¿Hasta cuándo "la B" recibirá misma crítica?
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¿Hasta cuándo "la B" recibirá misma crítica?
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El Pirata tiene una identidad de juego que, lejos del exceso de lujos, se basa en la efectividad para salir de contragolpe
Belgrano tiene un rótulo en el fútbol argentino y ya nadie, parece, se lo puede quitar. Que se para atrás y sale de contra.
Que le da la posesión de la pelota al rival, para que deje espacios, y así los aprovecha con velocidad y precisión para lastimar.
Que es un equipo duro de quebrar y duro de vencer. Que juega al límite. Y tantas otras cosas que, para algunos, son negativas.
Señores, muchas de esas afirmaciones son verdaderas ygracias a ellas Belgrano cosechó 36 puntos en el Torneo Inicial. Había sumado 55 en la temporada anterior.
Y ahora, no mereció perder ante River y contra San Lorenzo tuvo chances para ganar. ¿Juega lindo Belgrano? ¿Te llena los ojos? No. ¿Juega bien el Pirata? ¿Cumple con lo planificado? Sí, a la luz de los resultados y si se compara con los otros 19 equipos de Primera División.
Apenas finalizó el partido de ayer, Juan Mercier declaró: “Ellos hicieron un planteo mezquino. Con un 4-4-2, buscando el error nuestro y al no poderlo encontrar, se llevaron un empate”.
La semana pasada, Ramón Díaz, el entrenador de River, expresó: “Me sorprendió Belgrano. Pensé que jugando de local iba a atacar un poquito más. Muy poco”.
Por esas declaraciones le saltaron a la yugular, literalmente, del riojano Ricardo Zielinski y Juan Carlos Olave. “Que se ocupe de su equipo y respete un poco más a los demás”, coincidieron DT y arquero.
Desde la abundancia, es fácil hablar y criticar lo que hacen los demás. Pero que desde River o San Lorenzo, que triplican o cuadriplican el presupuesto que maneja Belgrano, se critique el planteo del equipo cordobés, es poco serio.
Partamos de la base que el plantel del Pirata es limitado y no tiene las alternativas que poseen otros. Pero sabe a qué juega y lo hace con la fuerza de un grupo unido, respetando a la autoridad y llevando a cabo un plan que, por ahora, casi siempre le sale bien.