Armando sonríe con la lámina. Quedó chocho con el dibujo y es otra pieza para su colección.
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El viernes, en el Hotel Interplaza, el presidente de Belgrano recibió la lámina que todos querían tener para el recuadro. El dibujante Karlo Lottersberger se mandó un diseño histórico con todos los jugadores en un barco que, como no podía ser de otra manera, también tiene al DT Ricardo Zielinski en escena.
La idea de Día a Día y Cadena 3 fue un golazo. De esos que no hace falta volver a ver porque se repiten en la memoria de todos. El primer lanzamiento fue apenas arrancó diciembre y se agotó al toque. Por eso, hubo una segunda entrega para todos los lectores e hinchas piratas.
Pero faltaba que llegara a las manos del presidente. En la noche del viernes llegó el momento. En el hall del hotel en pleno centro, Armando Pérez tenía curiosidad por el dibujo. Y después, con el papel de envoltorio roto, no hizo más que mirarlo y agradecer.
“Es muy lindo este reconocimiento. El dibujo retrata lo que somos como equipo e institución. Todos tiramos para el mismo lado, tenemos las mismas intenciones y los objetivos están claros”, le dijo el mandamás celeste a este diario.
Bastaba con mirarlo a los ojos. Emocionado recorrió cada una de las facciones de los jugadores. Como diciéndoles algo en silencio. Y después largó: “Representa la filosofía de Belgrano. No dejarse vencer, buscar el objetivo y plantearse las cosas en función de equipo”, agregó Pérez, quien en la mañana de ayer volvió a Buenos Aires.
Entre cigarrillos, el presi, distendido, contempló el diseño. “Vamos a ver adónde lo ponemos. Seguramente quedará en algún lugar, aunque a mí estas cosas (reconocimientos y homenajes) me dan un poco de cosa”, confesó.
El otro conductor. Pero llega un momento en que los ojos de Armando Pérez se clavan. Queda inmóviles. Enfrente está el Ruso, estático. Cuando se le pregunta por él, no duda. “Es de lo más correcto, un colaborador, funcional al club, inteligente para plantear y dar conocimientos”, rescató del entrenador.
Y siguió: “Es el conductor del equipo y decir ‘conductor’ suena fácil y no lo es”, sostuvo Pérez.
Con el fin del 2012 golpeando la puerta, Pérez ensayó un brindis imaginario: “Hay que brindar por la alegría de vivir. Y agradecer que podamos hacer feliz a tanta gente, que trabajemos con seriedad para que el club siga sosteniéndose en Primera”, arengó Pérez.
La noche en Córdoba ya estaba instalada. Todos los empleados del hotel Interplaza miraban cómo un bergantín pirata “se llevaba todo puesto” en el hall. Era la lámina de Día a Día que por fin había llegado hasta las manos del capitán. Ahora zarpará hacia otras latitudes.
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Pagaría una entrada porque Belgrano deja todo
A cada rato su mano corta en diagonal el pelo blanco: para algunos es sólo el paso del tiempo, otros le llaman experiencia. Pero el flequillo, atrevido, se lanza otra vez sobre sus ojos. Y sus dedos luchan para aclarar la visión. Hace un tiempo, Armando Pérez, presidente de Belgrano, tiene bien enfocado hacia adónde va el club. A paso firme.
Mucho tiempo pasó de aquel 8 de septiembre de 2001. Antes de enfrentar a San Lorenzo en Primera, el club de Alberdi se declaró en quiebra. En manos de un fideicomiso de administración, nombrado por el Juzgado de Séptima Nominación en lo Civil y Comercial, la B no pudo sostenerse en Primera y descendió tras perder con Unión 1 a 0 en Santa Fe el 4 de mayo de 2002. Pasaron varios gerenciadores hasta que Armando Pérez, en 2005, se hizo cargo. Ahora, elegido presidente por los socios, hace un balance en un 2012 inolvidable.
“Cuando uno es previsible, es más fácil. Cuando se hacen las cosas bien desde arriba, es mucho mejor y es más factible llegar a un buen resultado. Aparte el equipo va copiando esas cosas”, le dijo Pérez a Día a Día, en referencia a la última gran campaña de 36 puntos en el Torneo Inicial.
“El equipo fue la clave. En la vida, en las empresas, todos buscamos formar un equipo. Ahora es clave la conducción y el Ruso (por el DT) lo tiene muy claro”, agregó el mandamás.
–¿Qué siente cuando hablan de usted y le agradecen?
–Me alegra y me pone bien el respeto de la gente. Porque los dirigentes venimos muy alicaídos, con mucho desprestigio. Y que la gente reconozca a un dirigente es lindo, pero no estoy sólo yo, hay 150 personas que trabajan.
–Armando Pérez pagaría una entrada para ver a Belgrano por qué motivos?
–Pagaría una entrada porque Belgrano entrega todo. Hace lo mejor que puede con lo que tiene. Remontamos partidos difíciles, no perdimos con los grandes. Están todos consustanciados con el funcionamiento, nunca se dan por vencidos.
A cada rato, Armando pita. Descarga las cenizas y respira profundo. Exhala. Como si buscara las mejor expresión. Las palabras conducción y Zielinski se repiten. Y abren otro juego.
–¿Hasta cuándo le gustaría que se quede el Ruso?
–Lo quiero a Zielinski hasta que me vaya. Nosotros tenemos dos años de mandato por cumplir. El Ruso es un hombre serio, que sabe de manejos.
Y Pérez dejó abierta la puerta para hablar del futuro. Consultado sobre que hará después de cumplido su gestión, expresó: “Yo creo que hice las cosas como para que Belgrano este bastante tiempo en Primera. Hay que ver qué pasa, las edades... usted sabe, los años no se cumplen porque sí”, respondió Pérez, en alusión al trajín lógico que arrastra todo dirigente.
–¿Tiene dudas sobre qué hará después de cumplido el mandato?
–Los socios marcan todo. Tengo un mandato y lo voy a cumplir. Después, hay un montón de circunstancias para ver.
Sobre el contrato por 10 años a varios referentes del equipo (Olave, Turus, Farré, González), explicó. “Estamos estudiando la parte legal y lo vamos a concretar. Son referentes y están identificados: debemos mantener esa mística, sobre todo para las inferiores, más allá de quién esté en el club. Quiero que trabajen para Belgrano”, dijo Armando Pérez.
Que cierra un 2012 con todo. “Tuvimos una postura y un criterio y hoy somos una gran institución”, concluyó, enfocado ya en 2013.
