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Teté González: Me siento un privilegiado

Día a Día | 23/01/2013


El día después. Teté llegando a Villa Esquiú después del clásico.
El día después. Teté llegando a Villa Esquiú después del clásico.
El sol del predio de Villa Esquiú hacía lentos todos los movimientos. Esteban González llegó a entrenar con el plantel de Belgrano y se bajó de su auto con su hijo Ezequiel. Minutos antes de las 18, el autor del gol del triunfo en el clásico del lunes pasado ante Talleres, se quejó del calor y, antes de empezar el diálogo con Día a Día, tuvo tiempo para saludar con un beso a un grande como Leopoldo Herrero, que lo felicitó por la conquista ante el rival de toda la vida.

La alegría en la cara del rubio volante era evidente y, aunque trató de apelar a la mesura que lo caracteriza, no pudo ocultar su alegría por haber marcado su primer gol en el derby cordobés: “En el momento, uno no dimensiona todo lo que genera porque había que seguir metido en el partido hasta el final. Después, cuando terminó, se dio que ese gol fue el de la victoria del equipo en un clásico, en un partido tan determinante para el sentimiento de la gente. Y haber logrado eso me desborda. Me genera una sensación de alegría que pocas veces me tocó vivir y me siento un privilegiado”.

El volante central celeste es uno de los pocos jugadores que marcó un gol cuando el estadio era simplemente, el Chateau Carreras y, en esta nueva etapa cuando el escenario mayor del fútbol cordobés se llama Mario Kempes. El primer festejo de Teté fue el 17 de octubre de 1998 en un partido que Belgrano derrotó 3-2 a Racing. El jugador, recordando ese momento, lo comparó con lo que le tocó vivir el lunes pasado. “El paso del tiempo me dio la posibilidad de tener esa estadística.

El de la otra vez fue hermoso porque fue mi primer gol en Primera, en mi segundo partido en Belgrano y fue especial. Pero el del clásico lo es más por todo lo que significa jugar este partido y ganarlo”, dijo González.

–¿Extrañan jugar clásicos más seguido?
–Este tipo de partidos le hacen bien al fútbol, le hacen bien a la ciudad y a los clubes. Hemos dado muestras los cordobeses de que se puede vivir una fiesta en la medida de lo que la fiesta significa. Sí nos queremos ganar. Sí, nos jugamos a muerte, pero siempre con respeto y con hombría. Lo que pasó en Rosario es lo que no tiene que pasar. Y Córdoba demostró que tiene uno de los mejores clásicos del país. Con un estadio que le permite vivir este clima de clásico como una fiesta y no como un peligro.

–¿Sirve anímicamente el haberle ganado el clásico a Talleres?
–La realidad, para nosotros, empieza el 10 de febrero. De nada sirve que ganar un partido como este antes o después. Es mejor ganarlo. Nosotros, por ser de Primera y ellos, por estar en otra categoría, tienen menos que perder. Pero es en los papeles. Cuando está en frente la camiseta de Talleres, el de Belgrano le quiere ganar y al revés también. De amistoso tiene poco, hay que ganarlo porque generan en la gente la satisfacción. El equipo estuvo a la altura de las circunstancias, y nos llena de gusto poder haber festejado de vuelta en el clásico.

La madurez de Teté. A los 34 años, Teté González ya acumuló, entre oficiales y amistosos, más de 400 partidos en Primera. A pesar de los años, el rubio volante que debutó en el Celeste en 1998, todavía mantiene las ganas de jugar un clásico.

“Es diferente desde la óptica del jugador. Ahora, con la madurez, pasa los momentos de presión con mucha más facilidad que cuando no sos tan maduro. Pero, desde lo que genera un clásico, es lo mismo. Cada vez que salís a la cancha a enfrentar a Talleres, pasa a ser el partido más importante que hay. La gente te lo hace saber. Ya lo vivís y palpás en la semana y es el partido que todos queremos ganar. Gracias a Dios hicimos un buen partido y pudimos lograr un triunfo para que el orgullo del hincha sea mucho más alto y eso para nosotros es más importante que los tres puntos”.

Y, después de la alegría, Teté González hizo el análisis futbolístico de lo que pasó en el clásico cordobés. “Empezaron mejor los primeros 15 minutos. Nos complicaron con velocidad, con tenencia de la pelota por las bandas aunque sin generar situaciones. Después fuimos igualando y de ahí hasta los últimos cinco donde estuvimos un poco apurados y ellos estaban desesperados por el empate, nosotros fuimos superiores. Porque los argumentos que pusimos en cancha fueron mejores. Copamos la mitad de cancha, le generamos problemas a espaldas de Leyes y Díaz. Los espacios a Villarreal le quedaban amplios Sabíamos que los puntos a aprovechar eran por ese lado y por la pelota parada porque tenemos jugadores más altos. Paradójicamente el gol llegó por esa vía”, reflexionó.

Que se repita. El alegrón por el gol en el clásico quedó flotando en el aire. Teté González sueña en grande y espera más alegrías para el real objetivo que es el Torneo Final que, para la B, arranca el 10 de febrero recibiendo a River.

“Si fuera por pedir, me gustaría vivir esa alegría en todos los partidos. Pero no se puede. El fútbol no es la carta de un restaurant en el que vos pedís y te traen. Vos tenés que pedir, tenés que trabajar pero enfrente hay otro que te impide hacer lo que tenés planeado. Hay veces que te ganan y las cosas no salen. Tenemos que tratar de hacer las cosas bien y que en el minuto 90 te encuentres festejando en la mayoría de los partidos”, dijo. Y cerró diciendo: “Los 36 puntos nos dieron prestigio pero ya pasó eso. Ahora hay que refrendarlo y ojalá que se repita o se mejore”.

36, quiere mejorar. González sabe que será difícil igualar la cosecha del Torneo Inicial pero confía: “Podemos repetir y mejorarlo”.

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Pensando en Instituto

El desgaste físico que significó el clásico del lunes pasado contra Talleres, hizo que ayer por la tarde, el plantel de Belgrano realizara una práctica muy liviana. Lo que viene para el Celeste es el partido con Instituto del viernes, a las 22.10, por la última fecha de la Copa Córdoba.

La rutina del plantel del Pirata seguirá hoy y mañana en horario matutino en el predio de Villa Esquiú. Por la noche de mañana, los jugadores y el cuerpo técnico concentrarán en el hotel Interplaza esperando el juego ante La Gloria.

En materia de la probable formación para ese partido, el técnico Ricardo Zielinski hará algunos minutos de fútbol en el entrenamiento de hoy. Así empezará a probar a los jugadores para el juego definitorio.

En materia de lesionados, la preocupación pasa por la evolución de César Carranza. El mediapunta sólo jugó 10 minutos en el clásico y salió lesionado en uno de sus gemelos. Al ex Lanús le harán un estudio por imágenes hoy para determinar el grado de su lesión aunque es casi un hecho que se perderá el partido contra Instituto.

Los que, por precaución, no trabajaron con normalidad ayer fueron Gastón Turus, César Pereyra, Guillermo Farré y Lucas Aveldaño. Los cuatro futbolistas presentaron dolencias menores y podrán ser tenidos en cuenta por el Ruso Zielinski.

Si las cosas marchan bien, y si el DT decidiera repetir el equipo, los 11 que salgan contra los albirrojos serían Juan Carlos Olave; Gastón Turus, Luciano Lollo, Lucas Aveldaño y Juan Quiroga; Martín Zapata, Esteban González, Guillermo Farré y Jorge Velázquez; César Pereyra y Víctor Aquino.

El 11 titular y el resto de los concentrados se terminarán de definir mañana después de la práctica en el predio celeste de Villa Esquiú.

¿Vuelve Melano? El que está en condiciones de reaparecer ya que terminó sus vacaciones después de haber participado del Sudamericano sub 20 es Lucas Melano. El delantero entrenó normalmente y es probable que ocupe un lugar en la lista de concentrados.

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