer ruido. Como si viviera una realidad paralela. Quizá el diálogo sea interno y busque un entendimiento con aquel tipo que llegó a Belgrano en 2005, en la primera contratación del por entonces gerenciador Armando Pérez (Ver Un refuerzo con antigüedad). Pero Día a Día irrumpe en su rutina de trabajo. Mañana, ante Colón, a las 18.10, por la 3ª fecha del Torneo Final, jugará su segundo partido consecutivo en el Celeste. No es un dato menor: la última vez que hilvanó al menos dos juegos fue en el Clausura 2012. En esa oportunidad jugó contra Boca el 22 de abril (1-1) por la 11ª fecha; después ante Tigre (jornada 12) y la fecha siguiente contra Colón con caída 0-2.
“Hace mucho que no juego seguido. Ojalá se abra una puerta para seguir estando, pero también depende de mí en dejar todo en la cancha. Yo hago la autocrítica. Aunque es fundamental el tema de la continuidad, tener minutos en cancha”, sostiene César Mansanelli. Que por un momento detiene su andar automático: salir de la cancha/sacarse los botines/ducharse/irse casi sin saludar.
Mansanelli volvió a ser titular ante San Lorenzo, el domingo pasado. Su último juego desde el inicio había sido ante Quilmes, por la novena fecha del Torneo Inicial. Y ahora se lo nota con ganas. Pero también adopta una postura: “En un partido no podés hacerlo todo. El tema se ve con el correr de los partidos, aunque me sentí muy bien, los partidos te dan confianza para recuperar el nivel”, analiza César y sus ojos negros son una amenaza a punto de estallar.
Los números son evidentes: En el Apertura 2011 fue titular en los 19 partidos; en el Clausura 2012, sólo en nueve desde el arranque. En el Inicial sólo uno y ahora, en el Final, se anotará el segundo contra el Sabalero. Por eso la palabra confianza le baila en la boca. Y agrega: “Es difícil evaluar a alguien en un partido. No me jode cuando escucho las críticas, cada uno tendrá sus razones”, dice César con más de 200 partidos en Belgrano y 17 goles (ver aparte).
Asume su responsabilidad. No se hace el distraído. Sabe que depende él volver a ser el que fue. Por ejemplo, clave en el ascenso contra Olimpo (en 2006) con su proyección, una pegada implacable, todo ello retratado en su corrida contra el frío de Bahía Blanca con desborde y centro atrás para que Matías Gigli la empujara al gol. Pero aquello es tiempo pasado. “Obvio que tengo que recuperar mi nivel. Pero eso se puede con los partidos. Practicando en la semana no lo recuperás. Fijáte cuántos partidos seguidos estuve de titular y ahí te das cuenta. Quiero meterle para adelante con partidos, puedo volver a ser el de antes”, dice el hombre que en la B gritó su último gol en el Apertura 2011, por la 5ª fecha, ante San Lorenzo.
–¿Cómo hacés para creer en vos, entre lo que se dice y mostrás en cancha?
–La verdad que algunas veces te fastidiás en la semana. Uno siempre quiere estar. Pero yo sé que si me dan partidos, puedo volver a ser el mismo. Creo que la única forma de volver a jugar en mi nivel es con continuidad. Y también que tengo que hacer lo mío todos los días. Después, decidirá el DT.
Volver a ser el de antes ha dicho Mansanelli. Que en voz baja insulta a una vieja pubalgia, cómplice allá por 2010 para que hoy muchos hayan perdido la fe en él. Ya no quiere entrar desde el banco (en el Inicial sustituyó seis veces a Zapata e ingresó otras tantas) sino que desea ser una fija. Transformarse en aquel tipo que el Ruso le tiraba la pechera con los ojos cerrados.
“Debo aprovechar esta oportunidad. Siempre me caractericé por dejar todo adentro de la cancha, la idea es hacer lo mismo para que después dependa del técnico y no sólo de mí”, cuenta el Hacha. Pero no lo hace ante el grabador. Es como si se hablara a él mismo.
Después se pierde por una puerta en el Kempes. Las sogas le rozan las manos/el cuello/los brazos. Dependerá de su entrega agarrar una entre tantas. Y empezar a trepar, despacio, para volver a ver la luz donde alguna vez brilló con Belgrano.
En fila. En el Clausura 2012 jugó tres partidos seguidos: Boca, Tigre y Colón. Fue en abril. Después perdería terreno.
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Un refuerzo con antigüedad. César Mansanelli fue el primer jugador que trajo en 2005 Armando Pérez.
El 30 de junio de 2005, Armando Pérez se transformaba en el hombre fuerte de Córdoba Celeste. Él era el hombre fuerte que se sumaba al proyecto de Luis Manzanares y pasaba a ser el socio mayoritario en la gerenciadora. Y entre sus primeras decisiones estuvo la contratación del DT Julio Zamora y la llegada de César Mansanelli, quien llegaba de Racing con todos los pergaminos.
El Hacha tiene a sus espaldas dos ascensos. El primero fue en 2006, ante Olimpo, que marcó también el primero de Armando Pérez. Su participación varió aunque en el último periodo decayó.
Pero es sin dudas de los jugadores más “añejos” de la institución. Gastón Turus, quien hizo las inferiores en Belgrano, es el que más partido jugó con 272. Después le sigue Juan Carlos Olave, con 242. Y ahí aparece el Hacha, para completar el podio: 226 cotejos y 17 goles.
Quizá por eso el respeto hacia él. Aunque su carrera tuvo varios altibajos. En Primera, en el Apertura 2006, jugó 15 partidos de titular y marcó dos goles. En el Clausura 2007 disputaría 11 de movida y gritaría cinco veces. La temporada 2007/2008 no sería buena: jugó sólo un partido.
Repuntaría en la 2008/2009 con 15 partidos de titular y un gol. Pero no caben dudas que el Hacha fue determinante en lo que sería el ascenso histórico ante River.
En la temporada Regular de la B Nacional 2010/2011 con 22 partidos con seis goles. Antes, en la temporada 09/10 había estado en 12 juegos y anotado tres pepas.
Pero uno de sus momentos más importantes en su carrera se dio en Alberdi, el 23 de junio de 2011. Esa noche, el Hacha abrió el camino para derrumbar a River.
A los 25 minutos, de penal, puso el 1-0 ante un estadio repleto. César, con el arquero Carrizo mirándolo de frente, no temió y le pego fortísimo para desatar la alegría de todo el pueblo pirata.
Todo venía bien para el Hacha. En el Apertura 2011 el Ruso Zielinksi lo puso en los 19 partidos. De hecho marcó tres goles a Estudiantes L.P, Godoy Cruz y San Lorenzo.
Además se cayó con las llegadas de Federico Mancuello y Matías Giménez. En el Inicial, la llegada de Martín Zapata terminó de quitarle la confianza. Claro, sumado a su juego que perdió brillo. El mismo que busca recuperar mañana, ante Colón, en el Mario Kempes y con Belgrano.
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Jugadores con más presencias.
» Gastón Turus. Hizo todas las inferiores en la B. Es el que más partidos tiene: 272 y siete goles. Referente indiscutido.
» Juanca Olave. Su segundo ciclo arrancó en 2007. Disputó 242 partidos y se transformó en pieza clave. Otro líder.
» César Mansanelli. Otro de los más “viejitos”. Tiene 226 encuentros y 17 tantos. Llegó al club en 2005.
» Guillermo Farré. Arribó a Belgrano en 2007. Lleva 180 cotejos 10 goles. Líder indiscutido. Vino de Central Córdoba.
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El Ruso tiene todo listo para recibir a Colón
No hay dudas en Belgrano. No las tiene Ricardo Zielinski, de cara al choque con Colón, mañana a las 18.10, en el Kempes, por la 3ª fecha del Torneo Final. A mitad de semana, el Ruso ya tenía el equipo en la cabeza: al final, el cambio será la inclusión de Lucas Pittinari en lugar de Guillermo Farré, quien llegó a las cinco amarillas y estará un juego afuera.
En consecuencia, el 11 para recibir al Sabalero será con: Juanca Olave; Gastón Turus, Lucas Aveldaño, Luciano Lollo y Juan Quiroga; César Mansanelli, Lucas Pittinari, Esteban González y Jorge Velázquez; César Pereyra y Lucas Melano.
Además, en el banco de suplentes estarán: César Rigamontti, Sergio Rodríguez, Martín Zapata, Lucas ZelarayáIván n, Etevenaux, Fernando Márquez y Víctor Aquino.
La idea del Ruso fue no mover tanto las piezas. Se la juega otra vez con Mansanelli en mitad de cancha y apuesta a la velocidad del Picante y Melano arriba.
» Recuperado. El delantero César Carranza ya no tiene molestias en el aductor, pero fue preservado y estará a disposición para el próximo partido, ante Newell`s.
» Entradas. El sábado 23 de 10 a 18, en el Gigante, se venden populares a 60 pesos y plateas a 100 (Gasparini) y 150 (Ardiles), para los no socios. En tanto, el domingo 24, de 10 a 17, se venderá el remanente en Alberdi.
» Reserva. El sábado 23 a las 17, la Reserva de Belgrano se mide ante Colón, en Villa Esquiú.
